Simplemente tú ♥ Romione ♥ fanfic +18

capítulo 3: celos y tirones

Aquí escribiendo en mí computador... perdón, por tardar en actualizar, soy una persona complicada...

Empecemos...

Nevaba. Era invierno. Y hacía mucho frío, pero sentía aún más, por el simple hecho de que mis amigos no estaban tan cerca como lo desearía.
En cambio, Harry estaba con Ginny, Ron con la rubia-oxigenada-gata-callejera (todo junto), Luna y Neville; parecía que se habían dado una oportunidad...

"¡Arrrg! ¿Como puede ser? ¡Todos tienen pareja y yo (como siempre) sin un novio. Mis padres me matarán... Es horrible... Me siento sola. Y la otra estúpida de Lavander cada vez que pasó y está cerca de Ron lo besa. ¡Es a propósito! Me da tanta rabia... Tantos celos... Y simplemente cuido a Harry de las comidas. Por si Cho o alguna fanática intenta enamorarlo con amortentia... Aunque... Ginny ha fajado* a algunas ya" -se decía la castaña- " Y como siempre, yo protegiendo a las personas que quiero, aunque, no se devuelva esa protección... Qué tonta..."

Hermione suspiró. Tenía su bufanda y abrigos, pero el frío lo sentía aunque estuviese en el sillón más cómodo y cercano al fuego de la chimenea. Eso, era malo, ese sentimiento, horrible le provocaba sufrimiento. No podía explicarlo.

La noche pasaba. Y ella sola. No encontró consuelo en los libros, ni en calentarse. Tampoco quería ir a la habitación. Estaban las otras chicas. No podía molestarlas.

3:15 AM

Suspiró. ¿Qué haría ahora? Era muy tarde. Cuando se levantó, se encontró a la famosa “Rubia-oxigenada-gata-callejera” intentó disimular su enfado.
— buenos días — dijo ella con su típica sonrisa falsa, que ocultaba algún demonio interno—.
La miré enarcando una ceja.
— es de noche — le contesté de mala gana—.
— bueno... Sí, pero son las te de la mañana — contesto enfatizando la última palabra con el tono de una estúpida que quiere hacer algo obvio para parecer inteligente

“Es una tarada”

— sí, pero “buenos días” hace referencia a cuando sale el sol. Si no sale el sol no se dice “buenos días” — contesté de poema rápida y seca. Y poniendo el todo de lo obvio, pero yo no soy estúpida—.
Ella formo cara de gata enojada, mientras la miraba neutral.

“La hice enojar, que bien se siente”

— mira — dijo en tono amenazante — te puedo hacer la vida imposible, ¿De acuerdo? No dejaré que me hagas bromas como en 4to año con Dean Thomas, porque la tonta de la pelirroja lo quería ¿Si? — la fulmine con la mirada. Se estremeció muy poco —  no me tomes por tonta, piensa un poco, yo soy la que tiene en sus manos a Ron, y él me cree ciegamente. Lo que yo diga, no importa si es verdad, me lo creerá, y si digo algo en tu contra, el me creerá — mí rabia empezó a subir casi que no era notable —. Haré que tus amigos se alejen de ti, todos te tomaran como la “insufrible sabelotodo” y jamás, JAMÁS Ron se te volverá a acercar ¿Me oíste?

Mí estómago se revolvió al escuchar otra vez el nombre con el que Snape la había apodado. “¿Puedes dejar de ser una insufrible sabelotodo?” lo recordaba a la perfección. Pero no cedí ni un centímetro, a sus amenazas.

— estamos en guerra — dijo ella —.

— ya veremos, Lavander... Ya veremos — repliqué de forma calmada, y dando un golpe pequeño y sueve en su hombro izquierdo, como diciéndole que estaba segura de ella misma, y que no iba a ganar la "guerra". Porque yo era mejor persona, y más inteligente, por lo que más poderosa. Subí las escaleras que se dirigía a los dormitorios femeninos, dejándola perpleja, en su lugar.

7:10 AM. El Gran Comedor.

Estaba yo totalmente despierta. Mientras muchos, aún somnolientos, apenas lograban meter la tostada en su boca. Leía un libro, sobre herbologia. La verdad, sí Lavander iba a actuar con alguna poción, todas usaban algún ingrediente proveniente de la naturaleza. Así, que estaba leyendo por la dudas.
Lugo de unos minutos, llegó Harry con Neville. Estaban hablando de chicas, y cómo hacían para enterarse de lo que sea. Y cuando empezaron a comer Neville vió lo que leía muy interesado, empezó a preguntar.