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Olive

Mi estancia en Nueva York ya casi culminaba. Las calles aún permanecían un poco destruidas. Ser reportera daba buenos frutos pero grandes peligros.
Un portal en el cielo. Monstruos. Dioses.
Tomé la cuchara y removi mi cafe. Dioses. Loki.
Cerré los ojos. Cuando iba en la preparatoria me obsesione con dicho personaje. Investigué todo sobre él. Creí que era solo una leyenda nórdica. Hasta cierto punto seguía "enamorada" de aquel dios.
Miré el pequeño tatuaje en mi antebrazo que había hecho.

God of michief

Reí. Pero no me arrepentía de haberlo hecho. Terminé mi café y pedí otro. Corte un poco de mi pastel y lo introduje en mi boca.
Un chico bien parecido entró a la cafetería y denotaba un aura no muy agradable. Pidió algo en la barra y procedió a comer.
Le daba un parecido a mi amor platónico y me di cuenta de que me estaba volviendo loca.
Le miraba y al parecer se dio cuenta. Se sentó frente a mi en mi mesa.

-¿Qué pasa? - preguntó tratando de ser amable
-Lo siento si te incomode, te pareces a un... conocido- dije de manera firme, pero me había intimidado.
-Ya veo- suspiro un poco más tranquilo y sonrió- disculpa. Mi nombre es...- miró mi brazo tatuado y lo oculte. Sonrió sardónico- ¿Dios de las mentiras?
-Una tontería- sonreí. El ambiente había dejado de ser tensó -Ese mismo- tome un sorbo de café.

Y así se fue la tarde. Hablando de dioses nórdicos. El me corregía como todo un experto. Después fuimos a un bar Lo llevé a mi hotel después de unas cuantas copas.

-Aquí es- dije invitándolo a pasar
-Buen lugar para tu estadía, pequeña mortal- reí ante sus palabras. El alcohol no había surgido efecto en mí y era poco probable que lo hiciera.
-Muchas gracias su majestad- respondi y me miró serio
-Tengo que decirte algo, mejor dicho mostrarte. Eres una buena... mortal- alcé una ceja ante el comentario y siguió- no me la había pasado bien en Midgar y tampoco sentir alguna atracción por alguien- me aguanté la risa ante su seriedad- Soy Loki, dios de las mentiras- y su ropa cambió a ropaje real de cuero dejándome ver que era real lo que decía.
Retrocedi unos pocos pasos por la impresión y creí que eran los efectos del alcohol. Me miró un poco dolido
-Soy real mortal y se que jamás hubieses dejado estar cerca de ti si te decía la verdad- dijo con firmeza y se fue acercando a mi- se que querías acostarte conmigo, eres demasiado obvia- tomó mi cintura y me acercó a su cuerpo- y la verdad es que quiero hacerte mía y solo mía- dijo en mi oído
-¿Esto es real?- pregunté atónita y con la respiración pesada
-Si pequeña mortal- dijo cerca de mí. Y me Beso.

Me besó y todo se detuvo. Correspondi y me sentía embriagada ante sus besos. Su mano recorrió mi espalda haciendo que me estremeciera. Llevé mi mano a su cabeza e introduje mi mano en su cabello. Dios nórdico o mortal me hacía estremecer.
Subió su mano hasta el borde de mi vestido y bajó el cierre despacio. Introdujo su mano fría en mi espalda y me estremecí.
-Vas a ser mía- pronunció en mis labios con un tono autoritario que hizo que mi excitación creciera.

Retiró apresuradamente el vestido de mi cuerpo. Besó mi cuello mientras bajaba las tiras de mi sostén. Llegó a mi clavícula y mordió. Gemi un poco alto.
-Hueles bien mortal, te haría mi reina si es que gobernará Asgard- dijo excitado
Quitó mi sostén y con sus dedos fríos recorrió mis pechos. Me excitaban esos dedos helados. Mordí mis labios. Trataba inútilmente retirar su ropaje. Río jadeante y él se la quitó. Su zona inferior se notaba mucho y yo tragué grueso. Solo desnudo la parte superior de su cuerpo y volvió a mí. Cargo mi cuerpo y me sentó en la pequeña mesa. Me seguía besando y arrancó mi delgada ropa interior. Se desnudo completo para mi. Mordió mi cuello y suspire. Tomé su rostro y plante un beso. Se alejó de mí.
-Yo mando- murmuró en mi oído.
Me tiró en la cama. Se introdujo lentamente en mi. Comenzó a embestirme con un dejé de ternura. Aumentaba si velocidad conforme pasaba el tiempo. Besaba mi cuerpo y mordía. Gemía ante sus movimientos. Siguió y yo no quería que parará. Abrió un poco más mis piernas. Besó mis labios mientras yo me fundía en él. Abrí mi boca y un gemido brotó de mí. Sonrió. Mordió mi mentón.

-Hazlo, gime mi nombre- dijo en mis labios. Besó cortamente mis labios y me miró. Gemi, él aumento aún más la velocidad. Y me rendí
-Loki...- gemi con voz baja. En respuesta siguió besando mis puntos débiles. El orgasmo amenazaba con llegar-Loki- gemi esta vez más alto- Oh Loki- gemi mientras el orgasmo llegó a mi. Sonrió triunfal y siguió embistiendo. Gimió dejando todo su orgasmo en mi interior

-Eres mía ahora ¿entiendes? Solo mía y para mí, Olive- jadeo y salio de mí. Lamió mi cuello y volví a estremecerme- mía
-Tuya- contesté pérdida en un trance de excitación y cansancio.

A la mañana siguiente él ya no estaba ahí. Miré al lugar donde durmió (junto a mi) y encontré una daga, junto a esta había una nota con una letra fina y dorada.

Eres mía, pequeña mortal.

Se fue. Abracé la nota y me vestí. Tenía que viajar de regreso a casa.
*

*Gritos de niña loca*
Espero les guste, no cada cuanto pero publicaré lo más rápido que pueda.

Para que no haya confusiones y todo eso, dejenme aclarar qie Evangeline Lily es lo más cercano a mi "Mortal".
Bye.

Pequeña mortal (LOKI LAUFEYSON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora