Capítulo 8.

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No me había esperado eso para nada, pero tenía que decir que me hbía gustado, un poco cursi para venir de él, pero no había podido evitar sonreír como una tonta al oírle decir eso. Había sido todo tan irreal, tan bonito, pero más bonito fue el momento cuando se acercó a mi, y pegó sus labios a mi cuello y mi oreja, y empezó a susurrar, un, te necesito, creas o no, te he estado buscando mucho tiempo, eres perfecta para mi, necesito que aceptes.

Me quedé embeselada y sólo pude parpadear atónita ante lo que me acababa de decir, atiné a balbucear un poco antes de decir:
- Esto, Luke, apenas nos conocemos, y yo ahora mismo no sé que es lo que necesito o lo que quiero.

- Lo sé, por eso besaste a ese chico, pero yo voy a hacer que te aclares, solo quiero que estés bien. - Me dijo mientras se acercaba a mi y me sonreía cálidamente.

- Si me conocieras del todo no dirías eso.

-Te infravaloras mucho, ¿por qué?

-Eso llevo yo tratando de averiguar mucho tiempo.- Contesté mientras me disponía a levantarme para que no me viera la cara y poder ver el prado más de cerca. Pero no pude porque sus fuertes brazos tatuados me frenaron en seco y hicieron que permaneciera sentada.

Ay- Dije mientras intentaba ponerme seria.

-Eres genial, sólo que aún no lo sabes, y yo te voy a ayudar a que lo veas. - Y dicho y hecho me cogió en brazos y me tiró al suelo para que no pudiera escapar.

-¿Que te crees que estás haciendo?- Pregunté mientras intentaba mantener la seriedad mientras el me llenaba de cosquillas el cuerpo y de sonrisas la cara.

- Vamos a jugar a un juego, ya verás, ¿tienes hambre?- Me miró con su típica sonrisa de niño.

-Mmm, pues sí la verdad es que no he comido mucho.

-Estupendo, vamos, te tengo que tapar los ojos y tu tienes que averiguar que es lo que estas comiendo, ¿te parece bien?

-Bueno, pero no te pases. - Contesté con poca emoción.

-Ya verás, te va a encantar.

Y acto seguido me tapó los ojos y e metió algo dulce y caliente en la boca, ese sabor me sonaba.

-Churros, son churros.

-Bien. Ahora te lo pondré más difícil.

Me puso cosas pequeñitas que al instante relacioné como semillas, tal vez sésamo o lino.

-Mmm, son semillas ¿no?

-Sí. Eres buena. Ahora una difícil.

-Y ya la última que voy a acabar empachada de sabores. - Dije entre risas mientras intentaba ponerme bien la venda.

-De acuerdo. - Dijo con lo que intuí que acompañó con una de sus típicas sonrisas.
Ahí si que me pilló, me intentó meter en la boca algo dulce que por la textura supe que era una fruta en la boca, pero al tenerla cerrada se me cayó y resbaló hasta mi ropa.

- Lo siento, trae te ayudo a limpiarte. - Dijo entre risas mientras me quitaba la venda de los ojos.
- Espera espera, ¿es mango?

-Siiiiii. Estoy asombrado, la mejor jugadora del mundo.

- Seguro que has jugado a esto con muchas. - Dije intentando parecer enfadada.

Se acercó a mi y me miró a los ojos, mientras decía, sinceramente a ninguna, ninguna era como tú.

-Esto tampoco lo he hecho nunca así. - Y se acercó poco a poco a mi, y posó sus labios sobre los míos ligeramente, apenas un soplo de su rostro junto al mío y se separó intentando ver mi reacción, al ver qué no me disgustó, sopesó la idea de acercarse otra vez pero le interrumpí y esta vez fui yo quien se acercó a por el dulce beso.
No sé si fueron segundos o minutos los que transcurrieron mientras nos besábamos tiernamente, pero fueron tan bonitos y intensos que me habría gustado repetirlos. Cuando acabamos me miró y nos sonrojamos a la vez mientras se levantó y me abrazó tiernamente diciéndome algo que jamás creería que iba a escuchar:

-Lucy, sé que lo has pasado mal y piensas que la mayoría somos iguales, que incluso querría jugar contigo y me daría igual hacerte daño, pero no es así, te conozco de poco pero desde el momento en que te vi supe que me gustabas y qué no se me iba a pasar así como así, sé que ese chico también va detrás de ti, pero por lo que me había contado él ya tuvo su oportunidad. Si me dejas demostrartelo verás que puedo cuidarte y quererte, dame una oportunidad. Nunca había tenido tanto interés por nadie antes. - Y me miró de la manera más sincera que había visto nunca.

-Luke, yo, nunca he tenido ninguna relación aparte del chico que viste el otro día, y no quiero que pase lo mismo, además el me dijo que quería volver conmigo y yo no sé que hacer, ¿lo entiendes? De momento dame un poco de tiempo y lo pienso, por favor.

- Sí, sí, me parece genial, al final te convencerás por mi, ya verás, la cuestión es, si tantas dudas tienes, ¿por qué me has vuelto a besar?- Me miró inquisitivamente.

-Sabes que tu también me gustas.

- Entonces no tengas dudas.

-Luke...

- Vale, tienes razón, te daré un poco de tiempo, y verás como al final estaremos juntos.

-Jajajajaja ¿nunca te rindes?

- Si se trata de conseguir lo que quiero no.

-Que tonto eres.

- Y tu que preciosa.

Y antes de que pudiera replicar me plantó otro beso, esta vez más rápido y más fuerte. Este chico me iba a volver loca, el problema era si yo estaba dispuesta a eso o no iba a soportar el peso de una relación con este chico al que todas querrían tener como novio.

-Vale, ya es tarde, vámonos. - Y le di otro beso rápido para ir hacía donde había aparcado el coche.

*Narra Luke*
Demonios, esa chica me estaba volviendo loco, aunque ella no lo supiera era justo lo que necesitábamos ambos, tenernos, querernos, comprendernos, apoyarnos. Ella tenía tanto miedo como yo había tenido a anteriores relaciones, pero yo ahora no tenía dudas, la quería en mi vida, y iba a hacer todo lo posible por demostrárselo.
Subimos al coche y la llevé a casa, le di un par de besos y le vi entrar en su portal mientras se despedía con la mano y un beso lanzado.
Era adorable y iba a ser mía.

*Narra Lucy*
Vaya, ese chico era increíble y al parecer iba en serio. Tenía que admitir que si seguía haciendo esas cosas y sorprendiendome de esa forma, no tardaría en caer rendida ante él.

Me di una ducha y me dije a mi misma una decisión que había tomado hace mucho tiempo atrás:
A partir de ahora no iba a preocuparme más por tonterías, iba a ser yo misma, a volver a la naturalidad, a dejar atrás esa enfermedad que sólo hacia que traerle problemas. Y dicho eso, me duché, cené y me fui a la cama pensando en todo lo que había pasado hoy.
Y justo entonces oí el beep de notificación en whatsapp, era Luke.

-Buenas noches bebé, sueña conmigo, que yo ya lo estoy haciendo contigo, espero verte pronto.

- Buenas noches Luke, yo también.

Y me dispuse a descansar y antes de que me diera cuenta estaba dormida con la más tonta de las sonrisas en la cama.

Before the storm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora