Parte Uno : Amigos

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Era el primer día de clases y Boruto ya estaba tardándose. Lo esperé en la puerta de su casa, insistí tocando el timbre y no salía, la persona que me abrió la puerta fue su hermana: Himawari. Era una chica muy enérgica, más que él, con una sonrisa encantadora. Tiene trece años y va al secundario. No vamos al mismo colegio, lo noté porque usaba uniforme de una escuela privada, y era un colegio que no conocía. Quizá debía tomar el tren para llegar. Nuestro colegio no quedaba lejos de su casa. Yo sí vivía en un poco más lejos. Debía tomar un tren.

—Mi hermano está durmiendo. Mamá ya lo fue a despertar—dijo y se despidió.

Asentí con la cabeza y la saludé con una sonrisa tranquila. Esperé un rato más y escuché su voz, chillona, quejándose. Esbocé una sonrisa. Típico de Boruto. Siempre intentando mantener todo bajo control. Comió a las apresuradas y enfilamos  hasta el colegio. Cuando llegamos a la esquina había tocado la campana. La ceremonia de ingreso comenzaba en menos de cinco minutos. Nos buscamos en el listado de nombres, Boruto saltó de la alegría al verse en el mismo curso que yo. Normalmente es quien se alegra por todo y demuestra sus emociones. Yo soy más del tipo reservado. Es extraño demostrar cómo me siento. Soy más de las acciones. Boruto tiene una personalidad opuesta a mí. El es el como el sol y yo soy como la luna. O algo así.

Caminamos hasta el patio principal donde estaban todos reunidos, nos teníamos que ubicar por curso, formar una fila. Por suerte iba detrás de Boruto, en la mitad de la fila, cuando el profesor y el director del colegio comenzaron a dar sus discursos, noté a mi amigo aburrido. Suspiró y bostezó. Escuché la voz de una chica regañándolo. Eso me sorprendió:

—Boruto, deja de ser maleducado...

—Tu deja de ser aburrida—le reprochó.

Enseguida empezaron a discutir en voz baja. No sabía que la conocía. Esa chica de gafas rojas parecía ser la típica chica que cumple las reglas, eso quiere decir que es lo opuesto a Boruto, sonreí disfrutando de su pelea, hasta que alguien chocó conmigo. Era bastante corpulenta. Me sorprendí al principio. Pero lejos de parecerme un estorbo,noté que era una chica más baja que yo, con dos coletas alborotadas y lacios, cabellos castaños claros y....unos ojos almendras que me fascinaron.

—¡Sarada!—le gritó la chica y la sujetó del brazo—. ¡Me dejaste sola en la estación! ¡No tienes idea todo lo que me pasó en el camino...!—protestó.

—Chouchou, lo siento—se disculpó—. Es que sino iba a llegar tarde a la ceremonia...

—¡¡¿Ah?!! ¿Y crees que yo no?—bufó. Uno de los profesores le pidieron que se callaran. Ambas se avergonzaron.

Sonreí. Esa chica me sonaba familiar de algún lado. Solo que no recuerdo de dónde. Suspiré y me concentré en la ceremonia. Al finalizar el discurso los tutores nos llevaron a nuestro curso. Los cuatro estaríamos en el mismo curso. Boruto seguía discutiendo con Sarada, cuando llegamos nos acomodamos en nuestros asientos y yo le susurré:

—¿De dónde la conoces?

—Somos amigos de la infancia—resopló molesto—. Es irritable. Siempre es tan quisquillosa y aburrida.

—¿Te gusta?—sonreí pícaro. Noté su rostro rojo como un tomate y me arrojó con su carpeta en mi cara. La esquivé a tiempo y seguí sonriéndole—. Tomaré eso como un sí.

El se arrimó y me susurró.

—¡No, no, no! ¡Es solo mi amiga! ¡Además...es!—volteó hacia ella y se sonrojó—. No es mi tipo...—se notaba que mentía. Como cuando miente de que no le gusta una hamburguesa. Ese mismo tono usó. Me reí. Era chistoso.

Ojos Almendras  (MitsuChou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora