4

2K 209 55
                                    


—¿Qué quieres comer TaeTae?

—Cualquier cosa está bién —agacha la cabeza y observa sus pies, balanceandose levemente sobre sus talones.

—No, cualquier cosa no está bién, quiero hacerte algo especial, algo que tengas muchas ganas de volver a comer —se acerca al menor y deja un suave beso en su mejilla, queriendo llamar su atención.

—Em... ¿espaguetis? —se encoge en su lugar al no obtener respuesta, pensando que quizá era demasiado pedir —lo siento hyung, t-tengo ramen instantaneo e-en el mueble, estoy bién con eso —siente sus ojitos humedecerse, molesto consigo mismo por ser una constante molestia.

—¿Por qué te disculpas bebé? No has hecho nada malo —lleva su mano a su mentón y alza levemente su cabeza —estoy encantado de poder cocinar para ti —acuna su rostro en sus manos y besa su nariz.

—N-no me gusta ser una molestia hyung, -s-si prefieres ir a... —traga saliva y muerde su labio unos segundos, intentando detener el temblor de este —...a comer a t-tu casa, también está bién p-para mi —sonríe torpemente, intentando que no se note la tristeza en su voz.

—Me gustas mucho TaeTae —sonríe tranquilamente, haciendo que sus ojos formen dos finas líneas —y me encanta estar contigo, nunca vas a ser una molestia para mi —casi grita de emoción cuando su mirada se cruza con la del menor y observa el brillo que tienen sus ojos.

—Entonces... me gustaría comer espaguetis, por favor —sonríe aliviado y feliz por las palabras del mayor. Le gustaba mucho la forma en la que Jimin se expresaba líbremente hacia él, con cuidado, sin mentiras y sobretodo con mucho amor.

El rubio asiente y va a buscar la comida algo desorientado por no conocer nada de la casa del menor. Al abrir el mueble para coger la pasta, ni siquiera se sorprende al ver la gran cantidad de embases de ramen instantaneo que hay en este.

—¿Vives solo TaeTae? —saca una olla y pone a hervir el agua para cocer la pasta.

—No hyung, vivo con mi madre —al no saber que hacer, acaba sentándose en una de las sillas de la cocina.

—¿Pasas mucho tiempo solo? —al ver al menor asentir, casi esboza un puchero —¿por qué?

—Mi madre trabaja en algo con lo que viaja mucho, no sé en qué, no hablamos demasiado —se encoge de hombros y sonríe levemente.

—¿Y tu padre?

—Tampoco sé sobre él, nunca he llegado a conocerlo —el rubio no podía evitar sentirse algo sorprendido por la facilidad con la que parecía hablar el menor. No era como si no le afectase, más bien como si estuviese tan acostumbrado a estar sin sus padres que le resultaba incluso normal.

—¿Me enseñas el botiquín TaeTae? —echa la pasta y sigue al menor mientras esta se hace.

—¿Para qué hyung? ¿estás herido? —pregunta poniendo cara de horror, no quería que su mayor estuviese mal —Voy a por las cosas, ¡no te muevas hyung, TaeTae va a curarte! —sale corriendo hacia el baño, casi cayéndose por el camino cuando se resbala al girar por el pasillo. En cuanto tiene lo que necesita, vuelve a correr al salón con una sonrisita, sintiendose demasiado feliz de poder ser él por primera vez el que cuidase a Jimin —¿p-por qué lloras hyung? ¿te duele mucho? —deja las cosas sobre la mesa y se arrodilla frente al mayor, el cual estaba sentado en el sofá —¿dónde estás herido hyung? Tal vez si pongo una vendita...

—Tae —lo abraza fuertemente mientras suelta un sollozo —no puedo más —oculta su rostro en el hueco de su cuello y deja que las lágrimas mojen la piel y la camiseta del menor.

—Lo siento mucho hyung, y-yo no quería que esto pasase —habla asustado, aferrándose a la camiseta del mayor y aceptando sin más que se haya cansado de él —Ve a casa Jimin, no estoy molesto, no te pre... —el resto de palabras nunca llegan a salir a causa de los labios que acaban de impactar contra los suyos.

Save me «MinV»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora