𝗗𝗘𝗦𝗘𝗥𝗧 𝗠𝗢𝗢𝗡 (𝗜)
—Our time is running out! You can't push it underground! You can't stop it screaming out!~
Dejé de cantar —más bien chillar, que es lo que estaba haciendo—, cuando la puerta del baño de mi cuarto se abrió a mis espaldas. A través del cristal del espejo, empañado por el vapor de la ducha ardiente que recién me había dado, pude ver el reflejo de la cabeza de mi madre, que se asomaba, titubeante e indecisa, seguramente por la incertidumbre de si volvería a encontrarme desnudo como otras veces.
No fue el caso, al menos aquel día ya me había colocado unos vaqueros cuando irrumpió en la estancia.
Una vez hubo comprobado que no iba a gritarle por invadir mi privacidad de aquella forma, entró completamente al servicio. Como todas las noches, ella iba vestida con un camisón largo de silueta fluida con estampado de estrellitas, celeste y de tirantes, que había estado usando como pijama durante aquel verano. La hacía verse como una joven en lugar de una señora adulta, en combinación con su bonita melena teñida de cobrizo y recogida en una descuidada coleta alta.
Se acercó a mí, y yo bajé la música que salía del pequeño altavoz que tenía puesto a todas horas, preparado para escuchar qué era lo que venía a decirme.
—¿Eso era Muse? —Preguntó, refiriéndose a "Time is running out", la canción que segundos atrás sonaba a todo volumen.
—Ajá... —Asentí, para nada sorprendido de que hubiese reconocido la banda británica.
El gusto musical de Jeon SooJin, mi madre, era bastante parecido al mío, aunque también mucho más variado. Ella conocía un rango extremadamente amplio de estilos y artistas, pero sobre todo le apasionaba el rock and roll. De joven tocaba la batería y el bajo, y a veces la solicitaban como segunda guitarra en una banda cutre de la que sus dos hermanos eran partícipes.
Pero en el presente ya no hablaba con mis tíos, de hecho, yo ni siquiera los conocía. Por la forma en la que contaba las anécdotas de esta etapa de su vida, sabía lo mucho que mi madre amaba aquel ambiente. Por eso me apenó que cuando le pregunté por qué se había alejado, me contase que al conocer y enamorarse de mi padre —realmente fue al quedarse embarazada de mí muy joven, pero esa parte siempre la excluía—, tuvo que cortar con todo aquello de raíz.
Según ella, mi progenitor y su familia, la hicieron sentar cabeza, convenciéndola para llegar a la universidad y dejar las clases de música que tomaba. Juntos estudiaron empresariales, y a día de hoy podría estarle agradecida por muchas cosas, pues tras casarse y tener a su primer y único hijo, logró convertirse en una de las mujeres de negocios mejor reconocidas de su entorno.
Ciertamente, a los dos les iba bastante bien trabajando juntos para la empresa de mis abuelos —empresa que yo supuestamente heredaría en un futuro—. Aún así, cuando me observaba orgullosa mientras practicaba con la acústica que me regaló por mi décimo cumpleaños, o todas esas veces que la pillé emocionándose al oírme cantar temas de sus grupos favoritos, no podía evitar preguntarme si ella le guardaba algo de rencor a su marido, o tal vez a sí misma, por dejarse convencer y haber cambiado el rumbo de su vida de una manera tan drástica.
Por haber abandonado el que era en realidad su sueño.
—¿Desde cuando escuchas tú a Muse? —Levantó una ceja, inquisitiva. El alternativo no llamaba especialmente mi atención, más bien era el hard rock clásico, con grupos como Guns N' Roses, Aerosmith o AC/DC, lo que yo escuchaba. Y ella, que era quien pagaba todos los discos y posters de los que me encaprichaba, lo sabía muy bien.
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RETOS | jjk.
Fiksi Penggemar¿Y si un simple juego con tus amigos te hiciera desear ponerle fin a todo? Retos, secretos, tensiones y conflictos tendrán lugar en esta historia. Con una sola condición; está prohibido enamorarse. -¿𝘑𝘶𝘨𝘢𝘮𝘰𝘴? ✭ Historia original: @vperiago |...