Is There Somewhere? // J.JK

~2~

Pasó un mes. Recuerdo verte cada día, no volvimos a besarnos porque yo te lo impedía, pero conocimos mucho el uno del otro.
Aunque ahora no estoy segura de ello.
¿De verdad te conocí? O solo eran más mentiras.
¿Eras realmente tú conmigo?

Pero ambos seguimos con esto.

Y para entonces cada que podías estabas entrelazando nuestras manos, o besando mis mejillas, o abrazándome por la espalda.
Y yo solo temblaba en mi lugar o me sonrojaba, pero nunca dije si o no, y tú continuabas.

La última noche de nuestro primer mes juntos, fuimos a tu departamento, más específicamente a tu azotea, subimos entre risas. Mi guitarra estaba allí, entre montones de mantas y luces que supuse tu mismo habías colgado, almohadas y comida que a ambos nos gustaba.

Me convenciste Jeon. Y no hacía otra cosa que sonreír. Me invitaste a sentarme y cuando me sacudí por el frío en lugar de darme una manta pusiste tu chaqueta sobre mis hombros, las mariposas en mi estomago no dejaban de revolotear, las descaradas te amaron antes de que yo lo hiciera.
Tomaste mi guitarra, la hiciste tuya.
Supe que también tocabas, y vaya que lo hacías.
Estabas cantando y me mirabas directamente, yo conocía la canción así que cantamos juntos.

Y me veías tan deslumbrado, como si de verdad fuera todo eso que tu me considerabas, como si fuera así de maravillosa, intenté sostener tu mirada.
Te acercaste, invadiste todo el espacio personal que pudiste, me volviste a besar.
Me dejé llevar, que más podía hacer sino.
No éramos nada oficial, no estábamos estableciendo nada,esto no era ningún tipo de propuesta, ni admitíamos nada en voz alta además del hecho de que nos era imposible no besarnos.
Sin embargo tus labios ahora descendían por mi cuello mientras gruñias y jadeabas, miles de suspiros escapaban de mi boca.

Te detuve cuando mi camisa desapareció, tus ojos suplicantes rogaban por un poco más e incluso te enojaste, pero yo solo reí y me levanté.
Entonces, sin que yo lo esperara tiraste de mis caderas y caí sobre ti.

—Solo...déjame besarte un poco más— Me derretí en tus brazos en ese instante. Asentí en silencio.

No pasamos de los besos esa noche pero fue la primera vez que dormí entrelazada a tu cuerpo.
En la mañana desperté y tus ojos estaban sobre los míos, sonreíste y me devolviste mi camisa, luego de ponérmela cargamos con todo como pudimos y volvimos a tu departamento.
Aún hoy desearía no haberte ayudado a cargar con las cosas y haberme marchado en el momento en que desperté.
Porque cuando entramos y ella te esperaba sentada en medio del living tus mentiras empezaron a crecer y mis universos a destruirse.
Estaba enojada, sus mejillas enrojecían por la ira.

—¿Donde estabas Jeon? ¿Quién es ella?¿Por qué estás fuera desde tan temprano?— No me miró ni por un momento. Tu novia sospechaba y aún así no era capaz de posar sus ojos sobre mi para ver como era.

— Es una amiga Han, tranquila. Estábamos trayendo esto porque ayer dormí en su casa. Compone así que eso hicimos, no es nada—

¿Por qué le mentías?
Llevé las cosas a tu cuarto y los dejé susurrándose cosas en la sala. Tenia que largarme, su energía era horrible, necesitaba salir de ahí.
Ella no me quería en ese lugar y yo tampoco pretendía quedarme.
Cuando me di la vuelta estabas recargado en la puerta, observándome.
No te miré, ya me iba y por alguna razón ahora yo también estaba enojada contigo.

Podía escuchar la televisión, ella se quedaría.
Pasé por tu lado y me tomaste del brazo acercándome a tu cuerpo.

—Hey, hey...¿a dónde vas?— Evite mirarte, si lo hacía no podría caminar por esa puerta.

—Al centro, no quiero molestarlos— Me solté de tu agarre dejándote con la palabra en la boca, tomé mi guitarra y escupí un adiós, tu chica no contestó.
Cerré la puerta y corrí escaleras abajo, no tomaría el ascensor.
Salí del edificio con una vibra pésima invadiendo todo mi ser.

—Nena ¿por que huiste así?— Y ahí estabas, como un jodido perro sin hogar, persiguiéndome otra vez.

—No quería molestarlos Jeon, a tu chica no le caí bien—

Joder seguía con tu chaqueta puesta, me la quité y te la extendí y eso te dolió porque me miraste herido.

—No es mi chica, es mi amiga, con ella vine de Busan y de vez en cuando me visita. No tiene una personalidad muy buena que digamos pero no es nada—

Tu historia no me era suficientemente convincente, por la forma en que ella te miraba había algo más, una parte de la que tu no me hablarías porque no podías hacerlo. Yo lo sabía.
Y aún así, elegí creerte Jungkook. Porque sabía que empezaba a caer por ti y estaba dispuesta a darte una oportunidad.
Entonces ella sería tu amiga y tu serías totalmente honesto porque esto tenía el mismo valor para ambos.
Porque la noche anterior tus ojos me miraban como nadie nunca lo hizo.
Porque quizás era amor.

Dios, que ingenua fui.

Volví a tomar tu chaqueta y tu dejaste un beso en mi frente, aún así decidí irme, no quería volver a toparme con ella.