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Yugyeom se encontraba listo para su primer día de escuela, estaba más que ansioso por que llegara el día lunes del inicio de clases, inscribirlo resultó algo difícil, porque muchos niños de su edad también querían ingresar, pero Jaebum con la ayuda de su madre no se rindieron y lograron inscribirlo en una escuela buena pero no muy cercana a su hogar. La distancia no sería un problema, sus abuelos podían ir a retirarlo cuando se le complicara a Jaebum hacerlo.

Ahí estaba, con su pequeño uniforme azul, sus zapatos negros muy brillantes, su pequeña corbata que se adaptaba adecuadamente a su cuello y una sonrisa radiante, Yugyeom se encontraba muy feliz.

Desayunaron y se dirigieron a la parada de autobús, ya que Jaebum nunca aprendió a manejar un auto y tampoco tenía uno.

En todo el camino los dos Im fueron hablando de diferentes temas, la escuela se encontraba aproximadamente a media hora de su hogar, por lo que debían buscar algo para entretenerse mientras llegaban. Mientras hubo unos pequeños minutos de silencio Jaebum sintió como una pequeña cabeza caía encima de su hombro, sonrió sostuvo con delicadeza la cabeza de su pequeño hijo.

Entendía que Yugyeom estaba cansado, el día anterior no paró de gritar y jugar a la escuelita.

Cuando ya estaban próximos a llegar con su dedo índice Jaebum empujó muy despacio la frente de Yugyeom tratando de despertarlo pero éste solo se quejó un poco y continuó con sus ojos cerrados. Jaebum volvió a dirigir su dedo a la frente de su pequeño, pero ésta vez con un poco más de fuerza ocasionando que Yugyeom se despertara riéndose y tratando de aliviar el dolor del anterior piquete.

—Ya mismo llegamos Yugyeom—. Le dice sonriendo—no me digas que tienes sueño en tu primer día de clases—lo mira con los ojos entrecerrados.

Yugyeom niega con la cabeza, bosteza y se estira lo máximo que puede.

El autobús se detiene y bajan con cuidado, Jaebum sostiene la mano de Yugyeom y no lo suelta en ningún momento.

La escuela era grande, estaba pintada de color blanco con rayas azules, habían llegado con diez minutos de anticipación, las clases comenzaban a las 7:20 de la mañana y terminaban a las 12:40, tenían poco tiempo para buscar el salón de clases, sabía que el salón tenía el nombre de "C2", era fácil ubicarlo porque todo estaba en orden alfabético y numérico.

Al llegar se dieron cuenta que varios padres de familia estaban sentados en los pupitres de los alumnos por lo que Jaebum se dio cuenta de que era una reunión de padres, vió a su alrededor y se fijó que los niños se encontraban en un pequeño parque de juegos. Dudó sobre su dejar a Yugyeom para que se quede ahí y él por otra parte entraría al salón como los otros padres.

—No te preocupes, estará bien, los guardias de seguridad los estarán vigilando— una voz femenina interrumpió sus pensamientos —la reunión de padres de familia no durará mucho, puedes estar tranquilo, él quiere ir a jugar—dice señalando a Yugyeom.

Jaebum mira a su alrededor dándose cuenta de que efectivamente habían varios guardias de seguridad resguardando a los pequeños niños que corrían y saltaban por todos lados.

—Bueno— le responde y se dirige a su hijo— ¿Quieres ir a jugar Yugyeomie? —le pregunta.

Yugyeom asiente entusiasmado y se va corriendo.

Jaebum se incorpora y mira a quien le habló hace unos instantes.

Era una chica de bonita apariencia, se le notaba cansada y se veía que era mucho mayor que Jaebum.

—Gracias —Jaebum le agradece y entra al salón.

La mayoría de pupitres estaban ocupados, solo sobraban tres, uno hasta el final, otro en la primera fila y el último en la parte del medio justo al lado de la ventana, Jaebum escogió aquel.

¡Ops! [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora