Sebastián
Las sábanas tapaban la parte inferior de nuestros cuerpos. Su pierna sobre la mía hacía fricción y de nuevo estaba excitado. Estaba claro que después de dos semanas sin hacer el amor, tenía la necesidad de que se repitiera más de una vez.
La noche empezaba a caer. Tal vez eran más de las 5:00pm pues la luz del día podía verse todavía un poco.Giré mi rostro viendo el de Samuel. Seguía dormido y parece que había caído en un sueño profundo. Recorrí cada parte de su rostro con la mirada. Sus ojos, sus labios, aquella cabellera castaña que tanto me gustaba acomodar. Se veía muy lindo dormido, no lo niego.
La diferencia es que ésta vez no sentía nada al verlo. La sensación de mariposas en mi estómago como si fuera la primera vez que hacíamos el amor, había desaparecido.¿Qué me estaba pasando?
Era la primera vez que ésto pasaba. Siempre quería verlo dormido para llenarlo de besos y despertarlo para una sesión más de sexo, pero esta vez era diferente. Simplemente no sentía lo mismo cuando lo miraba.
Pensé en ella y pronto una sonrisa apareció en mi rostro. El movimiento en mi pecho se hizo más grande pues así era cada vez que Mónica venía a mi mente, cada vez que la veía o el simple hecho de hablar con ella me ponía nervioso.Tomé mi celular viendo su nombre en la pantalla
Mónica:
- Gracias por lo de hoy. Te amo -
5:33pmSonreí al leerlo. Dejé el teléfono y quité la sábana tomando mis boxers junto con la playera que llevaba puesta.
Salí hacia la cocina preparando café y algo de galletas con chocolate. Recordar su cuerpo en mis brazos, dentro de la sala de cine mientras veíamos aquella película me hacía sonreír.
Sabía que sólo eramos amigos pero algo había cambiado. Desde aquella noche bailando, tomando su cintura y viendo sus ojos llenos de felicidad. Su sonrisa, sus labios, su hermoso cabello, todo de ella me hacía temblar de emoción.La misma emoción sentí hace unos meses cuando me enamoré de Samuel.
Sentí su mano en mi trasero, una nalgada antes de ver su rostro frente a mi.
Llevaba sólo un pantalón de pijama, su pecho estaba descubierto. Una vez más no causó sensación en mi.
- Esto ya está - quitó el café sirviendo dentro de las tazas - ¿Qué piensas? - bebió de la taza arrastrando la silla hacia atrás y sentándose sobre ésta
- En lo bien que la pase está tarde - tomé la taza. No había sonrisa en su rostro y sus ojos miraban los míos como queriendo sacar información a costa de que sabía que significaba ese gesto - Hace tiempo no hacíamos el amor como hoy - acomodé su cabello encubriendo mi primer comentario.Me miró dejando la taza sobre la mesa. Acaricio mi mejilla sonriendo. Se levantó volviendo a la habitación sin decir más.
Lo seguí con la mirada algo confundido, ¿qué le pasaba?. No le di mucha importancia pues creí que solo iría a darse un baño
- Ten - vi mi teléfono sobre sus manos - Ha estado sonando... Parece ser importante -
Y ahora comprendía el porque de su seriedad, probablemente era otra solicitud de mensaje con algún chico con quien no me apetecía salir. Samuel se molestaba cada vez que ocurría.
Prendí el celular viendo los mensajes. Eran de Mónica.
- ¿Quién te necesitaba con tanta urgencia? - se levantó tomando una playera del closet.
Arrojé el celular a la cama acercándome a él
- No era nadie - lo abracé por detrás dando un beso en su hombro. Se giró para verme. Seguía serio. - ¿Qué ocurre? - tomé su cintura. Cerró por un momento los ojos negando con la cebza
- Nada - quitó mis manos de su cintura pasando por mi lado - Me daré un baño - volteé tomando su brazo
- Dime por favor que ocurre - no tenía la menor idea de que estaba pasando.Por fin logré que me diera una sonrisa
- Nada cariño - besó mis labios pasando su mano por mis cabellos. Solté su brazo dejando que se encerrara en el baño.
Suspiré sentandome en la orilla de la cama. Desbloqueé el celular y leí sus mensajes
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Enamorado de una chica
القصة القصيرةSebastián creía que el amor de su vida era aquel chico de cabello castaño. A veces la persona correcta está frente a ti y no puedes notarlo. ¿Se dará cuenta de lo perdida que está Mónica por él? Derechos reservados™ No se permite ninguna copia