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Si Jin dice algo, Jin tiene la razón.

La ultima hora se resumía en que fueron a la casa de Jin y tomaron un baño caliente, todo bien hasta que el moreno comenzó a estornudar y su temperatura subió un poco, ahora estaba envuelto un unas mantas en el sillón del mayor mientras el último preparaba algo de comer.

-¿Necesitas ayuda hyung?

-Lo último que necesito son tus gérmenes en mi cocina, descansa para que mejores pronto.

-Debo irme hyung.

El mayor se asomo por la cocina para poder ver al moreno.

-No lo harás, la lluvia aún esta muy fuerte.

-No quiero molestarlo hyung-. Namjoon formo un puchero mirando a su mayor-. Ya es suficiente que me haya dejado tomar un baño y me prestara ropa, no tiene porque preocuparse.

Si supieras que esa ropa la compre para ti, paso por la mente de Jin al acercarse al moreno.

-Mira Nam, no eres ninguna molestia, si lo fueras te hubiera llevado a tu departamento en vez de traerte a mi casa, no te preocupes que no me causa ningún problema el tenerte aquí conmigo.

-Eres tan lindo hyung... -. Las mejillas de ambos se encendieron con fuerza al analizar las palabras del moreno-. Me ayudas tanto a pesar de que apenas nos conocemos, ya hubiera caído devastado si no fuera por ti.

-Dramatico-. El ambiente de confianza que se creaba entre ambos era bastante fácil de notar-. Solo ha sido un día, no es para tanto.

-¡Para mi lo es hyung!-. El moreno adopto una actitud mas infantil y Jin se pregunto que tan grave estaba siendo su fiebre-. Para usted tal vez no sea tanto porque es muy bonito y ayuda a mucha gente pero para mi si, porque no soy muy bonito y no es común recibir tanta ayuda de una misma persona.

-¿Que tiene que ver el ser bonito?-. Jin se estaba divirtiendo bastante por el desvarío del menor, tomo su mano guiándolo a la mesa de la cocina para que pudieran comer.

-Es que usted es muy bonito y jamas se fijaría en mi porque yo no soy bonito.

-Eso es mentira, tu eres muy lindo y ahora como un lindo donsaeng comerás la comida que te hizo hyung.

-Si hyung, ¿Qué preparo?

-No me trates de usted, y prepare caldo de pollo, también tengo pie de limón y te daré si te sirves todo.

A diferencia de lo que Namjoon pensó Jin llevo la comida a la sala y ambos se envolvieron en mantas mientras comían y hablaban.

🌺✨

Ambos estaban en la cama del mayor mientras este veía al moreno dormir, estaba tomando su tiempo para admirar cada pequeño rasgo del rostro del Namjoon, quería guardarlo en toda su mente y corazón.

Aunque solo quería acariciar sus mejillas y colocar sus dedos en la posición adecuada para sentir sus hoyuelos, esas lindas lagunitas que se le formaban al  sonreír.

Jin se arrepentía de muchas cosas en la vida, como de su relación con su primer novio, pero jamás se arrepentiría de haber llevado con él a ese pequeño koala que sangraba a los pies de un árbol, definitivamente haría todo lo que pudiera para que el moreno lo recordará.

🌺✨

La mañana siguiente Namjoon se despertó y tardo varios minutos en reconocer donde estaba, miraba la habitación de su mayor con una extraña sensación de calidez, que asumía era porque la habitación era acogedora con la decoración que tenía.

-Buenos días Nam-. Su mayor se asomaba por la puerta con una sonrisa viendo el rostro adormilado del moreno-. El desayuno está listo y tu ropa esta en el baño para que puedas cambiarte, también hay un cepillo de dientes nuevo que puedes ocupar.

-Gracias hyung, lamento las molestias.

-¿Cuales molestias? Me gusta tenerte aquí.

Namjoon se levantó con una sonrisa y entró al baño de la habitación.

🌺✨

-¿Y te caíste por las escaleras?

Jin asintió calmado a la pregunta del menor, ya habían desayunado y estaban en el sofá frente a frente mientras hablaban, Jin disfrutaba de la compañía del menor y sabía que el sentimiento era mutuo ya que el menor no dejaba de verlo con interés.

-Si, bueno, olvide que había otro escalón.

Las risas del moreno estaban presentes y Jin estaba maravillado con ello, aunque se estuviera riendo de él, eso no le importaba.

-Namjoon...

-Jin hyung...

Ambos se miraron unos segundos y comenzaron a acercarse con suavidad, mirándose, analizando las posibles reacciones del otro.

Jin estaba que no podía de emoción, iba a volver a besar a Namjoon, y eso era algo realmente bueno para él, volver a sentir los labios del moreno sería una gran oportunidad, y un muy gran paso.

Namjoon estaba nervioso, tenía al hombre más hermoso que había visto a centimetros de su rostro, tan cerca que dudaba que fuera real.

Sus labios se juntaron en una suave danza, moviéndose en busca de reconocer aquello que agitaba sus corazones, buscando aquello que jamás les había dejado de pertenecer.

La mano del menor fue a parar a la mejilla contraria al mismo tiempo que los brazos de Jin se envolvían al alrededor de su cuello con suavidad.

¿Así se debía sentir el beso? Tan magníficamente grato, completo, agradable.

¿Sus labios debían sentirse encajar a la perfección?

Después de todo sus labios y corazones estaban hechos para el otro, ahora que estaban juntos solo podían danzar en un baile que solo ellos comprendían y sentían suficiente.

La alegría del alma era transmitida por la risa según un hombre de quién Seokjin no podía recordar su nombre pero sabía que tenía razón porque cuando sus labios se separaron ambos dejaron escapar pequeñas y suaves risas avergonzadas.

-¿Tanto te gusta tenerme aquí?

Jin sintió sus mejillas enrojecer y sin importarle parecer apresurado o desesperado asintió acariciando la nuca de Namjoon.

-Me encanta, la verdad lo hace.

Mezclando sus sonrisas volvieron a unir sus labios, esperaban tener una eternidad para ello, para conocerse y amarse, en el finde de sus corazones, su mente y alma se unían para dejar en claro una sola cosa.

El deseo de permanecer juntos, amándose y encontrándose nuevamente vida tras vida, eternidad tras eternidad, más allá del final de la vida misma.
Ambos buscando la respuesta a un sentimiento inexplicable desidiron colocarle un nombre.

Amor.

Su complicado y hermoso amor.

Fin.

Como un cuento de hadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora