Sialuk

IX

Asesiné a Olivia con la mirada. Sabía que no iba a ir bien esto de llamarle.

Eh... ¿Hola?

Hola, Sialuk.

Nunca lo había escuchado hablar, y a pesar de que tenía una voz de película, yo solo pude notar ese tono cansado.

¿Estás ocupado?

Al otro lado de la llamada se escuchó un suspiro, y eso solo hacía que mi idea de que llamarlo no iba a funcionar aumentara.

Tengo unos minutos libres. ¿Sucede algo?

No, solo quería llamarte para pedirte perdón.

Realmente, ¿por qué te enfadaste conmigo?

No me enfadé contigo. En realidad, estaba enfadada conmigo misma.

No se escuché nada al otro lado de la línea, así que supuse que quería que continuara.

Lo que me dijiste me cayó como un balde de agua fría. Sabía que tenías razón, y por eso mismo dejé de hablarte. He intentado dejar de ser mi propia mierda en el zapato, y de momento lo llevo bien. Sigo teniendo bajones en los que me siento como lo peor, pero lo estoy intentando. Por mí. Y porque no podía dejar que más gente en un futuro cargara con esa mierda.

Silencio.

No quiero que cargues con toda mi mierda. Lo que dije la otra vez era verdad. Me gusta hablar contigo, me ayudas a no pensar demasiado, y si seguíamos hablando, iba a salpicar todo con mi mierda. Necesitaba tiempo para convencerme de que yo no soy la sombra de Sakari. Tiempo para aclarar mis ideas y decidir qué quiero.

¿Y qué quieres?

Quiero volver a hablar contigo.

De nuevo, el silencio reinó.

¿Pasa algo?

Es que... No lo sé, esta no es la primera vez que nos dejamos de hablar, y la verdad, no sé si quiero acostumbrarme a que, en cualquier momento, me dejes de hablar. ¿Lo entiendes?

Sí.

Suspiré.

Entiendo tu punto, y precisamente fue por eso que decidí tomarme un tiempo para aclararme. Si hubieramos seguido como íbamos, no habríamos durado hablando una semana más.

Pero ahora estoy aquí, llamándote, y pidiéndote que me perdones, y te prometo que no voy a dejar de hablarte de la nada. Por otra parte, sigo necesitando de momentos a solas, pero si los necesito te avisaré.

Sabes, por alguna razón extrañé hablar contigo, no sé, me hacía falta hablar con alguien que me fuera sincera.

Expulsé todo el aire que había estado conteniendo, y por fin mi cuerpo se relajó.

Yo extrañé hablar con alguien que de verdad me escuchara. Y que fuera sincero conmigo.

Sialuk, te tengo que dejar, ya se han acabado mis minutos.

Adiós, Kilian.

Me gusta como suena mi nombre en tu boca.

Le agradezco a las fuerzas superiores que deben existir porque me haya dicho esto por llamada y no cara a cara, porque sino él vería el nivel de rojez al que puedo llegar.

Ya, bueno, adiós.

Escucho su risa de fondo y me pongo más roja, si es que es posible.

¿Nerviosa?

¿No tenías que irte? Adiós, Kilian.

Adiós, Sialuk.