"Mi dulce omega"
La luz le molestó. Parpadeó con dificultad, acostumbrándose al brillante pero aún gélido día; se revolvió entre las sábanas, acalorado. Se sentía incómodo.
Arrojó las mantas que alejaban el frío, el sudor caía salvajemente empapando su pijama.
—N-No ahora...—susurró apenas audible Louis, para sí mismo, rogando a los dioses que su naturaleza fuera consciente con él y le evitara la situación.
Gimió por lo bajo, retorciéndose una y otra vez.
Su celo había llegado, una semana antes.
Suspiró, intentado mantener la calma, no podía ser tan grave, quizá podía atravesar aquello sin ayuda. No quería presionar a Harry. Los celos de los omegas son cada tres meses y duran tres días. Pero al tomar supresores éstos sólo duran doce horas. Desde que sale el Sol, hasta que aparece la Luna.
Tan sólo debía aguantar doce agonizantes horas.
Su omega se retorció nuevamente. Suspiró rendido, al darse cuenta que no podría.
— ¡M-Mierda! —Gritó desesperado— ¡Harry!
Grito que recorrió los pasillos, atravesó las paredes y puertas hasta llegar a oídos de Harry quien se despertó de inmediato al otro lado del castillo.
Sus sentidos se agudizaron, olfateando el aire. Era imposible que aquel dulce aroma a canela que se intensificaba a cada segundo pudiera llegar hasta él, pero lo hizo. Se levantó como resorte, no comprendiendo del todo cuando su cuerpo se hallaba caminando hacia la habitación de Louis.
El aroma lo golpeó violentamente tan solo poner un pie en aquel pasillo lleno de guardias, en su mayoría betas. Gruñó de inmediato al verlos allí y ellos captaron la idea, hicieron una reverencia y salieron del pasillo girando así para salir del ala de visitas reales.
— ¿Louis? —preguntó con voz ronca al otro lado de la puerta, dispuesto a tocarla cuando ésta se abrió de un tirón, revelando a un enrojecido omega solo cubierto por un mojado suéter.
—Alfa...—susurró con necesidad Louis.
Los ojos de Harry se oscurecieron paulatinamente y su olor se intensificó, haciendo gemir al omega cuando entró en la habitación cerrando la puerta tras de sí.
— ¿Estás bien? —intentó mantener la cordura.
El dulce aroma que Louis desprendía lo estaba mareando y debía continuar tranquilo, al menos esa era su intensión hasta que el necesitado omega se abalanzó sobre él, lloriqueando por atención.
—Por favor...—sus hermosos ojos azules ahora estaban oscurecidos, un tenue halo azul alrededor, lo miraban. Era el único en su campo de visión. Lo necesitaba, lo quería, en ese momento más que nunca— Duele, alfa...
Louis lloraba pegado a la fuente de olor de Harry, sus caderas impulsándose hacia delante, restregándose en el alfa una y otra vez, rogando atención. Su lubricante cayendo por sus muslos, mojando sus piernas.
—Lo sé, omega —el rizado lo tomó en sus brazos y Louis enroscó sus piernas en las caderas del rey, presionando su trasero con la creciente erección del alfa. Harry sentía la piel del omega arder bajo su tacto. Lo acomodó como pudo en la cama y miró la herida en su brazo, gruñendo por lo bajo. Intentó separarse para buscar algo de agua para el omega.
Louis lo detuvo en el acto.
—T-Te necesito...—rogó entre gemidos y llanto, arqueándose— Por favor, Harry...
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Kingdom |L.S.| Omegaverse
FanfictionEl futuro de Kareth, último reino de híbridos sobre la faz de la tierra, pende de un hilo cuando Harry Styles, su rey, tras una expedición vuelve a casa sin ser capaz de recordar nada incluyendo a su omega. En ausencia de su alfa, Louis Tomlinson...