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Ya estoy llegando a mi casa. ¿Por dónde vas?
Yo llego en 2 minutos. ¿Al final que compraste para comer?
Compré dos bocadillos vegetales y para luego granizado de limón.
Por Merlín, a veces siento que te amo.Luego recuerdo la vez que me pegaste en los huevos y se me pasa.
Una risa se escapa de mis labios.
Kilian, eso pasó la semana pasada, superalo. Por cierto, me resulta insultante que solo me ames por haber comprado granizado.
Bueno, también te amo cuando me compras nachos con queso.
¿Acaso solo piensas en comida?
¿Ahora te das cuenta? Por cierto, te veo desde lejos.
Wow, eso ha sido lo más psicopático que me han dicho hoy.
Le cuelgo y abro la puerta de mi edificio para ir pidiendo el ascensor.
Te estarás preguntando qué está pasando (o puede que no, pero da igual). Bueno, después de que lo llamé hace dos meses empezamos a hablar más seguido, y esta vez sin peleas ni nada, lo cual está bien. Y como hace dos semanas fue mi cumpleaños le dije que si quería comer conmigo, y se dio cuenta de que siempre comía sola (yo y mi imposibilidad de mentir), así que decidió que empezaríamos a comer juntos siempre que él pudiera, ya que algunos días o entra a trabajar antes o tiene otras cosas que hacer.
–¿Cómo está Nilak?
–Hoy está mejor, ayer que lo llevé a la veterinaria me dijeron que le diera las pastillas una semana más y si no mejora tengo que volver a llevarlo.
–Espero que se mejore pronto, Nube lo extraña.
Nos bajamos del ascensor y entramos a mi casa. Dejo las llaves en la entrada y voy a la cocina para preparar las cosas.
–Nilak también la extraña. A veces pienso que ya empezaba a cansarse de estar solo conmigo. –Kilian saca los vasos y las servilletas y los lleva al comedor. Yo saco los bocadillos, el agua y los granizados, para que se vayan descongelado mientras comemos, y los llevo al comedor–. ¿Hoy tienes que ir a trabajar pronto?
–No, hoy tengo el turno de noche, así que podemos ver una película antes de irme.
Cuando lo miro empiezo a reírme, y un trozo de lechuga se me va por el conducto viejo, y sin embargo no puedo parar de reír. Kilian se acerca a mí y me da golpes en la espalda para intentar ayudarme. Cuando consigo relajarme y miro de nuevo a Kilian vuelvo a sentirme tentada de reír. Como no tiene ni idea de qué sucede me mira con curiosidad.
