Mi Error (Jeff The Killer Y Tú) ~Terminada~

Capítulo 23

Dolor, rencor, decepción, esos eran los únicos sentimientos que circulaban mi corazón y mi mente. La sangre me hervía y mi corazón latía tan descontroladamente que creí que se saldría por mi boca, mi cuerpo me quemaba por dentro y el nudo tan fuerte de la garganta era molesto, mis ojos estaban inyectados en sangre, al borde de las lágrimas, si no es que ya había derramado unas que otras, Jeff sólo permanecía en silencio escuchando mi acelerada respiracion, con temor a lo que estaba por venir.

¿Cómo pudo...? ¿Cómo pudo hacerlo...? Y peor aún... ¿Cómo pudo ocultármelo? Todo este maldito tiempo viví engañada creyendo que mis padres murieron a causa de un maldito accidente, pero toda mierda fue provocada, ¡Sus sucias manos manchadas con la sangre de mis padres me han tocado! ¡¿Cómo pude permitirlo?!

-Tn...

-¡Cállate! -Escupí venenosa, noté que se sobresaltó. -Todo este tiempo viví engañada... ¡Tú los mataste! Mataste a mis padres cuando sólo era una niña, ¡¿Sabes por lo que tuve que pasar?! -Me sequé las lágrimas con rudeza, pero aún seguían cayendo, mi cuerpo ardía cada vez más y más, él intentó tocarme pero lo empujé tan brusco que se recargó en el colchón y me alejé lo más que pude de él como si fuese a contagiarme alguna enfermedad.

-Debí suponerlo... un maldito asesino como tú no bastó con matar a su propia familia, tenía que seguir saciando su sed matando a otras personas sin importarle dejar huérfanas a otras. -En mi voz sólo había odio, Jeff se levantó e intentó acercarse pero volví a empujarlo con más fuerzas, no lo quería cerca. -¡Aléjate, maldita escoria! Me has fregado la vida, ¡Te quiero lejos de mí! Tanto mi bebé como yo corremos peligro a tu lado, si fuiste capaz de asesinar a tus padres, ¡No tardarás en asesinar a tu propio hijo! -Mi piel se erizó y mi cuerpo se estremeció al imaginarme a Jeff lleno de sangre... sangre de mi pobre bebé, ¡No! ¡No podía permitirlo!

-Yo no... no podría...

-¡No digas que no podrías! Uff, te cansarías de hacerlo. -Seguía gritándole, sentía mi garganta desgarrarse. -Siempre has soñado con matarme, ahora tu siguiente objetivo será mi hijo, ¿Y sabes qué? ¡No voy a permitirlo! Te odio, te odio tanto Jeff... -Me acerqué a él a pasos lentos, pasos que él retrocedió. -Mataste lo que sentía.

Cuando finalmente dije eso, me apresuré en salir lo más pronto de su habitación, ignorando sus gritos llamándome, yo no podía seguir un segundo más en este podrido lugar, ¡No! He aguantado ya mucho, me iré de esta porquería de lugar sin importarme que me busquen por cielo, mar y tierra. Yo me voy hoy mismo de esta casa de locos.

Locos que me sumergieron a ellos.

Jeff

Maldita escoria... me has fregado la vida...

Aléjate de mí...

Si fuiste capaz de asesinar a tus padres, no tardarás en asesinar a tu propio hijo.

Esas palabras se inyectaban en mi corazón como un veneno doloroso y ardiente, me dolía en el alma escucharla decir esas y las demás palabras que duelen decirlas, sobre todo cuando me pidió alejarme de ella y de mi hijo... ¿Cómo pudo decirlo...? Yo... yo la entiendo perfectamente. Maté a sus padres dejándola sola sin el cuidado de nadie, soportó las burlas y golpes en la escuela, soportó la soledad y el dolor punzante... Dios, tengo un lugar en el infierno apartado especialmente para mí.

Por esto no quería enamorarme de nadie, ¡Por esta misma razón! Soy un asesino despiadado que no merece algo tan cálido como lo es el amor, en mi corazón lo único que guarda es amargura y oscuridad absoluta, hasta que Tn logró sacar ese lado que nadie se atrevía a sacar, y mucho menos dejé mostrar.