XIV

165 15 0
                                    




H a r r y

Cuando ella se marcha me quedo solo en mi habitación, estoy acostumbrado a discutir con las personas sin sentir remordimiento alguno, pero con ella es diferente. Aprieto los dientes y observo la entrada, esperando a que vuelva.

¿Acaso no entiende que lo hago para protegerla? Por su puesto que no. Recuerdo el encuentro que tuve con Tristan y no le daré la razón. Piensa que mis sentimientos han cambiado y mi objetivo se ve nublado por ellos. Me acuesto y la dureza de un objeto se incrusta en el costado de mi espalda, lo tomo y es el celular de Mare. Se enciende una y otra vez mientras le llegan toneladas de llamadas de Zayn, por un momento siento una punzada en mi pecho y me pregunto para qué le llama tanto. Me canso, así que veo un mensaje que dice sobre una fiesta de uno de los chicos de la escuela.

Yo no voy a fiestas y no pienso ir a esta.

Pasan de las diez de la noche, miro hacia mi ventana y observo la casa de Mare y me pregunto si aceptó a salir esta noche. Tomo su celular y mi chaqueta cuando el impulso crece en mi para ir a buscarla. En su casa sus padres me dicen que ha salido a estudiar a casa de Zayn. No pensé que fuera mentirosa, se exactamente que estudiar equivale a otra cosa.

Una vez en la fiesta, me mantengo al margen de las personas, ellos parecen esquivarme pero no me interesa. Un par de chicas me miran inquisitivas y las ignoro, mi mente solo está en una sola persona. Entonces la veo. Indiferente a lo que sucede a su alrededor, se pierde en el movimiento de las luces y se ilumina su rostro, cambia un vaso con alcohol por uno sin esa sustancia.

Se retira la chaqueta negra y deja ver su figura. Intento apartar la mirada pasan los segundos y no consigo hacerlo. Mare se gira y me ve, se por las muecas de rostro que sigue molesta. Después de un momento, recupero la compostura y me acerco.

—Ya llegó el soldado de las montañas, mandón y criticón. Será mejor irnos , no quiero lidiar con su frialdad en estos momentos, porque si lo veo soy capaz de...

—Capaz de qué Mare— digo firmemente.

Le doy su teléfono, me ignora por completo y toma Adriana. De inmediato noto que algo no anda bien, no cuando veo a Tristan acercarse a Mare, sabía que estaría rondando y que no regresaría al campamento. En cuanto él empieza hablar sé que debo intervenir, así que tomo la cerveza.

Nos alejamos hacia el patio, aprieto mis puños e intento controlar la ira.

—Te hemos extrañado en casa, muchas cosas han cambiado desde que te fuiste, por ejemplo, no hacemos fiestas, quizás cuando vuelvas con Mare y nos ayude a recuperar la Tierra Perdida, ambos pueden organizar una fiesta de victoria. Claro, eso solamente si le dejas de mentir y le dices la verdad— dice Tristan una vez que nos alejamos de la multitud. 

—Vete de aquí y no vuelvas— Me aferro a la botella de cerveza y se comienza a calentar a velocidad, la cerveza hierve y el vapor sale por la boquilla. Él observa mis manos, sabe que me estoy conteniendo el calor dentro de mi.

—Styles, mi amigo Styles. Te haz vuelvo descuidado, desaliñado y haz faltado a la regla número uno que tenías, que es servir a la causa, servir para recuperar lo pedido y sobretodo nunca involucrarse con nadie. Al menos eso es lo que me dijo Natasha cuando la rechazabas una y otra vez. Pero esa es otra historia, esta chica, Mare es diferente ¿cierto? podría decir que te tiene cautivo y con razón, solo basta con mirarla.

Tristan la observa, ella está sentada cerca de la alberca y disimuladamente nos observa con curiosidad. Me distraigo por un momento al ver sus labios apretados y tensos, cuando Zayn llega se relaja un poco, la abraza y la hace reír.

—¿Por eso estás tan molesto?— los apunta— Deja tus celos y problemas amorosos para otro lugar, se que es algo nuevo para ti y no sabes como manejarlo así que te voy a dar un consejo. En cuanto le digas sobre quiénes somos nosotros va a caer ante tus pies.

—No digas más estupideces.

—Deberías de darme las gracias, no todos son igual de pacientes como yo. Te estoy cubriendo la espalda, imagina qué pasaría cuando los otro y los generales se enteren que haz estado jugando al mortal con Mare.

—Esta es mi misión, nadie confiaba cuándo les dije que probablemente estaría viva, solamente Aura lo entiende. Ahora, quiero que te vayas y ni una palabra a nadie sobre Mare, es una orden Tristan ¿entendido?

Mi rango es superior al suyo, Tristan lo sabe y debe de acatar las órdenes por lo que se molesta, da un trago a su cerveza y me mira desafiante. Me acerco a su oído y a escasos centímetros le susurro.

—Otra cosa más, si te vuelves a acercar a ella no será esta cerveza en mi mano la que estará hirviendo. Será tu sangre.

Se aleja sin decir nada más y desaparece entre la multitud. Mare me observa con preocupación. ella es inteligente y poco a poco desconfiará más en mí, si no es que ya lo hace. Debo de hacer algo para enmendar la situación. Por una parte Tristan tiene razón, a este punto esperaba que las cosas fueran diferentes. En las aldeas predomina el peligro, las ciudades son mucho más violentas y Los Rojos no desisten en querer apoderarse de más territorios. Me duele pensar que me he desviado, debo recuperar el curso cueste lo que cueste.

Mare y Zayn entran a la casa, abrazados y ella desaparece de mi vista.

*

Estoy cerca del campamento, me integro en el bosque sigo las runas que indican el camino. Después de un largo rato caminando, nuevamente me cuelo a la cabaña de Aura, la luna es intensa y brilla sobre el lago. Cruzo el umbral y llego al vestíbulo del invernadero, entonces Aura se da la media vuelta, me sonríe, sé que me ha estado esperando.

—¿Quieres chocolate espumoso?— toma una taza de té y me la ofrece, la acepto sin tener la intensión de probarla.

—Aura, Tristan tiene razón. Estoy desconcentrado y no se por qué.

—Tanto como Tristan como para ti, recuperar la paz y el orden es lo único que nos importa. Todos tenemos un mismo objetivo. Pero para llegar a eso hay que renunciar y sacrificar muchas cosas.

—No voy a renunciar a quien soy, el objetivo es lo único que me importa.

—Mentira. Harry, se que siempre te muestras duro y fuerte por la vida, así es como creciste. Tu pasado y tus raíces influyen mucho en quién eres ahora, pero nunca olvides que puedes cambiar y eso no es malo. Como te lo dije la última vez que viniste, la sonrisa te queda mucho mejor que antes, ahora no es vacía.

—He entrenado toda mi vida, me he preparado para luchar contra Los Rojos. Sé cada estrategia, movimientos, puedo controlar mis poderes. Pero no logro encontrar la situación o las palabras para traer a Mare. ¿Cómo decirle que es la chica que posiblemente sobrevivió ante la revolución y los ataques en la Tierra Perdida?

—Ah, así que te preocupas por ella. Por su puesto que no será fácil. Pero eso tú ya lo sabes, antes creías que con traerla y cambiarle la vida para siempre sería sencillo ¿por qué?

—Porque quiero que esta guerra termine.

—Sí. Ahora que haz convivio con ella sabes que te importa y no la quieres lastimar, tienes miedo.

Me paralizo ante sus palabras.

—No— digo firmemente y pongo la barrera de bloqueo como siempre lo he hecho— No es eso.

—Harry, te haz involucrado más de lo que pensabas y no hablo solo de la situación.

¿Se refiere a que me he involucrado sentimentalmente?. Aura se pasea junto a sus plantas, da un sorbo a su chocolate espumoso y después me mira con una sonrisa como una madre le sonríe a un niño inocente e ingenuo. Me doy la media vuelta, llegué con más dudas y antes de que pueda salir Aura vuelve a hablarme.

—¿Me hiciste caso cuando te dije que no se podían tocar bajo ninguna circunstancia, cierto?— pregunta y me acaloro en las mejillas.

—Sí, lo he estado pensado y sería peligroso porque somos opuestos, no sabemos como nuestros poderes pueden reaccionar. Pero con todo respeto, no entiendo qué tiene que ver eso con lo que le estoy diciendo.

—Oh Harry, lo tiene todo que ver. El contacto físico, lo es todo.

Fireproof | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora