capítulo 6: una fiesta defectuosa

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Usaré escenas de las película, como del libro.

.

Pasó una semana. Ron no me había hablado. No parecía decidir qué decir, pero intenté no pensar en eso.
Luna seguía informándome sobre lo que sucedía en la secta de Lavander.
Todo aún iba bien. Bueno, lo normal: Peeves, haciendo bromas como siempre (parecía que seguía honrando lo que Fred y George le habían pedido el año pasado cuando se escaparon en las escobas), los chicos de primer años se trababan los pies con el escalón (de las escaleras) que aparecía y desaparecía (broma de Peeves), los chicos de mí año seguían habiendo desaprobados en materia de Snape (como siempre le pasa a la mitad de la clase), los partidos de quidditch, Cormac que intentaba enamorarme a cada rato... Lo totalmente normal en Hogwarts...

19:45 PM, sala común de Griffindor.

— Hola Herms — dijo Ginny, parando a ver qué era lo que leía Hermione — ¿Qué es eso?

— Lectura ligera — respondí con mera tranquilidad —. ¿Porqué estás vestida así?

Y realmente era extraño, estaba con un vestido violeta oscuro a tirantes que le llegaba a la rodilla. Se veía bien, pero no veía la razón para vestirse así.

— ah, iba a ir al baile del profesor Slughorn, pero me siento mal, y Harry no tenía pareja, y le recomendé a Luna. Creo que fue a invitarla — dijo pensativa — en fin... ¿Tu irás?

— ¿Qué? ¿Yo? —  en ese momento recordé la invitación. Estaba a punto de matarme. ¿Cómo lo pude olvidar? ¡Qué tonta! ¡Qué tonta! — no puede ser...

— ¿Lo olvidaste?

— ¡Sí! — exclamé asintiendo rápidamente — ¿Ahora qué? ¿A quien invito? ¡AYÚDAME!

— okay, okay... Invita a Cormac.

— ¡¿QUÉ?!

— ¡Es el único de todos los zánganos en la sala que te dará un sí inmediatamente y se cambiará en un santiamén! ¡Aparte no tienes la obligación de estar con el TOOODO el tiempo!

— ... — pensé. Tenía razón. ¿Qué podía perder? — Bien... Voy a invitarlo...

— ahí está el estúpido, haciendo que es modelo o que sé yo... ¡Ve Rápido, que el baile empieza a las ocho y cuarto!

Me apresuré. Estaba allí, sentado coqueteando con otras chicas. Tardó unos segundos en darse cuenta de mí presencia. Yo lo miraba sin expresión.
Y le dije de forma fría:

— Hola, Cormac. Como eres la última y única opción, quería saber si deseabas venir al baile conmigo.

— Que extraño, pensé que lo chicos invitaban a las chicas — dijo de forma petulante, engreída y con una sonrisa estúpida en el rostro, haciendo que las jovencitas de atrás rian entre dientes muy embobadas.

— Bien. Veo que no quieres, así que me voy — me di vuelta con una parsimonia nada propia de mí, por lo exagerada que fue, pero Cormac se levantó rápidamente para tomar mí brazo —.

— está bien, era solo una broma, vuelvo en seguida — y se marchó rápido hacia los dormitorios masculinos —.

Yo me dirigí hacia el lado opuesto.

• • •

Cuando baje Cormac estaba vestido de gala. Yo tenía un vestido rosado, con un escote en V, mí cabello atado en una media cola, y con un collar de oro.
Salimos de la sala común. Después de caminar por unos pasillos y escaleras, llegamos a las mazmorras, donde tenía lugar la fiesta. Dentro lo primero que ví, fue a Neville, estaba vestido de camarero, pero, lo peor era que llevaba bebidas en copas de vidrio. Le tenía cariño a Neville, pero no me parecía que sea prudente hacer que lleve en una bandeja copas de vidrio, y parecía que el pensaba lo mismo, por su estado de nerviosismo

— ¿Quieren una? — preguntó con un tono indeciso — Hay varias.

— No, gracias Neville — contesté, pero Cormac tomó dos de ellas y me ofreció una, mientras Neville se retiraba despacio — No, Cormac, no quiero, gracias.

— ¡Oh, vamos! Una sola — dijo formando en su rostro un puchero — .

— Preferiría otra cosa — contesté, pero me di cuenta de mí error —.

— ¿Otra cosa? — preguntó ahora con una sonrisa que lo hacía verse estúpido, pero creo que pensaba que era seductora.

Él empezó a acercarse y yo a alejarme abriendo los ojos como platos. Lo empuje despacio para que las bebidas no se derraman sobre él, y me aleje lo más rápido que pude.
Solo diez minutos con él, y ya estaba huyendo. ¡Vaya suerte tenía Mclaggen! No pensaba en la más mínima posiblidad en quedar un minuto más con él. Pasé por donde estaba Luna que conversaba de Vampiros con Slughorn y otras personas que no reconocí, me escondí detrás de una cortina, y apareció Harry, no me lo esperé porque no lo había visto en ningún lado.

— ¿Qué sucede Hermione? — preguntó confundido el chico — ¿Por qué te escondes aquí?

— Es Cormac — respondí — fue mala idea invitarlo... Estoy huyendo de él, no me deja en paz.

La cortina se corrió nuevamente, esta vez era un camarero que ofrecía en bandeja unos bocadillos extraños:

— ¿Quieren? — preguntó — son bocadillos de dragón.

— No gracias — respondí —.

— Mejor, te dejan un aliento horrible...

— Pensándolo mejor — dije tomando la bandeja, mientras engullía unos cuantos —, saben horrible... ¡Ahí viene el!

Salí agachada detrás de un grupo de invitados. Le había dejado a Harry la carga de Cormac, y la bandeja de bocadillos de dragón. Tomé un poco de agua que me ofreció Neville, que al parecer ahora no tenía otra cosa que eso. No vi a Cormac, pero vi como Finch entraba con Draco que estaba por poco colgando con el agarre del celador. No escuché lo que sucedió, pero aproveche y emprendí la retirada la sala común de Griffindor. Esa sí, había sido una fiesta defectuosa.

Simplemente tú ♥ Romione ♥ fanfic +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora