Casado Con Un Desconocido (Chanbaek)

Capítulo 1: Casado con un desconocido.

La boda había sido increíble. Los novios, ambos vestidos de blanco, habían brillado esa noche más que nunca, sobre todo por la sonrisa que adornaba sus rostros, rebosantes de felicidad.

Fue una pequeña celebración en la que compartieron con su familia y amigos más cercanos, aunque no pasó desapercibida por los medios, y uno que otro reportero intentó colarse en el local fallando miserablemente ya que la seguridad era perfecta.

Pero, ¿cómo ignorar un evento tan importante? Después de todo se casaban dos figuras emblemáticas: un brillante empresario y el arquitecto encargado de todas las fantásticas edificaciones de Seúl en los últimos 5 años, desde hermosas mansiones hasta enormes edificios. Kim Jongdae y Kim Minseok eran sin dudas famosos y reconocidos en todo el país como el dúo dinámico, siempre juntos.

— Pido un brindis por esta maravillosa pareja de recién casados quienes prefieren malgastar su noche de bodas bebiendo con sus amigos. —habló el castaño levantando su copa, los otros invitados le siguieron.

— ¡Salud! —dijo Jongdae sonriendo. —Salud pido para mi querido hijo Sehun quien está más colado que el café de la Señora Choi. —comentó el rubio refiriéndose a su secretaria, todos rieron.

— ¡Hey! Yo no soy tu hijo, tengo 18 y tú 24, a menos que me hayas concebido con 6 años. —aseguró el castaño bebiendo el contenido de su copa de un trago.

— Pero lo otro no lo niegas, ¿cierto? —le recordó Jongdae y el menor se encogió de hombros.

— Basta Dae, deja al chico tranquilo.

— Pero qué dices Minnie, tú mejor que nadie sabe como me fastidia ese niño, es hora de mi venganza.

— Está ebrio cariño. Además, no es como si tú fueras distinto a él, yo diría que es una copia exacta de ti cuando nos conocimos.

— No bromees así amor, no soy nada frío y eso lo sabes muy bien. —dijo coqueto Jongdae y Minseok se sonrojó.

— Pensé que la Luna de Miel comenzaba mañana, si me hubieran dicho que se adelantaría me habría marchado al terminar la ceremonia, tengo mucho trabajo que hacer. —comentó un peliplateado con cara de pocos amigos.

— No seas amargado Yeol, disfruta un poco de la fiesta. —le pidió el rubio mientras le ofrecía una copa de champán, pero este la rechazó.

— ¿Disfrutar dices? Todos están lo suficientemente ebrios como para continuar durmiendo hasta la semana que viene. —comentó al ver a su hermano y el novio de este. —Alguien tiene que conducir a casa.

— No te preocupes por eso, Dae ha reservado todo el hotel por lo que todos pueden ocupar una habitación. Ahora brinda conmigo, ¿sí?

— Si me lo pides tú, no me puedo negar. —contestó Chanyeol mientras brindaba con Minseok.

— Esto es injusto. —se quejó Jongdae haciendo un puchero. —Aceptaste la copa que te ofreció Minnie, y no la de tu mejor amigo.

— No seas infantil Chen, además, yo y Minseok nos conocemos mucho antes de que tú aparecieras en nuestras vidas. ¿Acaso no te dije que fuimos novios? —comentó el peliplateado con la intención de hacer enojar a su mejor amigo, pero, como siempre, no le funcionó.

— No digas eso, haces parecer que fui yo quien destruyó su relación.

— No, fui yo y mi obsesión al trabajo lo que provocó nuestra ruptura. Nunca tenía tiempo para él. —confesó Chanyeol. —Sin remordimientos.

— Sin remordimientos.

Los chicos volvieron a brindar y Jongdae bufó ganándose algunas carcajadas por parte de JongIn y sus dos acompañantes quienes regresaban después de estar tres horas perdidos buscando una tienda para comprar whisky.