Parte Doce: Decisiones

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Habíamos tenido otra salida entre amigos. Ya se estaba volviendo una costumbre y con Chouchou ya estábamos hartos de verlos filtrear. Pronto estaríamos en segundo año y ellos seguían coqueteando, ¿hasta cuándo? Intercambiamos una mirada de resignación, ya encontraríamos una forma para unirlos, habíamos hecho un trato al principio del año y todavía no lo habíamos concretado. Mirando para atrás me di cuenta que han pasado muchas cosas en este año y que mi relación con ella mejoró muchísimo.

Estoy contento con el resultado.

Pedimos unas malteadas en uno de los restaurantes, Boruto y Chouchou pidieron unas porciones de tartas que tenían sabores extraordinarios. ¿Cómo hacen para competir y quedar bien los dos? Mientras ellos pedían eso y los veía discutir, Sarada y yo los esperábamos en nuestra mesa. Sarada se quedó viendo su malteada hasta que me dijo algo que me sorprendió:

—¿Te enteraste de que se irá a estudiar al extranjero?

Bajé la mirada. No quería recordarlo. De solo imaginarla lejos de mí, me ponía nervioso, suspiré.

—Trataré de apoyarla.

—¿No estás molesto?

—¿Por qué debería?—ella pareció dudar.

—Chouchou me estuvo contando que no sabía cómo decírtelo. Tiene miedo que tu rompas con ella o que su relación se distancie—tomó de su malteada.

—Creo que se preocupa demasiado. La amo, ¿por qué la cambiaría?—le sonreí. Sarada parpadeó confundida y me correspondió la sonrisa.

Chouchou y Boruto se incorporaron con nosotros peleando y discutiendo en saber quién ganaría la comptencia. Sarada se sostuvo la sien, soltando varios suspiros y yo me reí de sus locuras. Eran grandes amigos después de todo. Boruto se sentó a centímetros de Sarada y ella conmigo. Boruto molestó a Sarada con la malteada y le robó un poco, mientras se reía de sus expresiones, ella lo fulminó con la mirada y le quitó una porción de su pastel. El se quejó.

Intercambié una mirada con Chouchou, pensábamos lo mismo, tenían una energía igual y debían terminar juntos, ellos eran los que no querían aceptarlo. Terminé mi malteada y al fin pregunté:

—¿Qué harán si el año que viene no terminamos en el mismo curso?

Hubo un silencio incómodo y unas miradas incrédulas.

—Ojalá terminemos el bachillerato en el mismo curso—aseguró Boruto.

—Sí, es verdad. No quiero separarme de Sara-chan—dijo y chocaron sus palmas.

—A mi también me gustaría—coincidí. Miré a Chouchou—. Entonces, ¿sabes en qué universidad estudiarás...?

—Ah...—se sobresaltó—. Será difícil el ingreso, pero quiero estudiar en Kiri. Me quiero dedicar a decoración de interiores.

—Al menos tienes buenas ideas—se quejó Boruto—. Yo probablemente siga algo de finanzas o marketing, seguro mi padre quiere que estudie eso—suspiró—. Aunque pensándolo mejor, todavía ni sé qué quiero de mi vida...

—Eres bueno en los deportes—sugerí—. Podrías hacer profesorado...—pensé un poco más—. Incluso juegas a volley.

—Es verdad, pero mi padre quiere que siga el negocio Uzumaki—resopló—. Me gustaría pasarme la vida jugando—rio. Recibió un leve golpe de Sarada—. Auch....

—No deberías ser vago toda tu vida—le sacó la lengua—. Debes mantenerte. ¿O vivirás con tus padres toda tu vida?—él levantó una ceja y la miró.

Ojos Almendras  (MitsuChou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora