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Aquella mañana fue un tanto más complicada de lo normal. Koya no despertaba por lo que se atraso al levantarse, no se levantaba sin Koya.

Se iba a ir sin desayunar pero tuvo que preparar unos aperitivos para comer él y Koya durante el día, de otra forma no podrían soportar el día pues si algo notó es que Koya también amaba comer, de igual manera que él, el uno para el otro sin duda.

Cuando llego a la universidad, al igual que en todo el camino, Koya se mantenía quieto en su bolsillo delantero, posiblemente durmiendo de pie. Lo que si le sorprendió fue ver a sus tres mejores amigos, de hecho los únicos con los que si convivía en la universidad, irónico cuando era muy sociable pero sus otros amigos no eran de esa universidad, en condiciones parecidas a las de él.

Yoongi tenia en sus manos un pequeño animal que aparentaba ser un perro, un perro amarillo con orejas negras aunque su pelaje parecía un pijama, raro.

Yugyeom acariciaba un pequeño conejo rosa de cejas grandes, incluso parecían maquilladas, raro y tierno... adorable más bien, sobretodo ante los gestos que hacia al ser acariciado.

Hoseok jugaba con un... un... No tenía idea de que fuera eso pero parecía un corazón con pijama azul a puntos amarillos, y no sabría calificarlo como lindo, raro o perturbador, era raro, muy raro.

-Parece que no soy el único con un fin de semana raro-. Se sentó junto a sus amigos y saco a Koya de su bolsillo para dejarlo en la mesa, el koala al estar más consiente y notando donde estaba agrando su tamaño estirando sus brazos al mayor para que lo cargara y lo alejara de los desconocidos-. Hey, mira tranquilo-. Lo cargo para poder hacer que mirara a sus amigos-. Chicos el es Koya, Koya ellos son Yoongi, Yugyeom y Hoseok, ni ellos ni los pequeños te harán algo, yo te cuido.

El koala temeroso pero confiando en que Jin no permitiría que algo le pasará dejo que lo soltara y se quedo en la mesa mirando a los otros, los demás pequeños no tardaron en acercarse hasta él y él... Él no pudo evitar que sus orejas cayeran por la impresión y la ligera sensación de  desconfianza.

-El koala... -.Jin miró a Yoongi con el seño fruncido-. Koya, es más raro que los nuestros, parece ser el único desconfía del resto.

Después de que cada uno presentara a su acompañante siendo, Tata el de Hoseok, Cooky de Yugyeom y Chimmy de Yoongi, y tras una breve explicación de que era Tata, breve porque nadie supo que era o como clasificarlo, acordaron que era un corazón en pijama a consejo de Jin.
Se mantuvieron hablando como si todo eso fuera lo más normal del mundo. Es que no entendían que tenían a unos animales súper extraños entre ellos.

-Oigan... ¿No les parece raro que tengamos a estos chicos jugando en medio de nosotros y no se nos haga raro?-. Hasta que alguien reaccionó respecto al tema, fue Hoseok, los demás parecieron pensarlo pero terminaron encogiéndose de hombros-. ¿En serio no les parece raro?-. Volvió a cuestionar recibiendo un «No» en coro como respuesta, el único que se preocupaba por las cosas raras que les pudieran pasar era Hoseok por lo visto.

-Muy bien algo más importante-. Habló Jin cambiando de tema-. ¿Por que somos los únicos aquí?, ¿No se supone que todos deberían haber llegado hace mucho?.

Todos bufaron fastidiados, Hoseok más fastidiado que el resto tras ser ignorado-. ¿Por qué no le preguntas a Min Yoongi?-. Espetó con cansancio y Jin miró al nombrado.

-En mi defensa nuestros compañeros son unos desconsiderados, llamarme a mi para que les avisara que se suspendieron nuestras clases, a las once de la noche, ese tipo del cual no recuerdo su nombre pero es de los que se sientan al fondo, estoy seguro que sabía que me dormiría tras colgar la llamada.

Como un cuento de hadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora