Parte Cuatro : Rumores

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En la semana se celebraría el festival deportivo. No era una de mis actividades favoritas, de hecho lo odiaba, ¿por qué? Bueno, precisamente, porque no me gustaba el deporte y porque era una excusa para que el club de fans de niñas mimadas nos siguieran por todas partes. Creo que ambos coincidíamos de que era molesto. La diferencia era que Boruto si era bueno en los deportes y le gustaban. Quizá algún día sería un excelente entrenador de volley o lo que fuera. Era inteligente, habilidoso y popular. Yo también lo era. Solo que era más de perfil bajo.

Los mensajes ofensivos que había recibido Chouchou todavía seguían en mi mente. Desde la semana pasada que no hablábamos y mi amigo se dio cuenta de ello. Quizá porque lo había hablado con Sarada. Después de todo eran amigos de la infancia y ella se la pasaba en su casa jugando videojuegos. Boruto me sacó de mis pensamientos cuando estaba intentando terminar mi jugo. Estábamos en un restaurante de comidas rápidas.

—Ey, Mitsuki ¿me escuchas?

—Perdón. Estaba pensando algunas cosas..—sonreí.

—¿En qué pensabas?—me preguntó mientras le daba un mordisco a su hamburguesa.

—¿Qué debe hacer una persona ante una situación de bullyng?

Boruto se me quedó viendo con una expresión confundida, levantando una de sus cejas y tragando con dificultad la carne. Se llevó el jugo a la boca y lo sorbió tratando de pensar una respuesta. Me miró con el cejo fruncido, parecía recordar algo del pasado.

—No debes quedarte sin hacer nada—terminó su jugo—. Eso te convertirá en un cómplice. Y el bullyng se debe evitar. Nadie sale ileso de eso. Las personas quedan destruidas—bufó.

—Lo dices como si lo hubieras vivido—me sorprendí.

—A Sarada la molestaban en la primaria—soltó un fuerte suspiro—. Si ahora la ves agresiva, es porque tuvo que aprender a defenderse. La lastimaron mucho.

Ya veo porque Chouchou y ella eran tan amigas. Ambas se comprendían. Habían pasado por situaciones similares o idénticas. Entonces Boruto era como yo. Odiaba las injusticias y quedarse callado. Miré hacia la ventana. Hice un buen análisis. Debía actuar antes de que las cosas se complicaran aún más. No quería que Chouchou volviera a salir herida por segunda vez en su vida. No quería que la destrozaran. No lo perdonaría.

—Chouchou recibió unos mensajes ofensivos—expliqué. Boruto sintió impotencia, lo noté porque cerró sus puños—. Buscaré la forma de encontrar a las responsables. Solo que no sé cómo hacerlo.

—Estoy seguro de que están en el club de fans—dijo él y tecleó un mensaje—. Le pediré a Shikadai que hable con los profesores...

—¡Espera!—le ordené—. No quiero que todo el colegio se entere, podrían expulsarnos...—intenté calmarme—. Sabes que el director Iruka es estricto con estas cosas...

—Entonces, ¿qué harás?

—Hablaré con ellas en persona.

No tengo idea si cometí un gravisimo error en intentar hablar con las chicas del club de fans, porque en cuanto pisé su territorio, terminé haciendo que las cosas se volvieran más complejas todavía. Decidí hablar con la presidenta del club para poder llegar a un acuerdo y evitar que esto se vuelva un problema más grande. Lejos de funcionar mi estrategia, todo se fue por la borda en cuestión de minutos. La presidenta del club de fans era una chica de cabellos rubios lacios. Tenía una apariencia delicada y no lo era. Su nombre era Hiroyuki Ayumi. Me miró con una expresión confundida.

—¿Qué haces aquí, Mitsuki?—sé que ella gusta de Boruto.

—Quiero hablar con las responsables de los mensajes ofensivos hacia Chouchou Akimichi—dije molesto.

Ojos Almendras  (MitsuChou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora