Eres Mi Nota Perfecta [BORRADOR]

•|| Félix ||•

Capítulo veintiuno: "Félix"
Pov's Adrien.

Estiré mis manos y piernas a la vez que observaba a Plagg comer queso.

Habíamos acordado hacer ejercicio y para él: "El camembert es su mejor ejercicio"

¿Donde encuentro su lógica?

Bufó molesto y decido levantarme y buscar una rueda de hámster que tenía. Al encontrarla sonrió y tomo otro camembert amarrandolo en la rueda.

—¡Plagg!

Me acerco moviendo la rueda en su dirección y sus ojos me ven desinteresados, no digo nada porque el sabroso olor del queso llega al instante a su cuerpo.

—¿Si, Adrien?

Dejo la rueda en el suelo, junto a mi, su pequeño cuerpo se acerca hasta mi y ve la rueda.

—Si logras atrapar el queso, corriendo, es tuyo.

Sus ojos me ven mientras sus bigotes se mueven, no recibo una respuesta verbal cuando su cuerpo se encuentra corriendo en la rueda del hámster.

Río divertido disimulando lo mejor que puedo y vuelvo a trotar, el tiempo pasa y mi mente se distrae en su cabello azabache.

Mi corazón da un vuelco al recordar sus gestos y la forma en la que tuve que alejarme de ella.

De Kagami.

Sacudo mi cabeza esperando que estos pensamientos desaparezcan y dirijo mi mirada hacia abajo, Plagg se encuentra sudando y jadeando mientras apenas corre.

No puedo más así que me agachó y tomo el queso junto a él y los dejo en el sofá.

—Toma Plagg, te lo ganaste.

Sus ojos me ven, cansado toma el queso y empieza a comerlo.

Me levanto y camino hasta el baño para darme una corta ducha y eliminar el sudor de mi cuerpo.

Termino de alistarme y Plagg se esconde en mi ropa, Nathalie entra a mi habitación anunciando que Félix junto a su mamá acaban de llegar, bajo junto a ella topandome con el Gorilla. Ya en la entrada, observó a mi alrededor en la búsqueda de mi padre y al no encontrarlo cierro por un momento mis ojos.

—¡Adrien!

Aún me sigue sorprendiendo la gran igualdad que tiene con mi mamá provocándome ganas de correr hacia ella y abrazarla, pero no lo hago, porque ella no es mi mamá.

—Tía.

Sus brazos rodean todo mi cuerpo y yo no hago más que ver a Félix, este mantiene una mirada seria para después darme un apretón de manos cuando su mamá se separa.

—¿Y tu papá, Adrien? —Pregunto ella.

—No lo sé tía. —Dije yo.

No sabía el porqué se encontraban aquí.

Si, claro, quisiera poder decir eso.

—Adrien. —Mis ojos se dirigen a Félix luego de escucharlo llamarme. —¿Quién es Kagami?

Y ahí, es donde lo único que hago es suspirar al respecto.

Pov's Marinette.

Rojo.

Rápido.

Explosivo.

Esas eran las primeras palabras que se me venían a la mente luego de recordar todo lo que pasó esta tarde. Me tiró a mi cama chillando de la emoción contra mi almohada para reprimir los gritos, mi corazón se mantiene a un ritmo acelerado a la vez que mi rostro sigue manteniendo el tono rojizo de antes.

Una explosión de emociones y sentimientos hace en mi interior provocándome un insomnio increíble, son más de las dos de la madrugada y no he podido conciliar el sueño.

Tiki se encuentra dormida en su cama siendo ignorante del delirio en mi cabeza.

Besé a Luka. Besé a Luka. ¡Besé a Luka!

No podía creerlo, era simplemente increíble.

Me sonrojé, ¿Acaso podía estar más roja de lo que estaba ahora?

Por ese pequeño momento me permití pensar en mi.

Oh, recuerdan que mencioné a Tiki, ¿No?

Tengo muchas cosas que contar, pero... ¡Besé a Luka!

Rodé en mi cama apretando la almohada contra mi cara mientras seguía chillando, no me di cuenta y rodé de más hasta caer al piso.

—Auch...

Sobe mi muslo ya que había caído sobre el, me levanté con cuidado esperando no haber despertado a mis padres, por suerte (para mi) Tikki se talla los ojos al mismo tiempo que bosteza y se acerca a mi.

—¿Marinette?

Observé su pequeña figura y pase una de mis manos a mi nuca.

—Tikki... —Dije con la voz más calmada que podía, -Yo no se que te despertó.- era lo que decía ese tono. —¿Que sucede?

Caminé hasta la cama y me acosté en esta mientras ella me seguía, luego de desaparecer un poco el sueño que tenía sonreí y abraza mi mejilla.

—Ha pasado... ¿Un mes? —Dijo ella por lo que la observó luego de escucharla, si, un mes, si no es que más.

—Si, todo paso tan rápido... Y tan lento. —Dije al mismo tiempo que acariciaba su cabeza con mi dedo.

—Es tan bueno estar aquí. —Dijo Tikki.

—¿Chat Noir también recuperó su miraculous? —Pregunte, no se cómo, o no se el porque, el Maestro Fu borro nuestras recuerdos de identidades y es por ello que cada uno recuperamos los miraculous, es obvio que las demás personas -los que se enteraron- la saben pero ahora debemos de ser más cuidadosos.

No me quejo ya que desde un principio le dije a Chat Noir que nunca debíamos de saber nuestras identidades.

—Venga Mari, vamos a dormir. —La sigo y ella se coloca en su camita, yo me acuesto en la mía, y decido preguntar:

—¿Otro portador puede saber mi identidad? —Pregunte, aunque no sabía si esa persona ya lo sabía.

—Todos lo saben Mari, deberás de actuar tranquila y como si aún no me hayas recuperado. —Dijo Tikki.

—Pero estoy feliz por dos cosas... ¿Cómo fingir estar triste?

—Aferrate a una, y habla de esa. Ahora, durmamos, ¿Si?

Asiento feliz, recuerdo por una vez más a Luka y sonrió. Acomodo mi cuerpo en mi cama. —Descansa, Tikki.