¿Cómo es que puedo tener tanta mala suerte? Deseé suicidarme o esconderme de tras de un árbol. Pero no resolvería nada, Harry ya me vio.
-Pensé que no venías a esta escuela- dijo, sentándose a mi lado y mirándome con una ceja levantada.
-Es que no lo hago- respondí.
Él me lanzó una mirada incrédula. Vale, no asisto a Seattle High pero estoy justo aquí. Raro.
-¿Entonces…?- alargó la pregunta, esperando que yo la terminara y aclarara sus cuestiones.
-Yo…- carraspeé-. Mi tío y yo vinimos a por Dylan y Chris.
Vale, fue lo único que se me ocurrió, ¿sí? No tengo una buena capacidad para poner excusas en momentos de presión. Siempre me salen mal, o escapo por un pelo.
-¿Te refieres al señor Montgomery?
-Sí- asentí-. Como es viernes, vinimos a llevarlos a casa.
Quizá podía zafar de esta. Mi padre siempre, pero siempre, venía a buscar a mi hermano de la escuela los viernes. Nunca lo dejó un fin de semana en la escuela como hacen muchas familias. Entonces, supongo, que no hará una excepción este año.
-Dyna- me llamó Harrry, y volteé a verlo dudosa-. ¿Saldrías conmigo?
Tragué saliva. Este momento es incómodo, mucho. Admito que él estaba bueno, muy bueno, y quizá me gustaba un poco. Pero, ¿cómo lo haríamos? Es decir, ¿y si esto lo llevamos al segundo nivel? Si somos novios, se enterará de alguna u otra forma que yo soy Dylan, y que Dyna no existe.
-Pero yo vivo en Manishter, y según sé, tú vives aquí en Seattle- comenté-. Sería difícil.
Por un momento, se me vino la imagen de Zayn a la mente. Con sus tatuajes en el brazo, su cabello azabache y ojos obscuros.
Harry sonrió arrogante.
-Tengo dinero, no hay problema. Te lo aseguro.
Inspiré por la boca y solté el aire lentamente. ¿Qué podía salir mal? No creo que él y yo nos llevemos tan bien como para llegar a ser novios o algo así. Harry y yo no tenemos absolutamente nada en común, y cuando se dé cuenta de eso, me dejará en paz.
-Vale- solté.
Harry sonrió de oreja a oreja.
-Pasaré por ti el sábado a las siete.
-Estaré en lo de mis primos- le aclaré.
Se acerca a mí lentamente, y siento su respiración en mi mejilla.
Oh mierda, mierda.
Santa madre.
Se me eriza el bello de la nuca, y Harry suelta una risita. Me deja un beso en la comisura de los labios.
-Ropa casual, Dyna- dijo antes de levantarse e irse.
Justo en ese momento, tomé mi teléfono y llamé a mi papá.
En tres tonos contestó con su típica y alegre voz.
-¿Dylan?
-Papá- sonreí dejando escapar un suspiro.
-Estoy a una manzana de la escuela, estaba por llamaros- dijo él-. Avísale a tu hermano que baje con las maletas y a tú también. Os espero en la recepción.
-Vale, por esto te llamaba, quería saber si venías.
-Por supuesto que iré cariño, luego me cuentas cómo te ha ido luego.
-Sí, adiós.
-Adiós hija- y luego corté.
Sonreí involuntariamente cuando me di cuenta de que mi padre me había salvado el pellejo, otra vez.
(...)
Estaba sentada en el coche, junto a mi padre como copiloto. Atrás estaba Chris sentado hablando con… Zayn. Sí, él había venido con nosotros a pasar el fin de semana. ¡Asombroso! Sarcasmo, sarcasmo, sarcasmo.
No es que Zayn no me agrade, sólo que él sabe mi secreto, y me incomoda un poco. Es vergonzoso.
Además saldré con Harry, pero sólo para ponerle fin a toda esta patraña. ¿Él y yo? ¿Yo y él? Dylan y Harry, Harry y Dylan. No, no queda bien. Se dará cuenta que no somos de uno para el otro, que vinimos de distintos mundos, y no nos parecemos en nada.
Aunque… ¿en serio quiero que me deje en paz? Sacudí la cabeza. Sí, quiero que se vaya.
Me quité la gorra de la cabeza, dejando caer mi cabello por los hombros; y bufé.
-¡Dylan!- exclamó mi padre en susurro e hizo señas a Zayn con los ojos.
-Él ya lo sabe papá- le expliqué.
-Oh- fue lo que dijo.
Pasaron dos horas de viaje, hasta que llegamos finalmente a Manishter.
Es una ciudad pequeña, donde todos conocen a todos. Sólo consta de dos secundarias, una pública y la otra privada. La gente es amigable, pero, como siempre, hay personas que prefiero se vayan al infierno.
Aparcamos el auto frente a nuestra casa, pequeña de una sola planta. Pero, personalmente, creo que es hermosa. Tiene una fachada pintoresca y agradable. Mi papá es un aficionado a la jardinería, por lo que los fines de semana se toma su tiempo de arreglar el jardín con flores y recortar los arbustos.
-Me encanta lo que hiciste con las petunias- le comenté a papá observando las bellas flores alrededor de un árbol junto a la ventana de la sala.
-Gracias hija- sonrió mi padre.
-Está hermoso.
Bajé del coche y fui a buscar mi maleta. Chris ya había agarrado la suya y estaba caminando directo a la casa junto a papá.
-Te ayudo- dijo Zayn cogiendo mi valija antes que yo.
-No hay problema, la tengo- sonreí un poco.
-¿Qué clase de caballero sería si te dejara llevarla sola?- levantó una ceja.
Le dediqué una sonrisa.
-Como quieras.
Caminamos hasta el porche y me senté en las escaleras poniendo mi cabeza entre mis manos. Estaba cansada de tanto drama adolescente. Quería vivir una vida normal.
-¿No entras?- me preguntó Zayn.
-Me quedaré un rato aquí.
El morocho dejó las maletas en el piso de madera junto a la puerta de entrada y se sentó a mi lado.
-¿Necesitas hablar de algo?
Lo miré unos segundos.
-No, estoy bien. Gracias Zayn.
-Yo creo que te sucede algo, pero no me lo dirás- sonrió casi triste-. Pero lo respeto.
Se acercó, lentamente y yo volteé a verlo. Gran error. Nuestros labios estaban a centímetros, más bien, milímetros. Sentí como su respiración me chocaba las pestañas, y él tomó mi rostro entre sus manos.
Y me besó.
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Holaaaaa perdón el retraso y lo corto :(
PD/ Si quieres una dedicatoria, envíame un inbox.
Multimedia: Dylan.
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Fingiendo ser un Chico (Harry and Zayn)
Teen Fiction-¿Quién eres?- inquirió aquél con rizos castaños, y una sonrisa imperialista. -Y-yo soy…- farfullé. Mierda, los chicos no tartamudean ante otros muchachos. Concéntrate, concéntrate, concéntrate. -Soy Dylan- estreché mi mano, intentando que ésta no...