Mónica
No podía creer lo que estaba pasando. Sentía que todo era parte de un juego donde yo era la apuesta o simplemente el hecho de que estemos ebrios causó lo que hacemos ahora.
Sus labios seguían sobre los míos y sus manos acariciaban mi cadera. Rozó su pierna con la mía causando un escalofrío por la espalda.
La idea de que alguien podría vernos hizo que me separara de él
- ¿Qué ocurre? -
- Pueden vernos - mire hacia el ventanal
- ¿Y te importa mucho? - su pecho subía y bajaba. El aliento a alcohol salía de sus labios rozando los míos.Negué con la cabeza y volví a tomar su nuca acercándome a sus labios. Ahora yo estaba sobre él jalando sus cabellos oscuros y algo mojados por la lluvia que comenzaba a caer
- Deberíamos entrar - removi el cabello de mi rostro viendo su sonrisa - No quiero mojarme -
- ¿Más de lo que ya te deje? - hizo que enrollara mis piernas en su cintura haciendo fricción con el pantalón.Mis mejillas ardían. ¡Por dios Sebastián!, ¿qué cosas decía?. No respondí al saber que era cierto.
- No es la primera vez que causo eso en ti... Ya lo sabía - se levantó tendiendome la mano y así la tomara. Lo hice. Me jaló hacia él volviendo a juntar nuestros labios.
- ¡¿Qué mierda?! - me separé mirando a la persona que se encontraba en la puerta. Por más que quise ver su rostro no pude, pero su voz se me hizo familiar.Volvimos dentro una vez que escuchamos la voz de Raúl gritarnos, apuesto a que logró ver como nos dábamos caricias sobre el pasto.
Lo buscamos por la fiesta en lo que restaba de la noche. Habían dado las cuatro de la madrugada y Samuel abría la puerta del copiloto dejando que entrara Jimena quien llevaba sus tacones en mano
- No deberíamos andar en coche así - detuve a Sebastián antes de que abriera la puerta de atrás
- Da igual. No queda tan lejos - Samuel salió del carro yendo hasta el árbol a un lado nuestro. De nuevo vomitaría las últimas diez copas de Crown Royal
- Tendré que llevarlos una vez más - detrás nuestra salía Raúl colocándose su abrigo color marrón - Soy el único sobrio aquí -No pude evitar recordar el momento en el jardín. Bajé la cabeza sin prestar atención a sus movimientos.
Miré a Sebastián quien colocaba la botella de Jack Daniel sobre la cochera antes de agacharse a atar el cordón de su tenis
- Hasta que se te cumplió ¿cierto? - escuché a Raúl. Lo miré entendiendo a que se refería - Tenemos que hablar ¿eh? - vi cómo Samuel regresaba limpiado sus labios. Tomó la botella encima de la cochera dando un sorbo.
No respondí al comentario de mi amigo, pero sabía que toda la semana estaría molestando con esto.Subimos al auto estando los cuatro atrás
- Queda un asiento al frente. ¿En verdad pretender estar los cuatro atrás? - preguntó el chico de pelos rizados antes de cerrar la puerta
- Oye solo conduce - gritó Sebastián señalandolo con el dedo índice. Rodó los ojos azotando la puerta antes de subir en el puesto de copiloto.
Sentía la respiración de Sebastián en mi oído, su cuerpo estaba tan cerca del mío que nuestras piernas rozaban seguido. Me tomó de la cintura para después susurrar en mi oído
- Te amo princesa - besó mi mejilla pasando a mis labios.Abrí los ojos cuando la idea de que nos estén viendo me invadió, pero Samuel se había quedado dormido y Jimena acariciaba su cabellera manteniendo los ojos cerrados.
No me preocupe más y seguí besando sus labios sin temor.Llegamos a la habitación que compartía Samuel y Sebastián. Mientras me apoyaba en el pecho de Sebastián, podía ver como Jimena se dejaba llevar por las caricias que Samuel daba en su cintura.
No le preste mucha atención y entre a la habitación.
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Enamorado de una chica
Historia CortaSebastián creía que el amor de su vida era aquel chico de cabello castaño. A veces la persona correcta está frente a ti y no puedes notarlo. ¿Se dará cuenta de lo perdida que está Mónica por él? Derechos reservados™ No se permite ninguna copia