DESCONCIERTO

2 0 0
                                    

Frío. Escalofríos. Y más frío. Eso fué lo primero que mi delicada piel logró apreciar después de aquel extraño sueño. Al menos así lo viví yo, como un largo y profundo sueño, en el que más absorta estuve de mi vida. Los pequeños rayos de luz que atravesaban aquel lugar que para mi era completamente desconocido comenzaban a molestarme,dolían. Todas las condiciones del sitio , la humedad, su acogedora oscuridad y el sonido de lejanas gotas de aguas  cayendo comenzaban a ensordecerme al unísono que mi cuerpo terminaba de despertarse. Nunca antes me había costado tanto abrir los ojos,pesaban,como nunca...

Lo primero que conseguí divisar fue oscuridad. Al irme adaptando a ella comprendí que un rayo de de luz que provenía del techo, se colaba a través  de una grietas. Me senté,descubriendo así que me encontraba en una cama algo improvisada. Pieles de animales decoraban todo el suelo de la estancia, pero lo que más llamó mi atención, fueron todas las páginas de libros consumidos por el tiempo llenos de símbolos y de una escritura extraña. Conseguí incorporarme completamente aunque todo comenzaba a darme vueltas. Me sentía demasiado débil, el cuerpo me pesaba mientras que la frente me ardía y el mareo no hacía más que empeorar la situación. Así fue como comprendí que estaba en una especie de cueva. Un ruido proveniente de algún sitio cercano me sacó de mis lamentos mentales. En ese momento,la incertidumbre mezclada con una pizca de pánico se apoderaron de mí. Otro segundo ruido aún más cercano que el anterior hizo que el miedo terminara de apoderarse de mi ser. Mi instinto me llevó con las pocas fuerzas que tenía a arrastrarme hasta una esquina y cubrirme con una de las pieles que allí se encontraban. Y ahí muy quieta me quedé mientras que unos pasos comenzaban a hacerse visibles en la estancia. Una roca se movió y con sus respectivos movimientos,alguien entró. Yo tapada completamente sólo rezaba por cualquier cosa, ya que la situación se escapaba de mi comprensión, y no conseguía ni analizar ni comprender nada.

La figura se deslizó rapidamente a donde anteriormente estaba reposada y al descubrir que este se encontraba vacío, se produjo un silencio que penetró la estancia. Fue ahí entonces, que me di cuenta que hacía ya un buen rato que me faltaba el aire y estaba respirando demasiado fuerte a su causa. Pasos comenzaron a aproximarse a mí, y yo sólo rezaba por que todo esto no fuera más que un simple sueño. La tensión creció aún más cuando esta persona se quedó frente a mi sin hacer nada por varios segundos, los más largos de mi vida. Yo ya estaba preparada para cualquier cosa, me esperaba lo peor y aceptar las posibles opciones en las que todo esto podría acabar, creó un buen nudo en mi garganga.

Me destapó con un rápido y suave movimiento. Yo estaba ahí, paralizada observándolo. La oscuridad no era más poderosa que sus atrayentes ojos y su misteriosa mirada.

-No deberías haber despertado todavía...es demasiado pronto...no te has recuperado completamente...- susurró con su tenue voz en el vacío. Levantó su mano para apartar un mechón de pelo que obstruía mi vista. Comprendí entonces que era él. Aparte rapidamente su mano antes de que esta llegara a siquiera rozarme.

-¿Cuánto tiempo llevo dormida?- atreví a preguntar temerosa de su respuesta. Esta gran duda llevaba atormentándome desde que había despertado, y mi intuición me decía que se avecinaba lo peor.

- Cinco años- respondió rompiendo el incómodo silencio que se había producido.

De repente un gran puñado de recuerdos azotó mi mente, con un fuerte golpe agudo. Levanté la vista hacia él y conseguí divisarlo a medias acercándose a mí, ya que todo a mi alrededor estaba volviéndose borroso y confuso. Entonces, me desmayé.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 10, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Más allá del ríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora