Before the storm.

Capítulo 9.

Estuve varios días sin saber nada de Kellin, de hecho le intentaba evitar, no quería que acabáramos juntos, lo había pensado y me había decidido por Luke, Kellin era pasado y si me dejó ir ya no hay marcha atrás, no le culpo, simplemente su oportunidad pasó, y espero que con Luke dure mucho más. Llegué al instituto como siempre y abrí mi taquilla, una nota se resbaló de su interior y me agaché a cogerla: era de Kellin.
Lucy, lo siento pero me mudo a Italia con mi familia paterna. Perdón por haberte decepcionado de nuevo. Siempre tuyo, Kellin.

Estaba mal reconocerlo pero en cierto modo me alegraba de que se fuera para no tener que explicarle lo que pasaba con Luke. En estos días habíamos quedado más veces y todo iba genial. Era todo lo que una chica podría desear. Era muy cariñoso, atento, detallista, guapo, inteligente, sexy... En fin el sueño de cualquier quinceañera. Hoy al acabar el insti habíamos quedado en que me recogería y iríamos a ver una película al cine y a cenar. Tenía muchas ganas de que llegara ya. Las clases pasaron como una eternidad. Y en la ultima clase teníamos que hacer una exposición por parejas y a mi me había tocado con una chica bajista que se llamaba Amy, era bastante simpática pero muy tímida. El trabajo lo teníamos empezado pero como sabíamos que hoy no nos tocaría salir lo dejamos para acabarlo otro día. Se ofrecieron a exponer tres parejas así que eso duraría toda la clase, me dispuse a hacer como que oía lo que decían cuando sonó la alarma de incendios, no parecía un simulacro.
-Guarden la calma y cogan las cosas esenciales, hagan una cola y saldremos cuando se nos indique.- Dijo Walterns el profesor.
Cogí mi mochila y fui a la cola.
Salimos todos al patio y al parecer había sido provocado con un papel quemado para que sonara la alarma. Como quedaba media hora para acabar la clase nos dejaron irnos. Y de repente oí una voz

-LUUUUUUUUCY

-¿Luke?-Pregunté mientras me giraba y adivinaba lo que acababa de pasar.

-Hola cariño, no podía esperar para verte.

-¿Has provocado tu que sonara la alarma?

-Bueno, depende, yo solo no.

-No puedes hacer eso, si te pillan me metería en un buen lío.

-Lo sé, pero he tenido mucho cuidado, no podia esperar para verte.-Dice susurrándome al oído.

Da igual lo que hubiera hecho, no podía resistirme a el, me acerqué un poco más, me puse de puntillas y le besé dulcemente mientras el me cogía de la cintura.
Me di cuenta de que medio instituto estaba pendiente de nosotros, se lo intenté decir pero me hizo un gesto en plan, tranquila, vámonos, sin dejar de sonreír que hizo que me dieran igual los demás. Le di otro beso y nos fuimos.

-Bueno princesa que te apetece hacer, ¿nos vamos ya?

-Déjame pasar por casa, me cambio y nos vamos.- Le dije mientras me montaba en su moto.

-Vale. - Me guiñó un ojo de esa manera suya.

Subí a mi cuarto mientras el me esperaba en el salón.

Me puse un top y unos vaqueros altos y me recogí en una coleta alta el pelo.
Bajé y vi que me estaba esperando en el sofá.
-Vaya, estás preciosa, ¿sabes por qué?

-No

-Porque no llevas maquillaje, me gustas más así.

-Si bueno, el día que veas como estoy cuando me levanto... - Dije yo.

-Ese día seré el más feliz del mundo.-Dijo mientras me cogió de la barbilla y me besó.

Cada día estábamos mejor juntos y eso me hacía pensar que tal vez fuera el destino.
Aparcamos el coche en la puerta del cine y nos pusimos a mirar la cartelera, estábamos entre una de amor y una de acción-comedia, nos decidimos por la segunda ya que tampoco quería que sufriera el tormento de una romántica.

-¿Seguro?Si quieres vemos la de amor.

-No, no, me gustan mucho estas de acción.

-Vale.

Vimos la película y fuimos a cenar, esta vez fuimos a donde yo prefería que era un restaurante retro vintage, llamado Tommy Mel's donde hacían carne que estaba de maravilla y un postre de escándalo .

-Pff esto está buenisimo.

-Lo sé, si es que yo siempre elijo bien.-Dije con una sonrisa.

-¿Sí? Como con el novio ese que dicen que tienes, un tal Luke, dicen que es un dios griego, un Adonis actual...

-JAJAJAJJAJAJAJAJAJAJA, corta un poco ¿no?A mi me encanta pero bueno, porque es mi novio. - Y le guiñé un ojo.

-Lucy, quiero que sepas que voy en serio, que me gustas mucho y que un día de estos cuando estés preparada quiero presentarte a mi madre.

-Luke yo también voy en serio, cuando quieras iré pero tu madre ya me conoce, ¿recuerdas?

-Sí, pero no sabe que tu eres esa novia que hace que solo piense en ella y me tiene aturdido

-Con el tiempo se te pasará.

Me cogió la mano y me miró,

-No digas eso, nunca me voy a cansar de ti, eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

Yo no podía más con el y sabía que yo tampoco me iba a cansar de él.
Nos besamos durante unos segundos antes de que llegaran los camareros a recoger los platos.

Continuamos el camino en coche en silencio cogidos de la mano. Estaba tan cómoda con el, y el también parecía relajado. Ojalá se quedará hoy conmigo en casa. Pero no podía decirle eso porque se pensaría que lo que quería era...
No, definitivamente no le diría nada pero dormir abrazada a el tenía que ser la mejor sensación del mundo.

Cuando llegamos se bajó y me acompañó a casa y en la puerta le dije si podía quedarse un poco más.

-Claro que si bebé, como si quieres que duerma aquí, por ti cualquier cosa. - Y me besó en la frente.

Pasamos y fuimos al sofá y estuvimos un rato hablando de sus proyectos en Janoskians, de sus miedos, de sus gustos y el me preguntó por la anorexia. Y le conté todo, como había caído, el tiempo que llevaba en ella y sobretodo que ya estaba recuperada y que no pensaba volver a caer.

-Claro que no. Yo te cuidaré, conmigo te vas a dar cuenta de lo bonita que eres.

-Eso eres tu que me ves con buenos ojos.

-Normal. Me estoy enamorando de ti, Lucy.

En ese momento no supe que decir sabía que yo sentía lo mismo y que todo lo que hiciera era poco para demostrárselo, así que me senté sobre él y le besé como no nos habíamos besado antes, sentí su cuerpo al principio un poco extrañado, pero luego me siguió el ritmo y me siguió besando cada vez más ardientemente. Cuando estuvo a punto de perder el control me separé un poco de el, notaba la urgencia con la que me acariciaba y me besaba. Yo no sabía si estaba preparada para continuar.
Me miró como adivinando mis pensamientos y me dijo si quería que parara.