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Habían seguido comiendo con tranquilidad, Jin consintió al moreno dándole helado, Koya nunca lo comió y NamJoon término maravillado con el sabor, se lo término comiendo lo más rápido que pudo y término con su cerebro congelado.

-Nam, ven veamos una película.

Jin hacia todo lo que podía para aligerar el ambiente en todos los sentidos, para que se llevarán bien y NamJoon se sintiera cómodo con él.

-¿Puede comer más helado?-. Jin río ante lo que, según él, fue una tierna pregunta.

-Trae el tarro, ¿Sabes donde están las galletas?-. Namjoon asintió-. Traelas también.

Jin se sentía feliz, realmente estaba disfrutando de la compañía del moreno.

Ya siendo bastante tarde a ninguno le importó realmente, NamJoon veía la película medio acostado en el pecho del mayor, ambos cubiertos por una manta disfrutaban del largometraje y el helado.

-Hyung-. La voz del más alto salió bajita, casi como un susurro-. ¿Realmente no preguntarás nada?.

-¿Realmente quieres contarlo?-. El silencio solo era interrumpido por el sonido de la película.

-No me molestaría-. Se acomodo mirando al mayor-. Si es a ti no me molesta.

Jin comenzó a acariciar su cabello para relajarlo mientras hablaba.

-Bien, realmente hace mucho, mucho tiempo-. Suspiro y abrazo al mayor-. Estaba en un pueblito viviendo, un día todas las familias comenzaron a irse, para finales de la semana sólo quedábamos cuatro habitantes, no entendíamos lo que había pasado pero si sabíamos que coincidencialmente éramos los únicos en el pueblo que no teníamos familia. Era muy confuso-. Suspiro acomodándose-. Días después apareció una mujer, era muy rara, nos reunió y nos dijo algo como, "desde ahora todo se repetirá en un lapsus indefinido"... Después de eso no recuerdo mucho, sólo sé que desperté tiempo después en un bosque con la forma de Koya, un hombre, más bien un niño, me encontró y me ayudó, me quede con él muchos años, realmente estaba feliz por estar con él.

Jin escuchaba todo en silencio, asimilando todo lo que decía, no comprendía mucho pero esperaría a que terminara.

-Él desde pequeño me destransformaba, lo apreciaba mucho, me enamore de él con los años y él se negó a darme una oportunidad, me dijo que sentía lo mismo pero que no podía aceptarme, ya sabes, la homosexualidad es un tema grave, seguimos siendo amigos... Un día, no sé realmente que paso, creó que morí porque cuando desperté no recordaba nada, deambulé como Koya unos días y esta vez me encontró una mujer, al ver su rostro recordé todo y pude intuir que ella era la reencarnación de aquel chico, me confundí tanto-. Namjoon apartó la vista del mayor por primera vez desde que comenzó a hablar-. En ese momento entendí todo, lo que me dijo aquella chica, me convertí en parte de su juego interminable o más bien en la pieza central, hasta que no lo resuelva los otros tres pasarán por lo mismo aunque ellos ya lo hubieran resuelto varias veces.

Jin creía que aquella historia era fascinante, entendía más cosas que otras pero la voz de NamJoon hacía que la historia fuera engatusante, completamente adictiva.

-Creó que ya van como treinta veces que pasa lo mismo, ahora algo es diferente, ahora los rasgos faciales de quien me encuentra no calzan con su antigua vida-. Miró al mayor y sonrió ligeramente-. No te pareces a tu antigua vida pero tus ojos siguen siendo los mismos que vi la primera vez, los mismos que he amado siempre.

🌺✨

La película ya mostraba los créditos y Jin no podía dejar de mirar la pantalla, desde que el moreno término de hablar no lo miraba, Namjoon no intento que le respondiera, Jin no estaba preparado para aquella confesión, había dicho que lo amaba, de una manera bastante confusa pero lo había hecho.

Como un cuento de hadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora