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Estaba detestando las tiendas de ropa, no.
Estaba detestando todas las malditas tiendas que veía.

Namjoon se dejó caer en uno de los asientos de espera fuera de los vestidores, era la tercera tienda a la que pasaban, parece poco pero llevan casi dos horas, dos horas más tres tiendas es igual a mucho tiempo en cada una sólo viendo ropa.

-Hyung-. Llamó al hombre que se probaba ropa-. Quiero dormir.

-No es mi problema.

-Eres mi hyung, eres responsable de mi.

-Técnicamente, no. Eres un ser casi mágico que apareció en mi vida de un día para otro, técnicamente no eres mi responsabilidad si te pones a analizar que sobreviviste mucho por tu cuenta.

-Eres cruel.

-Soy divino, maravilloso, me idólatras poco menos-. Abrió la puerta dejándose ver con unos pantalones negros que se pegaban a sus piernas y una camisa ancha con escote manteniendo las mangas dobladas, hermoso, como siempre-. ¿Cómo me queda?.

-¿Para que preguntas?-. Namjoon se acomodo sin dejar de verlo, lo analizó sin saltarse ningún espacio de su cuerpo-. Tus piernas se ven bien, el pantalón tiene mi aprobación, pero la camisa sería mejor con las mangas bien puestas, sin doblar, te haría ver ligeramente inocente y seductor, algo así como si dijeras con el escote puedes acercarte y con las mangas y los pantalones pero no soy presa fácil, en si la ropa tiene mi aprobación.

-Y luego me preguntas porque te traje-. Le lanzó uno de sus característicos besos voladores antes de cerrar la puerta para cambiarse por su ropa-. No quieres ropa.

-Siempre aparezco con ropa distinta hyung.

-No siempre te voy a destransformar, en algún momento necesitarás.

-Pues en algún momento me compraré.

Ambos con una sonrisa se fueron de la tienda con la nueva adquisición de Jin.

Justo ahora Namjoon miraba como el mayor le extendía un helado de un color verde con chispas.

-Es de pistacho-. Jin sonreía enternecido por la desconfianza del moreno hacia aquel postre-. Pruebalo te gustara.

-Siempre me compras con helado hyung, deberías cambiar tu técnica.

-No es mi culpa que tu precio sea tan bajo.

Namjoon recibió el helado con mala cara y lo probó.

-No esta mal...

Jin se sento a su lado en la banca y miró como las personas en el centro comercial entraban de una tienda a otra.

-Nam... -. La voz de Jin era bajita y suave, el mismo tono que ocupaba al cantar todas las mañanas en la ducha-. Gracias por acompañarme hoy, aunque no lo entiendas no me había divertido haciendo compras desde hace mucho.

A Namjoon se le revolvió el estómago cuando lo escuchó, tal vez el helado no era del agrado de su organismo pero estaba muy bueno.

-Gracias a ti por traerme contigo hyung-. Usando el mismo tono Namjoon comenzó a reírse del mayor, tenía el rostro sucio por el helado-. Tienes una mancha hyung-. Namjoon señaló en su propio rostro el lugar donde estaba manchado aunque no fue una buena idea puesto que ocupó la mano que tenía el helado provocando que el helado golpeara su cara, el cono se rompiera y todo cayera en su camisa azul.

Las risas de Jin no tardaron y Namjoon sentía que se iba a morir.

-Eso es por burlarte de tu hyung-. Jin limpio su rostro y comenzó a limpiar el del menor-. Vamos por algo para que puedas cambiarte.

Como un cuento de hadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora