ONE-SHOTS. | SaiGenos & GenoSai

Promesas

Era un día como cualquier otro. La tenue luz del sol daba inicio a un nuevo día algo frío, aún no se acercaba el invierno pero extrañamente el clima se mostraba gris y no daba sus mejores augurios.

El héroe de traje amarillo ya había despertado y se encontraba desayunando junto a su discípulo. El lugar se encontraba sumergido en un gran silencio, Saitama no era de charlar mucho pero aún así se sentía algo incómodo por el extraño ambiente que les rodeaba, él nunca se había sentido incómodo junto al rubio pero está vez era distinto, sentía como si algo a su alrededor no encajara del todo.

Sentía a Genos demasiado distante.

Era extraño, no es como si él nunca se hubiera fijado en las acciones del menor, de hecho, le prestaba mucha más atención de la que pudiera imaginar pues su diario convivir juntos había comenzado a construir en él, un cariño y apego inevitable hacia el rubio.

El héroe miraba disimuladamente al cyborg mientras terminaba de tomar su último sorbo de jugo de naranja.

¿Acaso sólo estaba imaginando cosas? No, tenía que ser algo serio como para llegar a perturbarle de esa forma, Genos siempre era bastante serio y calmado pero a la vez demasiado predecible y transparente.

¿Debería preguntar?
Dudaba en siquiera iniciar una conversación así de la nada, el nunca era de meterse en asuntos ajenos, si Genos tenía algo por decir simplemente lo hacía pero entonces ¿por qué no había dicho un sólo monosílabo desde que se despertó?

Saitama sólo observó como en medio de su diálogo interno, Genos se levantaba de la pequeña mesa llevándose ambos platos consigo. Era como si estuviera actuando por inercia, como una rutina.
El rubio llevó los platos hacia la cocina, los lavó y luego comenzó a revisar las gavetas y el refrigerador, escribiendo en una libreta lo que parecía ser una lista de cosas que necesitaban comprar.

Se estaba empezando a fastidiar, la indiferencia del rubio le agobiada más de lo que quisiera. Se odió a sí mismo por lo tonto del asunto, sólo tenía que preguntarle qué demonios sucedía y ya pero, extrañamente sentía que su voz saldría de forma inaudible y que sus palabras nunca llegarían a alcanzar a Genos.

Que tonto, dramático y misterioso estaba siendo.

Cerró los ojos y con ambas manos golpeó la pequeña mesa casi agrietándola en el acto haciendo que el cyborg se sorprendiera girando su vista para mirarlo.

Que tonto, dramático y misterioso estaba siendo X2.

Aunque bueno, al menos fue efectivo y había logrado llamar su atención.

- ¿Se encuentra bien Saitama-sensei?- Preguntó aún serio.

Saitama suspiró pesadamente. No le gustaban las cosas complicadas.

- Genos.- El aludido le sostuvo la mirada.- ¿Hay algo de lo que quieras hablar?- Acotó expectante.

El de orbes doradas simplemente se quedó callado negando con la cabeza.

- Es un asunto personal.- Soltó fríamente, dándole la espalda.

Una fría brisa entró fuertemente por la ventana del departamento. Saitama se paralizó ante la respuesta, se sentía ridículo, sabía que no debía meterse en asuntos ajenos pero... era Genos... por supuesto que le interesaba saber qué le sucedía... por supuesto que le preocupaba pero, al parecer al rubio no le importaba en lo más mínimo decirle algo al respecto o tal vez, simplemente no confiaba en él como para contarle algún asunto personal.
Decepcionado sería la palabra más adecuada para describir como se sentía, ¿acaso había sido tan mal compañero como para no merecer ese tipo de confianza?