Fingiendo ser un Chico (Harry and Zayn)

Capítulo V: 'Tornado'

¿Un tornado?

No puede ser posible.

Intenté pellizcarme el brazo, pensando desesperada que podría tratarse de un sueño absurdo, pero definitivamente, esto no era aquello. Era la vida real.

Antes de que yo pueda soltar un grito agudo y me haga parecer una chica, la puta que estaba junto a mí siguió mi mirada y aulló con todas sus fuerzas:

-¡Un tornado! ¡Auxilio!- sus rubios mechones acariciaron mi hombro, y una de sus uñas rasguñó mi mejilla. Me toqué con la yema de mis dedos el cachete, y pequeñas gotitas de sangre comenzaron a brotar.

Todos los de la clase, inclusive el profesor, se asomaron por la ventana. y murmullos más exclamaciones de horror comenzaron a inundar el salón.

El tifón estaba arrancando árboles, destrozando caminos y despedazando jardines. Se acercaba a la escuela con rapidez, mientras rompía el asfalto y levantaba casas enteras. Yo jamás había visto un tornado, y el corazón casi se me detuvo.

No esperé un segundo más, y me levanté de la silla tomando mi mochila rápidamente. Algunos alumnos me imitaron y salieron corriendo por la puerta, mientras que otros esperaban miedosos indicaciones del docente a cargo.

Tenía en mente a una persona: Chris. Vale, también Cameron, Chace y Zack, pero fundamentalmente a mi hermano. Caminé por los pasillos, ahora con escasos estudiantes corriendo de un lado a otro, desesperados. Poco a poco, el pasaje comenzó a llenarse de alumnos, muchos de ellos – mujeres, en especial – estaban lloriqueando.

Cuando encontré el salón de Chris – él me había dicho, anteriormente, que su aula era la número quince – casi se me cae el alma al suelo del alivio. Ingresé feliz de poder verlo, pero no había nadie allí. Nuevamente, comencé a desesperarme. Corrí hacia la ventana, y divisé el tifón a pocos metros de donde yo me encontraba, y luego al árbol de limones – que estaba pegado a la ventana – ser arrancado desde sus raíces.

Si pensaba que estaba asustada antes, en estos momentos no podía ni moverme. El corazón se me quedó estancado, y mis músculos entumecidos. Me desafié a mí misma a poder moverme y escapar, y lo logré.

Empujando mesas y bancos, salí del salón y me encontré con uno de los profesores – supuse yo – dando indicaciones a los alumnos.

-¡Todos salgáis del edificio y vayáis a las residencias! ¡Bajad al sótano! ¡Hay varias puertas a los costados de la construcción!- exclamaba, y todos los alumnos corrieron siguiendo sus órdenes.

No perdí más tiempo, e imité a todos los estudiantes, pensando que Chris iría al sótano a refugiarse con los demás.

Salimos de la escuela y atravesamos todos, como una masa de gente, el gran parque verde en dirección contraria al tornado. Intenté divisar a mi hermano por entre todas las personas que corrían, y distinguí una cabeza rubia a lo lejos. Intenté calmarme y concentrarme en salvar mi vida.

La muchedumbre se esparció cuando llegamos al pie del edificio donde estaban las habitaciones, ya que habían varias escaleras que se dirigían al inmenso sótano por alrededor de la residencia. Yo seguí a un montón de estudiantes hasta unas puertas en el suelo, ya que no conocía absolutamente nada de esa escuela. Bajamos las escaleras a empujones, hasta abrirnos paso a un amplio sótano, todo de cemento gris, con altos pilares del piso al techo. Estaba repleto de estudiantes asustados y llorando, e intenté buscar con la mirada a algún conocido. Hasta que pude ver la castaña cabellera de Chace, completamente revuelta.

-¡Chace!- grité, empujando a varios adolescentes y profesores hasta alanzarlo.

Cuando llegué, pude ver que Cameron y Zack estaban con él, pero mi hermano aún seguía desaparecido.