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Suena la alarma.

-Mimi ¡es sábado!- se queja Miriam.

-Lo siento- la apago- soy dama de honor- Sonrío, las bodas de mujeres seguro que tiene más damas de honor que ninguna otra, pero en este caso es de mi maricona preferido, mi Ricky.

-Perfecto, yo voy más tarde- se queja mientras tapa su cuerpo desnudo. Me quedo mirándola y casi pellizcándome a mí misma me obligo a salir de la cama he ir a bañarme.

Llego a vestirme y Miriam no está en la cama.

-Oh, qué bien- sonrío mirándola con una bata cuando voy a la cocina- no tenías que hacer el desayuno.

-Lo sé- dice con cara de sueño- pero quiero desayuno contigo y no nos vemos hasta después- la boda es a las 5 de la tarde. Así que supongo que llegará a las 4 o 4:30.

Me emociono y la abrazo-Te quiero.

-Yo también te quiero- sonríe ronca y me da un besito. Después nos sentamos, me mira la ropa. ¿Te cambiaras allí?

-Sí, Ahora quizás Ricky me haga ayudarle en algunas cosa- ¡Es verdad! Miriam no me vio con el traje puesto... ¡Y yo no la he visto con su vestido! Pongo cara de pervertida.

-¿Y esa cara?- me mira raro.

-Es que estoy deseando verte con tu vestido- hago un puchero- habrá que esperar.

-Sí... sonríe- me pasa lo mismo.

Nos miramos un ratito.

-¿Vendrás con Aiti y Paula?

-¿Paula?- levanta una ceja, pero que bueno comunicación entre hermanas.

-¿Tu cuñada?- bromeo.

-Vaya, no me la puedo imaginar- dice comiendo- es decir, es Aiti...- me río.

-Pero es guapa, adorable, divertida...

-Sí... y súper inquieta.

-También- sonrío.

Guardo mis cosas en un bolso, me despido de Miriam y voy a mi coche.

Llego a la casa donde se va hacer la boda de de Ricky y Kibo, es enorme, con un jardín increíble.

-¡Mimi por fin!- llora Ricky con cara de insomnio cuando aparco.

-¿Qué pasa?

-¡he tenido mucho ajetreo! Dije que tendría todo controlado... ¡pero joder!... el trabajo me ha tenido muy ocupado.

-¿Y Alfred?- le digo ayudándole con unas sillas. Veo unas sillas ya puesta en su lugar dentro de una especie de carpa en el jardín. Al menos de eso ya se encargó.

-¡¡No sé!! No lo he llamado- se rasca la cabeza. Saca su móvil temblando, mierda, está nervioso. Lo detengo con una mano.

-Deja, lo llamo yo. Lo lograremos tranquilo, siéntate y tomate algo por favor- me río- O te pedirán el divorcio hoy.

-¡No digas eso!- lloriquea- me muero.

-Está bien perdón ¿Dónde está Kibo?

-En casa de su hermano, se quedó ahí dos días. Según él es de mala suerte que lo vea, ¿O era ver el traje? No recuerdo- dice pensativo.

-¿Y... bajo la voz- ¿Su madre?- Kibo está peleado hace mucho con su madre, era ella o Ricky. Y bueno eligió a mi amigo... y mi opinión personal es que no se equivocó.

-Nada- dice triste- no la entiendo, viene su hermano menor que lo adora. Su padre ya no está y a esa mujer no se le ablanda el corazón.

-Pasad de ella, tú le haces y harás muy feliz- sentencio un poco enfadada, lo abrazo y le acaricio la espalda, odio a la gente así. Supongo que alguien lo puede comprender, pero no lo acepto.

Ella es perfecta 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora