En el «Cuarto de imaginación» había mucho ruido. Máquinas trabajando a mil por hora, para conseguir unas ideas, y enviarlas por vía rápida al «cuartel de historias»
LCP trabajaba su mente. Sin descanso, corría de aquí para allá. No paraba de pensar. Había pasado demasiado tiempo lo sabía y los que leían la historia no les gustaba.
— ¡Estúpida chica! ¡Debiste actualizar rápido tonta!
Se grito. Pero entonces... ¡Click! La lámpara de iluminó. Al «cuarto de imaginación» se le había ocurrido la idea.
— ¡Fantástico!
Tomó la máquina de escribir y empezó a hacer el capítulo...Bueno. Había regresado. Punto. No había nada más que hacer. Me cambié para vestirme y ya. Me acosté y dormí, con sueños normales como los de tener una biblioteca como la del Castillo de la bestia.
A la otra mañana era todo normal. No pensaba ver a el tonto de Mclaggen ya fue demasiado por una noche. Así que camine al gran comedor para desayunar unas tostadas con mermelada, y un simple té. Me senté en la mesa de Griffindor y como tranquila: no me había besado Mclaggen, y eso era un alivio. Pero, entonces, me llegó la mala noticia: Ron estaba en la enfermería. Ginny (obviamente) me contó lo que le había dicho Harry: ¡Otra vez! ¡Otra vez la malditas pociones de amor de Romilda! Esta furiosa. Muy furiosa. Era una bomba a punto de estallar, quería ver al pelirrojo y gritarle cosas como:
«¡Estúpido!» «¡¿Porqué tomaste la caja de bombones que estaba en la cama de Harry?!» «¡¿Acaso no te enseñaron a respetar el espacio de otro?!» «¡Estúpido Weasley!»Pero, cuando abrí la puerta de la enfermería con un portazo digno de telenovela mexicana, todo se derritió.
Él, al parecer, estaba dormido, tendido sobre su lecho descansando. Su pecho subía y bajaba tranquilamente, como si nada hubiese sucedido. Su rostro, tan absorto a cualquier cosa de la realidad, era muy bello. Todo lo que había planeado decirle, todo las ganas que tenía de gritarle, se habían escurrido de mí cabeza. Se habían derretido como la mantequilla en una tostada, que al no soportar el calor, se derritió para adaptarse a si nuevo ambiente. Eso me sucedió. Pero con la ternura y tranquilidad que Ronald Weasley poseía en ese momento, y no con el calor de una tostada. Mí pecho, ya no estaba tan frío, se calentaba de a poco como una estufa de gas recién encendida. Quería correr, abrazarle y jamás soltar su cuerpo hasta la primavera, cuando todo crece y pueda sentirme más alegre, más segura. Quise en ese momento que todo sea como antes: caminar los tres por Hogsmeade, descubrir misterios, salvar a personas...Este año, de hecho, puedo decir que fue el más sentimental de todos. El que estuvo más relacionado con el amor. Es verdad, que somos casi adultos, pero, no deja de ser así. También parecía que no sucedía nada. Este año en un poco extraño.
Me acerqué a él con mí creciente calor en mí pecho y me senté a su lado. Verlo dormir era demasiado bello. Debo aceptar, que mis ganas asesinas se habían marchado. No se quedaron a ver cómo mí preocupación y cariño abarcaba cada uno de mis pensamientos y emociones. Por un momento, pensé en la bella durmiente. Qué los papeles se habían invertido, y yo era la princesa que había peleado contra Maléfica para salvar al príncipe de su sueño duradero, con un beso. El impulso de besarlo se quedo en las puertas del cuarto de acciones, porque en ese momento, Maléfica, había entrado a escena, para impedir lo que estaba a punto de hacer.
— ¡Mí Ro-Ro! — exclamó con una cara de horror como si hubiese muerto — ¡No te preocupes! ¡Ya estoy a...!
Su voz perdió su esencia cuando se percató de mí presencia.
— ¿Y tú? — preguntó con una expresión despectiva — ¿Qué haces aquí?
— ¿Qué hago aquí? — le respondí ofendida — soy su amiga, tonta chica cursi.
— ¿Amiga? ¡JA! — dijo con un desprecio notable en su voz — no me hagas reír. Hace meses que no se hablan.
Cuando iba a replicar, ron soltó un quejido. Y empezó a murmurar.
— ¿Ves? — comenzó a decir ella — siente mi presencia. Aquí estoy, mí
Ro-Ro...Miserable. ¿Sentir tu presencia! ¡JA! ¡Ron no siente la presencia de nadie cuando duerme! ¡Es un oso en ivernacion cada noche! ¡Si sintió tu presencia no te sientas afortunada! ¡Es porque tu negatividad y estupidez humana es tan grande que un dementor vendría a abducirte y chupar tu alma, solo para liberarnos de tu tonta e innecesaria precencia! ¡Chica cursi que esto no es un fanfic!
(LCP:Xd)
Los susurros de Ron dejaron de ser simples murmuró para elevar el tono y escuchar una palabra bien pronunciada y alta para que por lo menos los que estuviéramos lo suficientemente cerca a él la podamos oír:
— Hermione... Hermione...
Estaba por saltar de alegría. ¡Dijo mí nombre en vez de el nombre de Lavander! Estaba loca de alegría pero me contuve, e intente mantener una expresión seria, pero lo suficientemente preocupada para que no parezca insensible.
Lavander se fue corriendo lloriqueando.
Dumbledore dijo algo que no entendí pero pude ver la expresión de desprecio de Snape, como si lo que dijo Dumbledore no fue nada gracioso.Me quedé con Ron, porque me había llamado. Y Harry se le cruzó por la cabeza marcharse de ahí (mentira de seguro que fue Ginny que con una de sus miradas le dio la orden, y él para no tener una buena golpiza, y probablemente el cráneo roto. Creo que eligió ese lado de la situación).
No me moví un centímetro. No moví un músculo siquiera. Me sumergí en las aguas tibias que tenía mí corazón, pensando en un futuro con el pelirrojo. Pude imaginar lo felices que podríamos ser.
Solté un suspiro. Era increíble lo que la imaginación podía crear. Sueños grandes, algunos solo permanecían en nuestra mente, porque no hacemos nada para hacerlos realidad, y otros, los cumplimos trabajando duro, poniendo nuestro esfuerzo y tiempo. Pero, nunca estaba de más imaginar un futuro bueno. ¿Verdad?— Mira lo que me haces pensar — dije en un susurro — me haces pensar cosas increíbles. Y te lo agradezco, Ronald Weasley...
Me acerqué a él, y besé su frente. Iba a dejarlo descansar. Me levanté con sigilo para no despertarlo, pero su mano tomó mí brazo. Me dí vuelta sorprendida, Ron se había despertado. Me miraba con algo de súplica, y me habló:
— Quédate aquí un rato más aunque sea — dijo en modo de súplica — ¿Qué te hago imaginar, Herms?
Me quedé congelada. ¿Me había escuchado? Pero, ¿No estaba dormido? ¿No lo dije tan bajo como para que no lo escuche? Demonios.
— Yo, eh... Bueno — empecé a tartamudear mientras me sentaba de vuelta en el asiento — je, je... Yo estaba pensado...
Mí voz se apagó en un instante. Lo miré, y el me mira serio. Por eso, sentí un viento helado correr por mí espina dorsal. Nunca lo había visto serio, o no completamente. Me gustó esa expresión y no resistí a decírselo.
— Me gustas — solté como si ya no importará que me rechace. Bajé la cabeza. Ya sabía su respuesta — me gustas, y mucho Ronald Weasley.
Pero no esperé ver la expresión de rostro: se había iluminado. Ya faltaba poco para que brillos empiecen a rodear su cabeza.
— ¿Y Lavander? — preguntó curioso, algo que dibujo una cara de disgusto — ¿Está por aquí?
— Ustedes dos terminaron su relación de forma no verbal — contesté — ¿Porque ella es tan importante ahora?
— Quería asegurarme que esa chismosa no esté cerca — dijo con más entusiasmo — tu también me gustas, Hermione.
Holis \:y/
Soy malvada. Lo sé. Pero bueno. Por lo menos he actualizado 😅😅😅
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Simplemente tú ♥ Romione ♥ fanfic +18
Fanfiction[CANCELADA] 6to año en Hogwarts. Y dos almas cercanas se alejan por meros celos. Dos almas que se aman, pero no sé atreven a juntarse como las llamas de la chimenea. Éstas almas se aman demasiado, pero un alma distinta interfiere, y en Hermione, se...