Capítulo 8

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Mónica

Lo miré. Estaba al igual que yo en un estado de shock
- No puedo creerlo - tapó su boca con su mano dejando caer la botella de agua que llevaba en ella.

No sabía que decir. Tampoco podía negar nada pues sé que había visto cada movimiento que nuestros labios hacían.

- Samuel yo... - hablé
- ¿Por qué... Por qué hicieron esto? -

Vi a Sebastián acercarse a él

- Amor -
- ¿Cómo pretendes llamarme así después de lo que vi? Eres un cinico Sebastián -
- Dejame explicarte... Yo -
- ¿Qué quieres explicar? Es algo que ya veía venir. Con esto tengo algo que decirte -

Ahora los dos estaban sentados sobre el sofá. Los ojos de Samuel me miraron por un momento y después se dirigieron al rostro asustado de Sebastián.

Estaban nerviosos, lo sé, al igual que sé a donde llegará todo esto.

No quise interrumpir, sólo veía todo desde el marco de la puerta de mi habitación.

Por una parte la sensación de emoción recorría parte de mi cuerpo y las ganas de querer gritar porque esto estaba pasando me invadieron, nunca pensé que mi suerte fuera tanta como para terminar en una relación con la persona de la cual he estado enamorada desde hace mucho tiempo.

- No puedo seguir obligandome a seguir con esto y engañando a mi corazón fingiendo tener un interés por ti - los ojos de Sebastián empezaron a aguadarse, claro que le dolería. Aunque las veces anteriores le importara poco Samuel supongo que nunca pensó que esto llegase a ocurrir.

- No podemos seguir sufriendo por un amor que ya no podemos salvar pues ahora nuestros corazones pertenecen a alguien más - me miró para después suspirar - Te amo Sebastián, te amo mucho - sonrió tomando su mano - Pero ya no eres mio - me miró haciendo que me acercara a ellos.

El chico de pelos rubios tomó mi mano y la colocó sobre la de Sebastián.

- Supongo que Jimena esta involucrada también ¿o no? -
Samuel rió tratando de esconder su rostro sonrojado
- También lo sabía - 

Ahora el ambiente se había vuelto un poco incomodo, hasta que decido romperlo

- Podemos hacer pijamada los cuatro. Chocolate con galletas y grasitos mientras vemos películas es una buena idea - miré a ambos antes de caminar hacia la cocina
- Bien, llamaré a Jimena -

Sebastián se levantó del sofá, me miró y sonrió. Sabía que parte de él había soltado toda la angustia que llevaba desde la primera vez que nos besamos, pues su corazón en ese momento pertenecía a Samuel.

Por otra parte, nunca pensó en que esto llegara a pasar. Después de su última relación con una chica parecía que la relación que tenían los dos iba a ser eterna.

Ahora veo que todo puede pasar.

Tomó mi cintura. Mis manos enrollaron su cuello y pronto sentí lo frías que estaban las palmas de sus manos
- Por fin puedo hacer esto sin sentir presión - reímos.

Sentí su aliento sobre mis labios. Cada vez estábamos vas cerca. Ahora nadie nos interrumpirá.

Tomé su rostro y estampe mis labios sobre los suyos. De nuevo la emoción me invadió, esa sensación en mi estómago volvió causando que intensificara el beso.

- Tranquila guapa, tenemos vistas ¿recuerdas? - Samuel hablaba por teléfono mientras nos daba la espalda.
Mis mejillas se tornaron de color rojo. Tomé de nuevo sus mejillas y ahora el tomó la iniciativa. Juntó sus labios con los míos comenzando de nuevo con ese vaivén que causaba aquella sensación en mi estómago.

Jimena llegó y después de que tuvieran una conversación a solas dentro de la habitación, comenzamos a ver algunas películas.

No podía sentirme más feliz por lo que acababa de ocurrir. Por fin el tenerlo a mi lado se estaba cumpliendo.

Ahora que lo pienso, ¿qué somos?

Pronto le preguntaré

Enamorado de una chica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora