Before the storm.

Capítulo 13.

Luke siempre sabía cómo hacerme sonreír, por eso en esos siete meses que llevamos siempre me había sentido tan bien junto a el.

El día de nuestros siete meses vino y me sorprendió con un gran ramo de rosas y muchos besos.

-Luke, felices siete meses cariño.
-Gracias por los mejores de mi vida. Te amo.-Y me besó fuertemente.
Subimos a la habitación porque mis hermanos nos habían dejado la casa para que pasáramos el día y no molestarnos. Ya lo habíamos arreglado, me pidieron perdón y por no crear conflictos acepté aunque más bien las disculpas las merecía Luke también.

Subimos arriba y me dio su regalo, era el billete de avión y una recopilación de todas nuestras fotos juntos.
-Toma el mío.
Lo abrió y se quedo sorprendido, tal vez esperaba otra cosa pero le regalé ya que sabía que le gustaban mucho una pulseras idéntica a la que yo tenía, para que siempre estuviéramos juntos y una carta diciéndole todo lo que sentía.

Me abrazó inmediatamente y me besó mucho, no paro hasta que nos quedamos sin respiración.

-Es genial Lu, me encanta, pero más tú.

-A mi lo tuyo tambien, ya sabes que no hacía falta, me habría comprado yo el billete.

-No podía arriesgarme a que no quedará cuando los compraras. -Retiramos de la cama todos los regalos y se recostó a mi lado.

-Te amo. -Le susurré mientras el me cogía y me besaba.
Nos habíamos besado muchas veces pero esta vez noté la urgencia de nuestros besos, y sus caricias por mi cuello y espalda fueron más fuertes. Me miró con cara de interrogación antes de posar su mano levemente debajo de mi camiseta, le besé a modo de respuesta y el suavemente me acarició la piel desnuda. Yo hice lo mismo, toqué su piel bronceada y dura, sus abdominales como una tableta de chocolate. No podíamos parar el estaba casi encima de mi, los besos cada vez eran más pasionales y fuertes. Se detuvo y se separó un poco.
-Lucy, ¿quieres que sigamos?
-Siempre había tenido miedo de este nomento, pero contigo no.
-¿Estás segura?
-Sí, quiero hacerlo.
-Te amo. -Me dijo mientras empezó a quitarse la camiseta y a desabrochar mi camisa.
Siguieron los besos mientras él luchaba contra el broche de mi sujetador, al final lo liberó y quedamos los dos frente a frente, me susurro un 'eres preciosa' al cuello mientras me quitaba del todo la ropa interior, se puso el condón y me siguió besando, al principio tuve vergüenza pero él enseguida me hizo sentirme tan cómoda arropada en sus brazos.
No había hecho nada aún para relajarme, sólo habían habido caricias y besos, y me avisó en el cuello que iba a empezar ya. Me puse tensa y cerré los ojos con miedo del dolor, pero fue muy lento y suave y el dolor soportable.
-¿Te duele mucho mi amor?
-No, estoy genial.
Y empezó a besarme y acariciarme al ritmo de nuestros cuerpos unidos, no lo pude evitar y gemí cuando él continuó más fuerte junto con los besos en el cuello. Eso sólo le excitó más, yo aproveché para besarle y marcarle las clavículas, estar tan unidos era la mejor sensación del mundo, el miedo me había impedido entregarme a él antes pero sabía que era una buena decisión y que la espera había valido la pena. Me acarició el torso mientras seguía moviéndose, gimió en mi oído y yo le mordí el lóbulo de la oreja.
-Lu...dios, no puedo parar, voy a llegar.
-Shhh, sigue por favor.
Aguantamos un par de minutos más hasta que al final se desplomó sobre mi y me miró como si fuera la cosa más hermosa del mundo.
-Lu, te amo.
-Y yo cielo, ¿cómo he estado?
-Estupenda. ¿Pero sabes qué?
-¿Qué?-Le dije mientras me acurrucaba en su pecho y le abrazaba.
-Todo se mejora con práctica.-Y me guiñó el ojo pícaramente.
-Tonto- Y le empujé un poco pero sin poder evitar reírme.
-¿Entonces te gustó pequeña?También fue mi primera vez. -Y me miró a los ojos con una mirada tan profunda que sólo supe descifrar como el profundo amor que sentía hacia mi.
-No lo sabía, parecías un experto.
-Lo quería parecer contigo.
-Ha sido muy bonito. Gracias por ser así conmigo, eres el mejor novio del mundo.
-Gracias a ti, por todo, no quiero a nadie más que a ti. Prómeteme una cosa.
-Dime Luke.
-Que seré el primero y el último.
-Ojalá, yo sólo quiero eso.
-Te amo.
Y no pudimos evitar dormirnos abrazados, con una gran sonrisa y paz interior que tanto tiempo antes habíamos ansiado.

Al despertarme vi que eran las tres y media y llevábamos durmiendo desde las doce, ni siquiera habíamos comido. Busqué a Luke pero en la habitación no estaba, así que fui abajo y le encontré en la cocina, preparando lo que parecían ser unas crepes. Fui sigilosamente y le abracé por detrás.
-Hola mi amor. -Le saludé con un beso en el pelo.
-Te estaba esperando dormilona, aún no ha acabado nuestro día te parece que merendemos y vayamos a dar una vuelta.
-Sí, genial pero antes quiero darme una ducha.
-Vale tesoro, te espero aquí. Voy a vestirme.
Y le besé rápidamente para subir y ducharme.
Una vez dentro del baño me miré en el espejo, y me asombre de mi propio cuerpo, llevaba marcas en el cuello y un pequeño moratón en la clavícula, no me imagino como estaría él, porque el me trató muy dulcemente todo el tiempo. Me acordé de cuando le arañé la espalda y no pude evitar sonreír con la imagen de nosotros dos juntos.
Me sequé el pelo y busqué algún vestido bonito para ponerme.
Elegí uno negro con escote de pico en el pecho y toda la espalda descubierta.

-Joder bebé vas a hacer que no quería salir de casa.

-Que tonto eres, ¿vamos ya?

-Usted primero, bella dama. -Y me abrió la puerta para salir.

Dimos una vuelta por la ciudad y me llevó a un restaurante vegano nuevo muy bonito y romántico. Allí me repitió como hacia casi todos los días las palabras que me llenaban de vida.

-Lu, te amo más que a nada, sé que ni siquiera llevamos un año, pero eres ya parte de mi vida, y no te cambiaría por nada, quiero pasar toda mi vida contigo.

Casi sin darme cuenta lagrimeé un poco y no pude evitar saltar sobre él y darle un gran abrazo.

-Tu también eres lo mas importante para mi, me has salvado de tantas cosas, no dejaré que te vayas nunca.

Y así finalizó uno de los mejores días de mi vida.