Cap. 8

223 13 4
                                    

“Mamá”

Los días pasaron y todos volvieron a Villa Troll. Todo parecía retornar a la normalidad, Ramón consiguió su departamento donde había hecho su vida de soltero, que ahora no solo compartía con Poppy sino que esta vez sería para nuevos recuerdos, nuevo comienzo y una nueva familia.

Poppy salía seguido a distintos puntos dentro y fuera de Villa Troll, trataba lo mejor que podía de desocupar su semana lo más pronto posible para poder planear con calma el cumpleaños número 2 de su hija, debía ser más especial que la anterior ya que Ramón había vuelto y en esas fechas se cumpliría otro año de su desaparición de no haber regresado

Ramón por su parte le iba bien en todo, bueno… casi todo. Recuperó su trabajo de abogado penalista en el bufete de Sky Toronto, quien aún asimilaba como todo el personal que su más grande abogado y amigo seguía con vida; todo a como era su rutina pasada parecía encajar excepto una cosa, la paternidad.

Los primeros días era Poppy quien se encargaba la mayoría de las veces de atender a la bebé, pero una mañana cuando se levantó la encontró dormida recostada del mesón, la bebé jugando con su comida estando de pies a cabeza llena de papilla y las panquecas quemándose en la sartén ¿Problema existente? Su ausencia, Poppy estaba muy agotada, intentaba trabajar al doble para dedicarse a ser esposa y madre todo al mismo tiempo, era hora de intervenir y ser el troll de familia que  necesitaban las mujeres de su vida

¿Estás segura de que es una guardería confiable? –Ramón conducía su auto recuperado, estaba como nuevo. No le convencía la idea de dejar a su amada hija 5 horas con un montón de extraños-

Si mi amor, Cabelleras altas es una guardería de fiar. Tiene fama de ser de las mejores
A veces la fama de buenas es engañosa. Una vez cuando Arroyín era niño lo llevaron a una “buena” guardería, al llegar a casa tenía raspones y una mordida en el brazo.
¿Aún te acuerdas de eso?

Me lo contó mi tía de niño cuando quería escaparme al jardín a jugar con los vecinos… el punto es  que ¿Qué pasa si se les pierde de vista? Rose ama esconderse y hacer desastres con cualquier cosa ¿Y si le roban un juguete? No encontraríamos al que lo hurtó ¿Y si…?

Ya mi cielo no te preocupes –Toma su hombro sonriéndole- todo estará bien. Me han dicho su planificación educativa, les enseñan cosas básicas como dibujar, juegan, cantan, toman la siesta después del desayuno y siguen jugando hasta la salida.

-Ramón para frente la tienda de las gemelas de la moda-

-Se quita el cinturón de seguridad y lo abraza- Llámame cuando la recojas

Lo haré, te amo nena.

Y yo a ti amor mío –Lo besa con amor agarrándolo del cuello con un brazo y perdiendo la otra mano en su cabello-

Hmm… (Separándose) llegaré tarde si no me apresuro. Se te corrió el labial (Limpiando el sobrante fuera de sus labios)

Lo retoco allá, adiós Ramón! Te quiero hijita –Lanza un beso a la parte de atrás donde Rose jugaba con un volante en su silla simulando conducir. Sale rápido colocándose su cartera-

(Suspira) tu mami es un caso serio. –Conduce hacia la guardería, que está a unas calles del bufete- si me llego a enterar que te perdiste durante la clase no le tocará postre hoy señorita (Serio)

-Rose saca trompita mirándolo seria. Pita la bocina en su volante de juguete unas 3 veces (sonando como juguete chillón), arruga el ceño intentando imitarlo-

Lo que llevo dentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora