《¿Tuya? Nunca》Zagr

Capítulo 27

ｕｎａｓ ｓｅｍａｎａｓ ｄｅｓｐｕéｓ

Miércoles, miércoles que inicia con mier y ¿Saben qué otra cosa inicia con Mier?

¡Si!

¡Si, es lo que piensan!

Mierda.

Si, es otro miércoles mierda.

Hace un tiempo que ya puedo comer en el cafetín y ver a la chusma y insultarlos (o como la mayor parte del tiempo, ignorarlos) cada que se de la oportunidad.

Farándulas estúpidos y exhibicionistas.

No los soporto.

Ya deje de arreglar libros a la salida con Zim.

Luego les hablo sobre ese renacuajo andante.

Ahorita se van a enterar sobre mis miserias y cosas diarias.

Entonces hemos estado un poco lejos.

Quisiera decir que estamos súper distanciados o que él se ha calmado o que por fin se le olvido esa mierda de la apuesta.

Esa condenada apuesta, maldita sea.

La cosa es qué a pesar de que ya puedo entrar al cafetín y comer ahí y todo eso, no siempre voy.

Las mesas de afuera son solitarias y calmas, no hay comida pero, no es como que me preocupe por que la mayor parte del tiempo no como nada de ahí por que sé que la cocinera es muy sucia, así que eso me viene y me va.

Y de vez en cuando voy a ver a la señora Spencer, a pesar de que ella cree que debería de al menos intentar algo con Zim, y por mucho que le digo que no, ella me ignora y dice lo que quiere y me aconseja lo que ella cree que es "bueno" para mi.

Diga lo que diga, yo pienso que lo mejor para mi es irme de este pútrido pueblo y iniciar desde cero, donde absolutamente nadie me conozca.

Pero, ni modo, por un oído le entra y por el otro le sale.

Ahora, si, lo que tanto esperaban, llego el momento de hablar de Zim.

Oh, pues, no conoce límites, literalmente no los conoce.

Ya no pago por comida oblo que sea que quiera por que él lo consigue, así que todo gratis.

Aun compartimos la clase de literatura y química y antes de que pueda hacerme con alguien más para cualquier trabajo, él exclusivamente en voz alta dice que va conmigo.

Luego, no hay día que no me acompañe a casa, a veces logró quitármelo de encima pero, es casi imposible últimamente.

Para mi buena suerte ya dos semanas, solo dos semanas y ya, seré libre.

Y Zim por fin dejará de hablarme, me dejará en paz y por fin volveré a estar sola de nuevo.

-Pequeña, -me llamó el dientes de zipper. - ya esta terminado el ensayo de la historia de Charles Dickens.

Al menos ya no me desveló haciendo las tareas.

Punto a favor.

Tome el ensayo que hizo y lo hojee brevemente, parece tener buena gramática y no es información tan repetitiva.

Parece al menos un siete o ocho seguro.

Peor es nada.

-Lo hiciste mejor. -le comenté sin soltar esos papeles, tenía que protegerlos con mi vida. -

Caminábamos al aula del profesor alegría eterna, ya había pasado una hora de clases sola y pude descansar de su constante presencia.

Pero, pues, desgraciadamente nada es eterno, en especial las cosas buenas como la calma, el silencio y la dulce soledad.