Siempre estaré para ti

Cap 23- Perfección

Sentí una mezcla de ternura y nostalgia verla así, me recordó a mi primer amor y luego a mi Helen, de pronto sentí tristeza por un lado, por no tener a mi esposa conmigo pero por otro lado rogaba que ese chico no le rompiera el corazón, se lo horrible que es y no se lo deseaba a nadie, mucho menos a Jessy. Espere un par de minutos más y la ví llegar muy sonriente al auto

Jessy: hola tu...-subio al auto y noté que se puso algo nerviosa- oye... desde cuándo estás aquí? -mamá tenía razón, no sabía disimular-

John: hace como 20 minutos

Jessy: oye -apoyo sus codos en lo que yo llamo los hombros de los asientos y hablo casi rozando mi oído- me guardas un secreto? -susurro-

John: ya se, no quieres que le diga a tu padre que te saliste de clases para estar con un chico -dije en tono cansado alzando las cejas y mirándola a los ojos, ella solo sonrió con un leve sonrojo-

Jessy: lo harás? -pregunto con ansiedad- o tengo que matarte para que no divulgues mi tan preciado secreto? -imito una voz grave y dramatica, no pude evitar sonreír-

John: no le diré, pero -dije con seriedad, ella me miro un tanto sorprendida por mi cambio repentino- solo si me prometes que no te saldrás más de clases

Jessy: -me miro con la boca entre abierta por unos segundos- claro! te lo prometo -volvio a sonreír- eres el mejor

Me lo tomé como un cumplido, volvimos a casa luego de un tramo lleno de cantos y bailes, a veces me daba gracia verla bailar tan animada, ella cerraba sus ojos y no existía nada más solo se dejaba llevar y no le importaba lo que yo pudiera pensar de ella. Llegamos a casa y mientras ella almorzaba yo me fui a mi dormitorio me quite el saco, la corbata, desabroché unos botones de mi camisa y me puse a ver un poco de cosas en internet hasta que sentí unos golpecitos en la puerta

John: a delante -espere a que la puerta se abriera para ver de quién se trataba-

Jessy: permiso -entro y ví que llevaba ropa deportiva- hola, solo quería decirte que no saldré a ningún lado hoy así que, ya puedes irte si quieres -dijo con ese gesto amable que la caracterizaba-

John: amm.. puedo quedarme un par de horas más? Rosa nos pidió ayuda a Max y a mi para limpiar la casa y además quiero lavar el auto -estaba seguro que se pondría a practicar alguna coreografía y quería verla bailar, todo lo que dije era cierto pero de todos modos me sirvió como excusa-

Jessy: claro! no hay problema, tú tranquilo, yo estaré en la sala de ensayo por si necesitas algo -yo solo asentí con la cabeza y ella se fué-

Hice todo lo que tenía que hacer, ayude a Rosa y luego lave el auto pero antes de irme busque la sala de ensayo y no fue difícil, solo me deje guiar por la música. Abrí lentamente la puerta con cuidado de no ser descubierto, no se cuanto tiempo estuve alli pero la ví bailar Hip hop, algo que creo que le dicen chá chá chá, ballet y algo que era parecido al ballet pero menos estructurado. No podía creer lo que veía cada movimiento era exacto y pulcro, se deslizaba por la sala de una manera que destilaba delicadeza, todo movimiento de caderas que cualquier persona denominaría "vulgar" era reemplazado por su elegancia y exelencia... no encontraba otras palabras, para mí todo lo que ví era más que perfección aunque en varias ocasiones practicaba el mismo paso una y otra vez hasta estar satisfecha con los resultados, eso me gustaba, se exigía porque sabía que podía hacerlo mejor.

X: disfrutas el show? -voltee y ví a Max detrás de mí con una sonrisa un tanto pícara-

John: me asustaste -el solo mantuvo su sonrisa- si, escuché la música y la curiosidad me ganó

Max: te entiendo amigo, es realmente talentosa, me ha pasado varias veces. Oye, puedes darle esto? -en ese momento ví que llevaba una bendeja con comida- Rosa te estaba buscando para que se lo trajeras tu pero no te encontró... así que ya que estás aquí -entendi su indirecta-

John: claro, no hay problema -tome la bandeja y el se fué, volví a cerrar la puerta y golpee-

En cuestión de segundos oí que el volumen de la música bajó y la puerta se abrió dejando ver a Jessy con una toalla al rededor del cuello secándose el sudor.

Jessy: hola tu -dijo con una sonrisa cansada-

John: te traje esto -le mostré la bandeja-

Jessy: genial! muero de hambre

John: pues si, ya son casi las 8 de la niche -me miro sorprendida-

Jessy: Dios! el tiempo se me pasó volando, de todos modos comeré aquí -se hizo a un lado y me dejó pasar y yo dejé la bandeja en en un banco- quiero seguir ensayando

John: no crees que ya es demasiado? digo, hace 5 horas que estás ensayando -me tome el atrevimiento de sentarme en el banco donde deje la comida-

Jessy: pues si, pero aún me falta ensayar más coreografías, aun no termine la rutina para el equipo de animadoras y debo presentarla el viernes-

John: bailas mucho no? -dije frunciendo el ceño, ella solo soltó una risa tímida-

Jessy: si, bailo mucho, tu no? -comenzo a comer-

John: no no, tengo dos pies izquierdos -ella soltó una carcajada- creeme, no tengo ritmo

Jessy: ay claro que sí, todo el mundo tiene ritmo, mi papá decía lo mismo que tu y yo le enseñé a bailar, ahora lo hace mejor que yo

John: la última vez que baile fue hace 20 años

Jessy: entonces no creo que no sepas, tal vez solo olvidaste cómo hacerlo... yo te voy a enseñar -dijo con una decisión que me dió miedo-

John: que?? no, no es necesario -me puse de pie listo para marcharme:

Jessy: oh vamos -ella también se puso de pie y comenzó a caminar lentamente a mi alrededor- el señor Wick tiene... miedo?? -dijo en mi oído-

John: miedo yo??...-si.. no quería pasar vergüenza delante de ella-

Jessy: no lo haré ahora, pero yo no me relajaría si fuera tu... en cualquier momento te arrastrare al salón -se alejo apuntandome-

John: sabes que no puedes arrastrarme, soy el triple de tu tamaño -me acerque a ella mirándola con superioridad-

Jessy: eso mismo dijo mi padre -comia de lo más tranquila-

John: mejor te dejo comer en paz, hasta mañana niña

Jessy: hasta mañana John -me fui del salon-

Sabía que si me quedaba con ella lograría convencerme, me di cuenta que ella podía persuadirme, por unos segundos pensé en aceptar que me enseñara a bailar y eso es algo que ni Helen pudo lograr.

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