RETOS | jjk.

𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒 | 𝟖

𝗙𝗜𝗥𝗦𝗧 𝗥𝗢𝗨𝗡𝗗

La inquietud se desvanece con el tiempo, y el tiempo pasa más rápido cuando te mantienes ocupado. Así que eso hice. Durante la semana próxima a nuestra visita al "Desert Moon", evité quedarme a solas para huir de mis propias cavilaciones, principalmente protagonizadas por aquella ardiente stripper y, por supuesto, la imposible JinYun.

Pero no me malinterpretéis respecto a esta última. Tampoco era como si estuviese obsesionado hasta el punto de no poder sacármela un segundo de la cabeza. Simplemente pasaba un rato difícil al cruzarme con ella por los pasillos del instituto. A veces nos saludábamos de pasada. Otras incluso me buscaba con su mirada y me sonreía mientras guardaba sus cosas en la taquilla.

Mierda, juro que ser el destinatario de su sonrisa bastaba para hacerme sentir eufórico y capaz de todo.

También estuvo aquel martes, cuando se sentó a mi lado en la hora de música. He de decir que no fue por elección propia, tan solo llegó tarde y el hueco a mi izquierda era el único que quedaba libre. El caso es que me sentí como flotando en una nube hasta que la clase terminó, envuelto en la dosis de adrenalina que suponía para mí el aroma de su perfume. Ese que olía a café y a flores. Era dulce, pero no tan suave. Me parecía muy adecuado para ella, y de repente solo quería acariciar su cabello negro, apartarlo a un lado y acercar mi nariz a su cuello para poder percibirlo mejor.

Pero no me estaba obsesionando. Qué va.

Así como tampoco casi tropecé al cruzar las puertas de entrada al centro y verla. Vestía de nuevo con el uniforme del establecimiento, tenía la espalda apoyada contra su casillero y conversaba alegremente con una chica bajita de pelo violeta y ojos verdes.

"Oh Dios mío", pensé cuando ambas se giraron hacia nosotros. ¿Yun y Sook hablando juntas? Teniendo en cuenta lo que ocurrió en aquella fiesta, ciertamente no me apetecía saber de qué.

—Eh, creo que nos miran —fue Taehyung quien lo advirtió primero.

—Es un dúo interesante —Yoongi señaló, sin detener sus briosos pasos.

—Lo es, ¿verdad, Kookie? —Por supuesto, mi queridísimo mejor amigo tenía que intervenir también. —Quién sabe la mierda que estarán hablando de ti a tus espaldas.

—Cómeme los huevos, Jimin —bastante molesto, miré a otro lado y chasqueé la lengua cuando el ahora rubio me guiñó su ojo derecho.

—No creo que Jungkook sea de quien hablan —negó Yoongi, al tiempo que avanzaba en dirección al vestuario masculino, donde nos reuniríamos con los demás. —¿No fuiste tú quien plantó a la pequeña en esa fiesta?

—Bueno, tal vez sí fui —tranquilamente, Jimin se encogió de hombros. —Sin embargo, nuestro amigo aquí copió mis movimientos y la dejó toda caliente para irse a perseguir a la otra —con el orgullo brillando en su mirada, palmeó mi brazo mientras sonreía.

—¡Ah, ahora lo entiendo! —Taehyung arqueó las cejas, de repente captando algo. —Por eso ella te abofeteó antes de marcharse.

—¿Qué? ¿Esa mocosa te volvió la cara? —Yoongi rió. —Mierda, como que la chica me encanta de repente —giró la cabeza, supuse que para darle una mirada a Sook por última vez antes de entrar a los vestuarios.