Recordando la tragedia

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-¿Ves? Lo estas superando- le dijo Adam a Naomi. Había mejorado considerablemente, todavía le costaba, pero según ella ya no tenía tantas pesadillas y flashbacks, y se le hacía menos difícil hablar sobre el incidente.

-¿Y tú ya superaste lo de leila?-

-No quiero hablar de eso-

-Vamos- dijo-Yo te he contado un montón de cosas de mi abuelo, te toca-

-La terapia es para ti, no para mi.-

-Confianza ¿Recuerdas? Si no me quieres contar nada, pues yo tampoco te contare nada- dijo ella cruzándose de hombros.

-…Esta bien, está bien, que quieres que te diga-

-Todo desde el principio, como fue-

-Al principio, yo era el genio de la clase, nadie me quería, pero en eso se apareció ella, como amiga, y bueno me enamore de ella, estuvimos durante dos años, yo entre a la  universidad  pero a ella no le importo, hasta que un día…- El suspiro. Hacía tiempo que no hablaba de eso. –Un día…ella simplemente desapareció, yo estaba en el  campus de la universidad y… me llamo su mama a preguntar si estaba con ella. Fue…la peor noche de mi vida, nadie supo nada de ella, según su mama ella salió a correr en la tarde como lo iba haciendo durante los últimos meses, pero nunca volvió. La policía estuvo buscando por días, hasta buscaron a todas las Leila Hudson que había, pero ninguna era ella, simplemente desapareció del mapa, así como si nada, todo mi mundo se vino abajo, y justo cuando ya lo empezaba a superar, alguien se enteraba y me decía que todo iba a estar bien. Pero eso no era verdad, nunca lo fue. Odio cuando te mienten para que no te sientas mal, es una jodida mierda.-

-Te entiendo- dijo ella.-Cuando mi abuelo murió, me metieron a todo tipo de terapias, yo lloraba todas las noches, y recuerdo que mi mama me decía que todo iba a estar bien pero… ¿Cómo puedes decirle que todo va a estar bien a una niña que acaba de presenciar la muerte de su abuelo? A veces me sorprende lo estúpida que puede llegar a ser la gente-

-A mi igual- dijo el mirando la hora. –Bueno creo que hemos terminado por hoy-

-Ok- dijo ella. Se despidió y se fue. Adam estuvo recordando el incidente de Leila. Lo recordaba como si fuera ayer.

******flashback******

Ese día estaba en el campus. Miro la hora: 4:30, su teléfono no dejaba de sonar, miraba a pantalla, la cual decía “leila”. Estaba peleado con ella, no iba a responder. Lo que no sabía, era que se iba a arrepentir de por vida por no haber contestado esa llamada. Cerró los ojos y se quedo dormido. En eso, sintió que alguien le tiraba un almohadaso. Miro la hora, 11:30. Estaba tan cansado de estudiar que lo único que le provocaba era dormir. Pero claro, siempre tenía a Harry, su compañero de cuarto, que lo mantenía despierto pase lo que pase.

-¿Puedes parar?- dijo Adam frustrado al ver que Harry no le paraba de tirar almohadazos.

-No-

-¡Ya pues!- dijo cuando le cayó otra almohada.-Te he dicho que…- en eso le cayó otra.

-Pareces un niño de seis años que solo quiere su helado-

-es que estoy cansado y tú me jodes como la puta madre-

-Tranquilo- En eso sonó su teléfono. No iba a contestar, no estaba de humor. -¿No vas a contestar?- le dijo su amigo.

-No, estoy demasiado cansado- Intento ignorar el maldito timbre pero este no paraba de sonar

-Por dios contesta que es irritante, deberías de cambiar de tono-

-Cállate-

-Bien, entonces yo contesto.- Dijo su amigo cogiendo el teléfono.- ¿Alo?- dijo mientras fruncía el ceño –Bien, tranquilícese, acá se lo paso- Adam volteo hacia su amigo que le tendía el teléfono. Le hizo la seña para que le dijera quien era, y su amigo frunció más el ceño.

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