Universo #3.1

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Apenas entro a su pequeño departamento se escucho el golpe seco de la puerta al ser azotada para que esta cerrara, alarmando a cierto chico de cabello recién tinturado a un grisáceo casi castaño, que descansaba en uno de los sofás, leyendo una de esas novelas de amor a las que les estaba empezando a coger cierto gusto.

Algo desconcertado por lo extraño de la situación se acerco hasta la puerta, deteniéndose en la entrada cuando vio al menor de sus novios tratar de quitarse sus tenis con aparente torpeza y algo frustración al no lograrlo de una.

— Nuestros vecinos se quejaran por el ruido que acabas de hacer, HaoHao.

Trato de bromear para aligerar un poco el ambiente, consiguiendo solo un gruñido por parte del menor, que solo le dio un rápido vistazo mientras sacaba con éxito y torpeza el ultimo de sus tenis.

—Realmente no me interesa lo que las personas piensen, ellas son estúpidas.

Algo desconcertado por la respuesta filosa que recibió, le miro con curiosidad, tratando de adivinar por encima que es lo que le ocurría, aunque como siempre, Minghao era muy bueno en dispersar cualquier sentimiento hasta hacerlo indescifrable o eso es lo que él creía.

Le vio pasar a su lado, chasquendo la lengua antes de tirar su mochila en donde usualmente solían dejarlas, dejándole con cierto tono amargo al no poder adivinar que es lo que le pasaba, lo único que tenia en claro por su forma de hablar, caminar y actuar era que estaba muy molesto por algo.

No se atrevió a hablarle -con alguna excepción que termino fallida-  en toda la tarde puesto que el menor se había encerrado en la habitación y sabia que ir seria como entrar aun campo minado, el menor solía ser muy frágil si no sabias como tratarle y el no era exactamente el mejor con las palabras, al menos no siempre.

No fue si no hasta pasado el atardecer cuando el de baja estatura llego a casa, encontrando al peligris  viendo una serie sin prestarle demasiada atención, tanto que parecía no haber notado que él estaba ahí o eso parecía, ya que cuando intento acercarse luego de dejar su mochila junto a la del menor le escucho hablar.

— Hao no quiso comer, aparentemente esta muy molesto como para hacerlo.

Termino de acercarse hasta donde se encontraba el mayor, mirándole con curiosidad en cuanto este giro a verle.

—No es algo muy distinto a lo que ha hecho antes, quizá solo sea una rabieta por algo.

Contesto con cuanta naturalidad pudo, inclinándose un poco para dejar un beso sobre los labios del chino.

—Puede que tengas razón, pero no se por que creó que esta tenso por algo.

— mm... ¿Has intentado hablar con él?

Asintió con una mueca, pasando sus brazos por la cintura de su novio, apoyando la cabeza contra su abdomen.

— Trate de preguntarle que ocurría en cuanto se negó a comer, pero no me dijo, por el contrario, me ha echado de la habitación.

El de menor estatura hizo una mueca con sus labios, llevando una de sus manos a acariciar su cabeza, sabia lo delicado que era el mayor con las palabras y lo mucho que estas podrían afectarle si venían de alguno de ellos dos, por lo que solo atinó a mimarle unos segundos antes de palmear unos de sus hombros para que se alejara de él.

— ¿Crees que tenga algo que ver con el cuadro que estaba haciendo? Ha estado algo estresado con lo de la exhibición.

El mayor lo medito por unos segundos, tenia lógica que él estuviera frustrado, el se frustraba cuando no podía memorizar algún guión y sabia a la perfección que Jihoon también lo hacia cada que no podía completar alguna pista o maqueta y le entendía, aunque no el hecho de que el menor siempre fuera tan cerrado a ellos, que nunca quisiera hablarles de lo que le tenia mal, molestaba o simplemente le frustrara.

— Creo que, deberíamos hablar con él.






Habrá una segunda parte.

Miel Para Dos »JunHaoHoon«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora