Muchos de ustedes están familiarizados con la típica historia de amor entre la profesora que se enamora de su alumna o viceversa y todo es color de arcoíris, pero que pasará si las apariencias engañan y la vida de las protagonistas es completamente...
Es tiempo suficiente para pasar a una dulcería y realizar una compra exprés, llegué a la hora acordada con Costia, sabía que ella le gusta la puntualidad así que ahora estoy enfrente de su portal. Espere unos segundos hasta que la señora Miller me atendió.
— Hija, mucho tiempo sin verte. Por favor pasa, sabes que es tu casa.— me dio un abrazo mientras me quedaba aún lado de la puerta.
— Gracias señora Miller.—
—Costia se encuentra en su habitación. ¿Quieres subir?—comenzó a caminar hasta llegar a las escaleras.
—Por supuesto! — cerré la puerta.
—Su habitación es la segunda puerta, ¿quieres algo de comer, hija?—
—Por el momento no, le aviso si nos da hambre.—
— Ok, estaré en la oficina por si necesitan algo.—
Espere unos segundos en que la señora Miller desapareciera para retomar mi camino hasta la habitación de Costia. Al llegar a la segunda puerta, di algunos toques y recibí una respuesta positiva.
— Hola, mi amor.—Avente mi mochila al entrar y me lance directa en su cama.
—Alexandra, no arrugues la colcha que apenas la plancharon.—
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Costia estaba en su escritorio, supongo que se encontraba adelantando trabajos. Pero solamente alzó la vista por unos segundos.
— ¿Quién rayos plancha su colcha si terminara arrugada en la noche?—
—Porque siempre me ha gustado tener orden en mis cosas, tú deberías saberlo perfectamente.—
— Como olvidarlo...—bufe ante el recuerdo. — Mi amor... mira lo que te compré.— busqué en mi mochila lo que pase a comprar a la dulcería.
—¿Cuándo dejarás de decirme así?—Costia se levantó y se sentó en el marco de su ventana.
Ante su acusación de lo que dijo, me levanté enseguida y sin pensarlo también le reclamé lo que tenía reprimido desde hace años.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.