Half a Heart : Innocence ~Stylinson//TERMINADA

Capítulo 15

 

— Anne, te juro que lo cuidaré muy bien... —Sonreí, tratando de convencerla.

— Está bien, Louis —Sonrió la dama—. Dejaré que vayan.

Funcionó, todos caen ante la sonrisa de LouisT.

— Gracias, gracias, gracias, gracias —Repetí trápidamente mientras abrazaba fuertemente a la mujer, quie se sorprendió.

— Bueno ya son la una, ¿Cuando van a salir?

Sonreí y salí de la casa, con Harry tras mío.

Entré a mi casa y tomé las llaves del auto que nunca mi madre usaba, y yo tampoco, ya que solo me lo permitía cuando eran cosas muy importantes o así...

— ¡Mamá, ya voy a salir!—Exclamé, luego de unos segundos mi madre se asomó por la ventana de la cocina.

— ¡Harry! ¡Hola, cariño! Está bien, cuídense.

Me acequé a mi madre y le di un beso en la mejilla, luego proseguí a salir de la casa.

— Cuídense —Murmuró una femenina  melena rubia asomándose detrás de una revista.

Fruncí el ceño viendo el interés de Patricia y salí de la casa con las llaves en una mano, y la mano de Harry en la otra.

—¿A dónde vamos, Lou? —Preguntó el rizado subiéndose en el co-piloto. Le abroché el cinturón para luego entrar en la cabina del conductor.

—Hmm... es una sorpresa, ángel.

Harry se sonrojó, como siempre... se veía tan lindo...

Supe que este sería un día diferente...

Cuando llegamos al lugar "sorpresa" simplemente Harry quedó maravillado.

— Lou, ¿Qué hacemos aquí?

— Pues... —Bajé del auto y me dirigí al baúl, donde se encontraba una canasta tejida con panecillos, fruta, youghurt, zumo de manzana y dulces.

— ¿Puedo bajar, Lou?

— Si, Harry... —Dije mientras tomaba una manta y la colocaba en el suelo.

Muy cliché todo, pero no se me había ocurrido otra cosa mejor...

— ¿¡Qué es aquello!? —Exclamó alegremente Harry.

Volteé rápidamente y visualicé un ciervo.

— Es un ciervo, Harry.

— Es parecido a lo que tienes dibuajdo en tu brazo, Lou —Dijo mientras se acercaba—. ¿Qué es todo esto, Louis? —Dijo mientras veía sonriente a las cosas que recién coloqué en el césped.

— Ven, siéntate.

— Que lindo... —Dijo tomando un panecillo y observándolo.

— Anda, cómelo —Harry me miró y luego acercó el panecillo a su boca.

— Está delicioso.—Dijo luego de dar el primer mordisco.

— Lo preparé yo mismo, Haz. Para ti.

— ¿Para mi? —Pregunto, halagado.

— Si, solo cocino en ocasiones especiales —Confesé.

— ¿Especiales? ¿Esto es una ocasión epecial? —Dijo, curioso.

— Si, si lo es, cariño.

— ¿Cariño?

Me parecía casi imposible pensar que aquella ternura de rizos cafés me había vuelto a lo que soy ahora, en mi parecer yo había cambiado mucho. Y solo por que me hacía falta amor, y eso fue lo que Harry me regaló.Era impresionante cómo una persona, solo una persona puede enseñarte tanto en tan poco tiempo. Si, Harry me enseñó lo que era el amor veradero, ese que compartes con alguien que amas y mi alguien era Harry, mi Harry. Mi único y solo uno.