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Clarke:Creo que podría apostar una cerveza en que nadie tendría a una amiga tan castrante y capaz de convencerte a salir a tomar algo a las 2:30 de la madruga, exacto, hablo nada más y nada menos de mi mejor amiga Raven Rayes...
Es que dios santo, estaba tan tranquila en el departamento de Raven, acurrucada viendo una película, que me provocó que estuviera cada dos segundos sonando mi nariz por las escenas de Yo antes de ti.
Podría ver miles de veces esa película y seguirá llorando las miles de veces aunque me conozca las escenas de memoria, pero mejor olvidemos esto y enfóquenos en la gran tragedia que vino cuando de la nada llegó por detrás de mi la muy tonta de mi amiga y termino asustándome, y casi provocándome un infarto en ese instante.
—Idiota, casi me matas del infarto...— le grite mientras la golpeaba con un cojín que tenía a un lado.
—Ni que estuviera tan fea, Rubia.—lo decía mientras saltaba el sillón, como un ágil ninja.
—Pues que te digo...—
—Pinche Rubia, si tenías un crush conmigo en la universidad que hasta me rogabas porque fuera tu novia.—
—Ya quisieras Rav, si tú eras la que se quería meter en mis bragas...—
—¿Con esa boquita enseñas en la universidad?—
—¿Y tu con esa boquita ayudas a los alumnos con sus problemas personales?—
—Deje esa cara en la universidad y ahorita soy Raven Reyes... la puta ama... así que retomando el tema principal... Se me antojo una cerveza, así que vámonos...—
—Espera, ¿qué quieres decir con que vámonos?—
—Iremos a un barcillo que está enfrente del depa, no te preocupes está a unos metros...—
—No se si creerte...—
—No te agüites Rubia, verás que necesitas alcohol en la sangre para relajarte ahora que ya no tienes la ojiverde acosándote.—
—Quien me llevo para confesarte esto...—
—La neta, aquí entre amigas, casi amantes... Si esta bien buena la Alexandra Woods, pero... pero si esta bien ...— realizó un gesto con su mano y su cabeza, dando a entender que estaba loca. —Cucú...cucú...—
—¿Por que hablas así de tu paciente?— la sujeto del hombro mientras espero una respuesta lógica.—¿No debes ser profesional en todo momento?— y es ahí cuando me doy cuenta que mi amiga está algo mareada y por eso anda con boca floja... ya que se me hacía extraño que ella hablara así de sus pacientes, siendo muy profesional en su trabajo.
—¿Por que te importa? Acaso... tú... — me señaló mientras se quedó pensativa y volvió a retomar sus pensamientos. — ¿Acaso Lexa Woods te puso cachonda con sus indirectas?—
—De que hablas...— intente sonar lo más convincente. —Es una universitaria que se pone cachonda solo con ver mis pechos... así que eso debes preguntarle a ella y no a mi...— intente pensar en una escapatoria. —Vamos a ese barcillo, yo invito la primera ronda...— fue lo único que se me ocurrió y rogaba que Raven tomara mi carnada.
—Tomó tu palabra, entonces.— se levantó de un salto y me arrojó mi chamarra en ese instante. —Mueve esos pechos que parece que con la edad ya te están pesando cada vez más...—
—Es tú envidia la que habla...— le dije con un toque enojada pero con juego.
—Si claro mi amor, mira estas preciosuras...— quien rayos me mando alzar la vista que presencié el momento exacto en que Raven se alzó la sudadera y obviamente no, no traía nada más abajo de esa sudadera.
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El "fruto prohibido" Clexa
RomanceMuchos de ustedes están familiarizados con la típica historia de amor entre la profesora que se enamora de su alumna o viceversa y todo es color de arcoíris, pero que pasará si las apariencias engañan y la vida de las protagonistas es completamente...