Diario de una delincuente

9.La policia y Mon.

El chico volvió a los cinco minutos con una botella de agua y una hamburguesa envuelta en una servilleta.

-¿De donde lo has sacado tan rápido? Pregunte cogiendo la hamburguesa y dándole un buen bocado.

- Ya te he dicho que tengo a mi pandilla cerca. Estamos preparando la cena.

- ¿La cena? ¿Qué hora es?

-Son las ocho bonita. Llevas todo el día aquí. ¿Qué te ha pasado?

- Discutí con mis "amigas".

- No me digas mas te entiendo perfectamente pero tu tranquila. Me llamo Mon encantado y ¿tu?

- Me llamo Clau.

-Clau, de Claudia ¿no?

- Si y Mon ¿De que nombre viene?

Apareció un coche de policía en la calle donde estabamos y el chico salio corriendo metiéndose por un laberinto de atajos, en medio segundo lo perdí de vista. No me dio tiempo a asimilar la situación cuando de repente llegaron corriendo cinco agentes. Uno me cogió por la espalda, me puso las esposas y me metió en el coche. Los otros cuatro se dividieron por las calles intentando encontrar a Mon, al ver que no había nadie volvieron a sus coches, y con las sirenas puestas me llevaron a comisaria.

El viaje fue corto pero me dio mucho en lo que pensar. Por ejemplo ¿Qué coño hacia ahí? ¿Qué estaba pasando? No había hecho nada malo como para que me arrestaran.

Entonces lo vi todo claro.

Llegamos a la comisaria donde estaba mi padre enfadado y mi madre llorando.

Menuda me esperaba, en ese momento estaba deseando estar muerta.

-Estaba con un delincuente juvenil en una de las calles mas peligrosas de la ciudad. - empezó a mentir un agente de policía.

-Gilipollas. - susurré.

O eso pensaba que hice, se ve que se oyó mas de lo previsto y se dio la vuelta diciéndome - Otra palabrita y te quedas toda la noche en el calabozo.

Pues la verdad prefería eso a tener que ir a mi casa.

Mis padres le dieron las gracias al agente y nos fuimos a mi casa. De camino empezó el puñetero interrogatorio.

- No os monteis películas estaba dando una vuelta por el centro he pasado la tarde en pleno parque infantil cuando me di cuenta ya era por la tarde, me iba a ir a casa cuando me di cuenta de  que llevaba cinco euros, me compre  una hamburguesa que me estaba comiendo de camino a casa. A esto que ha llegado la policía. No estaba con nadie y no he hecho nada, punto y final.

En cierto modo era verdad lo que conté, eso si con algún detalle nuevo.

El resto del viaje los ignore y empecé a pensar en el chico queria conocer mas de el, pero no sabia donde poder encontrarlo.

Me acorde de que dijo que tenia una pandilla y que solían estar por esas calles... Bien necesitaba verlo otra vez así que mañana después del instituto iría a buscarlo. O no. Ya que en cuanto llegamos a casa empezaron a echarme un discurso y ha decirme que medio año no saldría de casa y todo ese rollo. Ahora tendría que pensar otro
plan para poder encontrarme de nuevo con Mon.