Capítulo 3

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-¿Me lo prometes? -Mi voz era el de una niña inocente, mi sonrisa era amplia y el reflejo de mi madre en el espejo me hacía saber que de verdad estaba detrás de mí.

-Lo prometo... -Su voz sonaba apagada, fruncí el ceño y me di la vuelta para verla, su sonrisa había desaparecido por completo y sus ojos no tenían brillo, me preocupaba verla así.

-¿Estás bien, mami? -Pregunté mientras colocaba mi mano en su mejilla, ¡Estaba helada! Aparté mi mano de su mejilla y la miré asustada, ¿Qué le ocurría?

-Adiós mi amor... -Su voz se estaba apagando, ¡No! ¡No quería que se fuera! Me desesperé por completo y la intenté abrazar pero al hacerlo simplemente se hizo cenizas y quedé abrazando a la nada, mi ropa estaba manchada de sus cenizas.

-¡MAMÁ! -Grité con fuerzas mientras mis lágrimas salían a toda velocidad, la habitación se comenzó a romper y me asusté más, no sabía qué era lo que pasaba, salí corriendo desesperada a buscar a mi padre pero este estaba subiendo a su auto.

-¡No! ¡No vayas! -Grité adolorida mientras intentaba alcanzarlo, pero las escaleras no tenían fin, bajaba y bajaba pero salían más y más, mi papá estaba encendiendo el auto y yo aún no lo alcanzaba, me desesperé aún más y lloré con tantas fuerzas.

-¡Papá, no vayas! -Si no podía bajar entonces me podía lanzar, no me importó lastimarme con la caída pero me lancé al piso de abajo, pensé que iba a tener un fuerte impacto pero caí en él como si fuera un barro o peor aún, arenas movedizas, me estaba hundiendo muy lentamente en ellas, papá ya había arrancado en el auto dejándome sola, hundiéndome y llorando...

-¡Llévame contigo! ¡Espérame! -Mi voz me desgarraba la garganta, no podía hacer nada al respecto, sólo ver cómo se marchaba sabiendo ya su destino.

Me desperté de un sobresalto, estaba sudando frío y me di cuenta de que me había quedado dormida en el suelo, el pulso lo tenía muy acelerado y comencé a mirar a todos lados, ¡¿Por qué siempre sueño cosas tan horribles?! ¡¿Por qué la muerte de ambos me persigue? Me toqué las mejillas y como lo supuse había llorado mientras dormía, apreté los puños con fuerzas y le di un fuerte golpe al suelo. Ya no puedo seguir viviendo sola o voy a terminar volviéndome loca.

Me levanté bruscamente del suelo y me quejé del dolor en el abdomen, volví a maldecir a Britt y subí las escaleras para buscar una maleta en la cual pudiera meter todo lo necesario, después de tanto tiempo me iba a ir a vivir con mi hermano, debí hacerlo desde un principio pero más vale tarde que nunca.

Metí todo lo necesario, una maleta llena de ropa, cepillo de dientes, para el cabello, accesorios y demás, y en otra metí mis zapatos, mi laptop y mi diario. Fui hasta un pequeño cajón que tenía oculto en la madera del suelo y saqué de ese cajón una gran paca de dinero, los ahorré y los guardé allí en caso de que hubiera una emergencia y esta me parece una buena emergencia, largarme de la casa.

Probablemente la ponga en venta, luego veré qué haré con ella y todas las cosas de mis padres, eso tendré que hablarlo con Andy.

●●●

El taxi me había dejado en frente de una casa muy bonita, supe dónde vive porque mi madre a pesar de echarlo muy joven siempre guardó su dirección en su caja de accesorios, era una casa muy bonita la verdad... ¿Ha logrado sobrevivir como yo? Solo...

Tan solo como yo.

Me armé de valor y toqué el timbre de la casa, al cabo de unos minutos escuché unos pasos al otro lado y luego la puerta se abrió mostrando a una señora de unos cuarenta años, vestía con un pequeño vestido negro y su cabello estaba atado en una cola alta, apenas y se le asomaban una canas en su cabello y su piel sólo estaba un poco arrugada, ella me miraba confusa tanto como yo a ella, ¿Me habré equivocado?

Mi Error (Jeff The Killer Y Tú) ~Terminada~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora