Capítulo 38: Sentir

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Parecía una pesadilla, sus padres no estaban, su mejor amigo acababa de volver a su hogar y ese sujeto intentaba forzar la entrada. Fue rebajando la fuerza conforme avanzaron las horas, lleganda la media noche desapareció y ella pudo sentir paz, entonces pudo llamar a Etsu.

Etsu: eh.. ¿por qué a estas horas?.
Shiro: Etsu porfavor ven, el sujeto... del que hablamos, estubo aquí y tengo miedo de que regrese pronto.
Etsu: llego en cinco minutos.
Shiro: gracias...

Cumplió con lo dicho y al llegar ella lo recibió corriendo a abrazarlo, sonrojada mentalmente dijo gracias por llegar.

Etsu: ¿sigue cerca?.
Shiro: lo ví dándole cuerda a esa caja, sonó toda la canción y desapareció.
Etsu: ya está aquí. Pero no puedo hacer nada.
Shiro: vaya.. supongo que he de morir aquí verdad.
Etsu: no estoy seguro si serás tu... o yo.

-necesito dormir, el vacío en el que vaga mi espíritu es lo que siempre extraño, estoy estandándome.
Déjalo ir entre estrellas, cerremos el viejo asunto pese a distanciarnos, lo sé estoy muy triste pero no conozco la procedencia de este sentimiento ya que todos ustedes son temporales. Quizá no haya razón para existir o solo estoy triste, solo he conocido esta vida.
-quizá encuentres algo mejor conmigo.
-no veo diferencia al acompañarte.
-te conozco tan bien...
-nadie te conoce mejor que tu misma.
-tu siempre tan cortante.
Etsu: Shiro.. Shiro despierta. Ya amaneció.
Shiro: tube un sueño extraño... hacía frío y era una conversación entre una mujer hermosa...y otra que no pude distinguir bien.
Etsu: ¿de qué hablaban?.
Shiro: no entendía nada. Pero recuerdo estrellas.
Etsu: las hay en todas partes amiga.
Shiro: tu no ayudas.
Etsu: estás envolviendo tu mente en problemas imaginarios.
Shiro quizá sea bueno dejarlo así, pásame un manga, yo invito el desayuno luego.

Mientras tanto en otra parte, un funeral estaba acabando, solo una persona se quedó, tenía el cabello rojo y ojos azules. Llevaba una sombrilla.

-¿otra vez eh? No espero mucho de este mundo ni del otro, siempre te dije eso.

Un sujeto llegó para acompañarla a casa.

-no... iré yo sola. Porfavor hermanos vayan sin mi.

Sacó su broche y lo puso sobre la tumba.

-el te cuidará aquí, yo debo irme.

Tomó una mochila morada y partió a casa, cambió su ropa y tomando todo lo necesario salió de casa, giró por última vez a ver la puerta y dijo.

-Lilith está muerta.

Se marchó en plena lluvia hasta las vías del tren, cinco cuadras desde su casa por la derecha.
Parecía sin reelevancia pero esta joven murió atropellada por un tren aquel día. Sin pensar en nadie ni nada, desapareció en el olvido.

Etsu caminaba cerca de la estación, buscaba algo de beber en las máquinas expendedoras pero solo encontró una vacía cerca del lugar donde ocurrió el accidente.

Etsu: no he podido dormir por culpa de Shiro, entiendo que sea su amigo pero no soy la única persona a quien llamar si algo sucede.

Algo tiró de su ropa, miró pero era una caja musical seguido de la risa de una niña.
Sobresaltado ya no sabía que esperar, Lilith se había desintegrado con el Yume, no quedó ni ameno y nadie más que Etsu la recordaba pero con odio. Odio a una madre que no lo es. Como si no dependiese de la realidad, anocheció solamente existía silencio y vacío salvo por algunas luces de la ciudad entonces derrepente escuchó algo arrastrarse seguido de huesos tronar y una risa burlona de un hombre.

Etsu:Shiro!

Corrió hasta su casa, cada paso era agotador y parecía no acabar, tras lograr llegar y abrir la puerta encontró a su amiga feliz de verlo pero sin saber que ya había muerto, una mano cubierta por líneas horizontales negras y blancas había perforado el centro de su pecho dejando un espacio sangrante, caliente y el incesante ruido de un corazón esforzándose por aferrarse a la vida.

Shiro: gracias por... venir...
Etsu: no... Lilith... Shiro.. ¿qué tiene que ver mi madre con tu muerte?!.

Un sentimiento extraño entre rabia y tristeza lo invadía.

-¿estás triste por algo?.

Buscó con la mirada el origen de esa voz, tras el cuerpo sin vida y colgante de su amiga y el brazo oculto en las penumbras, salió una niña de diez años peliroja de ojos azules y vestida como un varón.

Etsu: ¿quién eres?!.
-Lilith está muerta, tu la mencionaste..
Etsu: eso no responde.
-vas a morir aquí... baku... los otros están muertos, faltas tu y la forma física de la galaxia.
Etsu: n..no..
-la chica murió de suicidio... tu amigo descuartizado, los demás fueron a causa de estos vigias.
Etsu: ¿qué eres?.
-por cada uno de ustedes que mate creceré y ocuparé el lugar de ella, suena algo muy común pero solo quiero tenerlo para que pueda estar en paz.
Etsu: es malo tener una sola vida.
-Adiós hermanito...

Fue consumido entre las sombras por demonios, demonios que caminaban como una araña con el todo invertido. La niña creció.

-nuestro trato está cada vez más cerca y pero debes dejarme vivir en paz.

El frío del espacio aumentó, Andrómeda era la última pero solo podía ser eliminada si regresaba a su forma humana.

Andrómeda: solo quedo yo pero no entiendo que queda, porque simplemente soy un rostro en la oscuridad, el principio y fin de todos estos astros, constelaciones y cometas.
Ahora solo queda mi fin. No tendría sentido morir por algo sin sentido peor me siento cansada.
Como en un sueño adolescente en el que soy el centro de atención para compenzar alguna carencia, escucho música en mi corazón transmitiendo melodías tristes y lentas. Eco en mi pero nadie más lo escucha.

Inconcientemente tomó su forma pero vistiendo un traje espacial, una estrella murió cerca suyo explotando, le cortó la mano derecha, dejando morir a los planetas que colgaban de ella, su mirada se extinguía conforme sonreía como siempre.
En lugar de sangre, de su brazo brotaba el color del espacio, más específico el tono que tiene esta galaxia en las imágenes que pudimos conseguir en estos años.

Andrómeda: tu.....
Viajero: hola... veo que estás muriendo y solo tu comprendiste mi existir, siempre estube con ustedes en el Yume pese a que no notaban mi presencia, todas sus acciones los guían a mi. Puedes escapar se todo menos de tu destino, lo saben de sobra. Gracias pero desde aquí me encargo yo.


Todo comenzó a destruirse por una sola explosión como la bomba de Hiroshima cien veces más potente.

Viajero:¿cómo te siente con eso? Las otras galaxias viven. Los signos no existen, las pesadillas estarán presentes, tus recuerdos viven en mi, abrazaré tu frío recuerdo y también de Lilith, los bakus y esperaré a que otros me necesiten.
Es el fin para ustedes, sería triste. Si no duermes por mucho tiempo existe la posibilidad de soñar despierto, dejaré esto para ti... sabrás que hacer amigo.

Yume no SekaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora