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Si había una palabra que describiera Asgard sería: dorado.
Todo resplandecía ante ese color.

Podía verlo desde el balcón de la habitación real, que había pertenecido a Frigga y Odin.
Quería recorrer todo Asgard junto con Loki, pero él me advirtió que era muy peligroso, pues ver a alguien de Midgar, podría alertar a los guardias.

-Mi pequeña mortal- susurro a mi oído mientras me tomaba de la cintura
-Mi Loki- puse mi mano encima de la suya
-¿Quieres comer? Puedo pedir algo para ti- me habló con dulzura, con cariño.
-Aún no- me acurruque en sus brazos- pero gracias, mi rey- reí un poco y él beso mi mejilla
-Vamos a pasear ¿Quieres?- preguntó con una sonrisa en los labios
-¿Paseó?- pregunté con asombro
-Hay alguien a quien quiero que conozcas- suspiró- espero no te moleste
-Sea quien sea, no me molestará- sonreí y él se relajó.

Era evidente de que estaba más relajado siendo rey. Olvidaba los rencores hacía Odin.

Salimos del palacio con otra apariencia gracias a la magia de Loki. Caminamos un buen rato hasta llegar a un lugar un nada concurrido. Volvió a cambiar nuestra apariencia y suspiró un poco frustrado.
Sonreí inspirando confianza.

-Cierra los ojos- ordenó

Cerré los ojos y los cubrí con las manos. Unos minutos después me indicó que abriera los ojos y así lo hice.

Mi mirada se encontró con un majestuoso caballo. Sonreí, pues suponía quien era: Sleipnir

-Es mi hijo- dijo sin más
-Es hermoso- acaricié su nariz y cuello
-¿No se te hace extraño?- preguntó un poco atónito. Negué
-Loki, no me importa. Sólo míralo, se parece a ti- dije entre risas
-Lo tuve dentro de mí...- dijo mientras me veía acariciarlo
-¿Qué se siente?- pregunté
-Hermoso- sonrió
-Espero sentir eso algún día, el fruto de ambos- dije sin pensar. Cerré los ojos al pensar que le molestaría. Sentí sus manos rodear mi cintura y abrí poco a poco los ojos.
-Eres la criatura correcta-reí ante su comentario, sin embargo algo dentro de mi pecho se llenó.

-¿Criatura?- pregunté divertida
-El único ser que me acepta como soy- explicó
-Te quiero Loki y no me importa cómo seas, ni como empezó esto, porque se que ya no soy sólo una aventura- rio y asintió cortamente. Besó vehemente mis labios.

-Alto mi rey, aquí no- susurre en sus labios
-Esperare hasta el palacio- dijo coqueto.

Regresamos al palacio y está vez tenía mucha hambre. Comí las delicias de Asgard.
Ya por la tarde Loki se encontraba conmigo.

-Me agradó conocer a tu hijo- confesé
-Te Quiero Olive, eres única- se acercó a mi- pero en éste momento te deseo demasiado.

Reí sin saber que se desquitaria de todos los días que lo tuve en abstinencia.

-¿No te cansas verdad?- le pregunté al dios nórdico que se encontraba frente a mí.
-Nunca- dicho eso me tomó entre sus brazos y me beso demostrando todo el deseo que contenía.

Cuando llegué a Asgard, Loki consiguió finos vestidos para mí, ya que por unos días iba a ser su reina.

Pero en ese momento, uno de los vestidos que era de mi entero agradó, estaba por ser despojado de mi cuerpo.

Mientras me besaba comenzó a deslizar sus manos hasta la orilla del vestido. Me desnudó con solo retirar ese vestido. Como toda mortal aún tenía mi ropa interior.

Sentí la punta de algo frío en mi estómago y me alejé un poco de él. Me sorprendí cuando vi la daga en mi estómago.
Me miró amenazante y me indicó que me acostará en la cama.

Estando ahí encadenó mis manos y retiró el resto de mi ropa.  Tenía un poco de miedo, pero el deseo podía más conmigo. Deslizó la daga por todo mi cuerpo. Me sentía intimidada y al parecer le encantaba verme así.

Comenzó a besar mi cuerpo provocando jadeos en mi. Llegó a mis piernas y volvió a deslizar la daga para después besarme. Estaba lista para él, pero al parecer quería esperar más.

Chasqueo los dedos y las cadenas desaparecieron.
-Levántate y ven aquí- ordenó de nuevo
Hice lo que pidió y retiró su ropaje.
-De rodillas ante mí- dicho esto me arrodillé y agaché mi cabeza. Tomó mi mentón e hizo que levantará la mirada. Sonrió sardonico y supe que quería. Se acercó más a mi. Comencé a hacerle una felacion. Jadeaba y pronunciaba mi nombre entre elogios e improperios. Tomó mi cabeza para que no me separará. Jadeo de nuevo y luego gruñó.
Se alejó de mí.

-De pie- volvió a indicar- ahora de nuevo en la cama

Obedecí sus ordenes. Comenzó a besar mis labios introduciendo su lengua. Comenzó a acariciar mi intimidad con sus dedos. Jadee mientras me besaba y pedía más.

-Me has domado mortal, pero hoy el único que va a ser el dominante soy yo- dijo excitado

Se introdujo en mi. Gemi a causa de eso. Comenzó a introducirse con rapidez. Estaba casi tocando el cielo. Comenzó a besar mi cuerpo, iniciando por mis hombros. Mordía a su antojo y sin ternura. Sentí los indicios del orgasmo en mi bajo vientre.

-Loki...- gemi su nombre y busque su rostro. Él, gustoso, apreciaba mis gestos- más por favor- suplique y paró sus movimientos- Loki, no me hagas suplicar más- pedí. Rió un poco y comenzó a embestirme de nuevo.

Gruño y yo gemí. Cerré mis ojos y arquee mi espalda, el orgasmo había llegado a mí. Al salir de mi trance, sentí la esencia de Loki invadir mi vientre.

Me besó de nuevo y mordió mi labio. Aún tenía ganas de mí. Salió de mí. Me recostó bien en la cama y me cubrió con una sabana. Acto seguido se acostó conmigo. Rodeó mi cuerpo con sus brazos y me jaló hacía él. Acarició mi rostro.

-¿Qué me has hecho mortal?- preguntó mientras seguía acariciando mi rostro -Desde que fui a Midgar no te puedo olvidar. Te quiero, ya lo dije antes, sin embargo no puedo mantenerte lejos de mí por mucho tiempo. Te necesito, física y... sentimentalmente.

-¿En serio? - pregunté y acaricié su cabello húmedo por el sudor
-Me dominas y me vuelvo dulce contigo. Nunca fui dulce, sólo con mi madre adoptiva- confesó
-Soy tu mortal, y no busco dominarte
-¿Eres mía? - preguntó divertido
-Soy tuya

*

Espero les esté gustando, las cosas van muy rápido :'v

Pequeña mortal (LOKI LAUFEYSON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora