•|| Composición ||•

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Capítulo ocho:
Marinette.

La dulce melodia invadió el lugar provocandome unas tremendas ganas de cerrar mis ojos, y es eso lo que hice.

Con la composición de Luka de fondo muevo mis hombros en un suave vaivén. La pequeña acústica esta entre un tono meloso y rítmico y sólo puedo imaginarme un romance.

Supongo que eso quiere dar a entender, romance.

Estaba tan absorta en la música y mis pensamientos que no me di cuenta que Luka había terminado de tocar.

—¿Te gusta?

—Esta increíble Luka.

—Si, es la primera vez que compongo algo así.

—Tengo una leve idea de lo que querías transmitir. ¿Puedes asegurarla?

—¿Que entendiste?

—Pude entender sobre un amor. El deseo de querer tanto a alguien y que posiblemente no te quiera a ti.

—¿Si, verdad?

—Ujum.

—Tienes razón. Solo desearía que la otra persona me dijera lo que siente, Ma-Marinette.

Me sonrojo al instante, la primera vez que lo conocí fue aquí, en su cuarto, con su guitarra y me puse tan nerviosa que tartamudeé mi nombre.

—Cállate. —Le digo, mientras agacho mi cabeza. El solamente ríe, su risa es suave y... Melódica.

Me gusta su risa.

—Lo siento. No puedo evitarlo.

Yo solo me dedico a reír.

—Entiendo.

—Sí.

—Bueno, verás Luka. Yo... La pasé genial y realmente lamento haberme olvidado que hoy saldríamos así que...

—¿Saldríamos? Entonces para ti, ¿esto fue una cita?

Parece feliz. Muy feliz.

—¡N-No...! A-a lo que m-e ref-eria er-a...

—Lo entiendo, no te preocupes Mari. Me alegra mucho que hayas aceptado salir conmigo.

—No es así...

—¿No?

—No...

—...

—Bueno, yo, ¿Me voy?

—Ah, claro. Gracias por escuchar mi nueva composición. Espero te haya gustado.

—Si, si.

—Cada vez que quiera sentirte cerca, tocaré esa melodía Mari.

—Ah... Ya.

El se levanta de la cama y deja su guitarra.

—¿Vamos?

—Si.

Caminamos hacia la compuerta de salida y me despido de su mamá y Juleka, evitando un poco a la última.

Luka se ofrece a acompañarme hasta mi casa pero declinó la oferta. Tengo la esperanza de por el camino encontrarme a Adrien en una sesión de fotos o alguna idea para su regalo.

—¡Adiós Luka!

—Adiós, Mari.

El retorno a casa es tranquilo y me permito caminar despacio. Este día ha pasado sin ninguna intervención de algún Akuma y eso me preocupa.

Mi lado de heroína no puede evitar sentirse atormentada y con un sabor agrio en la punta de la lengua. Entonces decido que haré un patrullaje por la noche.

—Mari.

—Dime Tikki.

—Muchos portadores se están uniendo ya, ¿Eso no es fantástico?

—En cierta parte es increíble tener compañeros Tikki. Pero eso da a entender que Chat Noir y yo somos cada vez menos suficientes para combatir a los akumas.

—¡No, no! No es así, por algún motivo Hawk Moth esta encontrando emociones más fuertes Mari.

—También puede ser.

—Si, además, debes de ver que cada portador de un Miraculous cumple con una característica necesaria que se adecua a su Kwami y el poder que porta.

—¿Cuál es el mío?

—Mari, Ladybug es la característica de una mariquita con suerte. Puede que tú seas despistada y torpe pero te adecua tu humildad Mari. Ladybug refleja aquello que tu tienes.

—¿Chat Noir?

—Chat Noir se parece a ti. Su deseo de humildad es el mismo pero para él es más complicado. No puedo decirte con certeza porque sería desvelar su identidad.

—Lo entiendo.

—¿Que harás con el regalo de Adrien?

—El ocho de septiembre llega rápido. Creo que es momento de enfocarme un poco en este problema de la ausencia de Akumas.

—¿Entonces?

—Alya tiene razón. Usaré ideas que ya tenía.

—Bien Mari.

—Si Tikki.

¡Vaya!

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¡Vaya!

Que Marinette decida dejar de preocuparse tanto por un simple regalo puede ser señal de algo, ¿verdad?

Se que hoy no es domingo pero he adelantado el capítulo, espero les guste.

¡Gracias por leer, comentar, añadir la historia a sus listas y seguirme!

—Sayonara.

Holy.

Eres Mi Nota Perfecta [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora