《¿Tuya? Nunca》Zagr

Capítulo 30

-Hola, Gaz. –escuche una voz saludarme, una voz que nunca pensé que haría eso de nuevo. –

Oh, no.

Era Torque, me asombra que me haya saludado.

Después de todo lo deje burlado y gracias a Zim quedo amarrado en el cuarto de sus padres.

Ni idea de cómo se salió de esa, de seguro alguno de los urgidos de su fiesta entro al cuarto y él les pidió ayuda antes de que iniciara la acción.

Es la única cosa que se me ocurre.

Se me hace tan raro que me salude y se mire de buen humor conmigo.

Esto esta raro y también incómodo.

No estoy entendiendo nada.

-Hola, Torque. –le salude confundida. –

-Quiero hablar contigo. –me dijo y busco como sostener mi mano. –

No puedo ni siquiera manejar que Zim esté detrás mío, menos que llegue a soportar a alguien más.

Gaz, la chica que es perseguida solo por idiotas que no le interesan en lo más mínimo.

Capitulo dos, Torque el tipo atlético que intento besarme sin permiso quiere hablar conmigo y no sé de qué putas.

Estoy que me muero de ganas por que la tierra me trague y me escupa lejos de estos patanes.

Escúpeme en la Antártida, esta frio pero, no más que mi propio ser.

-Ahorita no puedo. –fui directa y clara, ya estoy que me lleva la mera mierda, voy tarde a las clases de esa cosa familiar. –

-Tengo tu número. –me dijo y como odio recordarlo, voy a cambiar mi número. –

-Aja. –asentí sin ganas, nota por favor que no tengo tiempo. –

Di la vuelta, no tengo por qué desperdiciar más saliva y tiempo.

Justo cuando iba a caminar lejos de el sentí que me tomo la muñeca.

Este tipo quien se cree.

Yo no soy como las demás de este asqueroso alcantarillado fallido que intentaron disimula llamándolo "eskuela".

Hasta mal escrita la mierda.

Me solté de su agarre y envés de darle mi cara de "estoy apurada" le puse la de "¿Qué queres, cerote?"

-Realmente quiero charlar contigo lo de la fiesta. –me dijo y yo siento que aquí no hay nada que decir. –

-Si, si, si, –respondí con el sarcasmo derramándose hasta por mis ojos. – en otra pasadita, joven, voy tarde.

Volví a darle la espalda y esta vez no camine, esta vez corrí, los pasillos se estaban vaciando, eso no es bueno.

Abrí la puerta del aula y sin querer la azote al cerrarla.

-Buenas. –salude al entrar, todos me estaban viendo. –

¿Acaso no me habían visto antes?

Si no fuera porque hace un tiempo salí de un castigo horrible ya les hubiera dicho toda la biblia al revés y ya los hubiera condenado a todos.

Todos hasta al quinto círculo del infierno de Dante.

Esperen así no funcionan los círculos del infierno.

Vale verga.

-Toma asiento, Gaz. –me dijo la profesora. – Justo íbamos a iniciar la clase.

Fiu, que suerte.

Solo había un lugar hasta el fondo (por suerte) y fui hacia él.

Esta clase la estaba tomando gracias a una vez que me mandaron a la psicóloga de la escuela por mi "problemática" actitud y pensaron que necesita otro punto de vista de todo y otro montón de cosas a las que no le puse atención.

Como si fuera mi culpa que todos me caigan mal en este lugar.

Me arde horrible la cara.

Maldito profesor Maverick.

Pasaron todas las horas de clase, todo estuvo relativamente tranquilo, Zim al parecer por fin se dignó en escucharme y dejarme sola.

Iba saliendo de mi última clase cuando mi teléfono sonó.

Por favor que no sea Torque.

Revise el teléfono ya que lo andaba en la mano, encendí la pantalla.

¿Por qué me persigue la desgracia?

Era Dib.

Era un mensaje algo largo, puta madre, mucho texto.

"No sé a qué hora vengas o si tengas que hacer tareas donde el alíen ese, ni idea y no puedo decirte nada porque quiero estar completo y sin yesos si es así, pero, si acaso vienes directo acá por favor no te molestes, vendrá Torque y algunos de sus amigos del equipo de básquet por cuestiones de unas clases que perdí y también por algo más, algo que Torque no me quiso decir pero, sé que no cortas flores con él y por eso te estoy avisando"

Que día más por la mierda, lo último que quiero es hablar con ese tipo y ahora resulta que está en mi casa.

Son en estos momentos en los que desearía tener amigos o algo así, para ir a sus casas y tener donde escapar pero, ahora que.

¿A dónde voy?

Y no, la casa de Zim no es una opción.

Eso está más que descartado, ya tuve suficiente por hoy, no sé si soporte más de él.

Ni siquiera tengo suficiente dinero a mano como para ir a la Pizza de Bloaty y pasar media hora o más ahí, o ir al cine y verme un documental de cerdos que dure dos horas y comer palomitas a lo desgraciado.

Estaba de pie a un lado de los pasillos con la mente vacía.

Tengo una suerte tan jodida, mas jodida que la tipa de la película de 365 días.

Qué asco de película por cierto, es notorio que la gente no la ve por la trama.

Iré a casa, no me queda de otra e inventare algo para salir, tengo algo de dinero guardado en mi habitación, saldré con la excusa de hacer un trabajo o conseguir materiales para robots de seguridad, no sé, lo que sea con el tal de no quedarme cerca de ese tipo.

Que sea lo que Diosito quiera.