1. Sin rastro

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ALBA POV

Empiezo a despertar con todo mi cuerpo dolorido, respiro con dificultad notando poco a poco la humedad en mis manos.

Intenté abrir los ojos pero era demasiado pronto, necesitaba algunos segundos más para reponerme. Intenté mover mis piernas pero me dolían, tragar me parecía una acción imposible en esos momentos.

Abrí los ojos notando los rayos de luz que se colaban entre las copas de los árboles incidiendo en mí. Hacía frío o eso notaba. Parpadeé varias veces hasta empezar a ver nítido poco a poco.

Me llevé una mano a la frente por el fuerte dolor de cabeza, la miré observando sangre en ella. Mierda.

Me intenté reincorporar observando que estaba en un sueño nevado, unos 10 centímetros de nieve cubriendo todo el suelo y objetos a su paso.

Me giré observando como un coche totalmente destrozado yacía contra un árbol, apenas tenía nieve en él. Un fuerte dolor en mi pierna me alertó.

La nieve cubierta de sangre por mi pierna me avisaba de que nada iba bien. Casi podría decir que me había roto la tibia y el peroné con el supuesto impacto porque...¿Me había salido de la carretera?

No me acordaba, intentaba acordarme que había pasado pero no lo lograba, me empecé a angustiar por el dolor de cabeza, de pierna y de vida.

Hacía frío y apenas llevaba un jersey cubierto de sangre junto a unos pantalones largos, o lo que quedaba de ellos.

"Ahhhh" chillé de dolor al intentar levantarme. Me llevé la mano a la pierna la cual no me servía de nada. Intenté apoyarme en el capó del coche, o lo que quedaba de él y busqué algo que me ayudara a recordar. Nada de nada.

Noté un pequeño mareo y me senté en el asiento sin dejar de mirar mi pierna derecha totalmente destrozada. ¿Me había salido de la carretera?¿Dónde estoy?¿Que hago aquí?¿Por qué hay nieve?

Mi cabeza funcionaba demasiado rápido y finalmente empecé a ver puntos negros, dejé de escuchar los pájaros y caí rendida ante un sueño muy profundo, un sueño en el que no me dolía nada.

******

Empecé a recobrar la consciencia de nuevo. Seguía sentada en el asiento destrozado observando que quedaba apenas un poco de luz.

O reaccionas o te mueres

Intenté agarrarme a los restos del vehículo con mucho dolor arrastrando la pierna. Necesitaba sobrevivir, pedir ayuda, alguien tenía que saber dónde estaba, que hacía aquí.

Observé una pequeña ladera por la cual debí de caer con el coche, porque no recuerdo nada. Me agarré a la nieve e intenté subir con las pocas fuerzas que me quedaban. No notaba la pierna por momentos y los pinchazos en mi cabeza me avisaban de que debía de darme prisa.

Quedarme inconsciente de noche no pintaba nada bien en medio del bosque.

Me resbalaba por la nieve haciendo que una tarea tan simple fuera horrible teniendo en cuenta las circunstancias en las que estaba.

Me estaba cansando física y mentalmente por los esfuerzos. Conseguí llegar arriba y casi era de noche totalmente. No sabía dónde estaba, ni la hora pero..soy ..¿Quién soy?

No recordaba mi nombre y el dolor de cabeza era cada vez mayor. Me tumbé boca arriba al lado de la oscura y silenciosa carretera deseando acabar con mi sufrimiento.

El sitio daba muchísimo miedo aunque empezaba a agobiarme del dolor y de la ignorancia del momento. No sabía nada de nada.

Después de una hora bastante agonizante escuché un sonido, parecía un coche, un vehículo, alguien a quien pedir ayuda.

Intenté reincorporarme pero no podía, me dolía todo y dejé de sentir la pierna. Tenía miedo a que el vehículo no me viera, era la única esperanza que me quedaba.

Empecé a gritar con todas mis fuerzas deseando que me escuchara. El sonido se hacía cada vez más fuerte y finalmente una luz me cegó.

El coche paró a unos metros de mí y un señor rubio con ojos azules, cazadora grande, gorra y aspecto descuidado se bajó del coche caminando con cuidado hacia mí.

"Ayúdame" hablé sin poder moverme. El hombre miró mis heridas con terror y se arrodilló a mi lado. Le miré asustada "por favor"

El hombre empezaba a balbucear palabras que no entendía, no hablaba español y ni de cerca parecía español en si.

Se levantó dirigiéndose al coche y trajo una manta, me tapó con la manta y me cogió en brazos produciendo un dolor extremo en cada centímetro de mi cuerpo.

El hombre me metió en los asientos de atrás tumbándome. Me miró hablándome en un idioma desconocido "Adam" repetía una y otra vez mirándome.

No podía decirle como me llamaba porque no lo recordaba, no recordaba como me llamaba ni recordaba nada.

El hombre cerró la puerta y se metió en el coche empezando a conducir. Unas leves melodías interrumpidas por la mala conexión de la radio me mantenían tranquila.

Ya no tenía tanto frío aunque seguía sin sentir la pierna, además de que la cabeza se me iba por momentos.

Después de muchos minutos los cuales no recordaba, el coche debió de parar. El hombre empezó a hablar y minutos después una mujer y otro hombre abrieron la puerta mirándome con terror.

Adam, si así se llamaba, me cogió de nuevo haciéndome gruñir de dolor. Nos dirigimos hacia una cabaña de gran tamaño que suponía que sería su hogar.

Nada más entrar el ambiente hogareño y el calor me relajó instantáneamente. Adam me dejó en una habitación encima de la cama con cuidado.

La mujer se acercó a mí con un montón de gasas y a saber que más, yo dependía totalmente de ellos, no sabía que era de mí ni que iba a ser de mí.

La mujer empezó a hablarme con sus ojos verdosos que me causaban cierto temor. No entendía nada y ella lo sabía ya que desistió y empezó a curarme las heridas sin compartir ni una palabra.

Estaba en una habitación de madera con una tímida luz de mesilla que iluminaba la estancia. Había grandes cuadros y un armario enorme al lado de la ventana, todo me creaba curiosidad. No parecía un lugar del sur y por el lenguaje de los lugareños pues no tenía ni idea

El otro hombre que les acompañaba debía de ser su hijo, un joven rubio de ojos azules muy parecido al padre y de aspecto atlético me miraba con pena desde el marco de la puerta.

"Ayúdame" dije de nuevo. La mujer me destapó la pierna y miró con terror lo que había ahí, el dolor dejó de ser dolor y me adentré en una nube cuando me tocaba la pierna. Mi cuerpo había neutralizado tal dolor por mi supervivencia.

Adam apareció con un cazo de algo y me ofreció amablemente. Después de dar un par de sorbos con su ayuda y que la mujer me diera lo que parecía una pastilla de origen desconocido, me quedé dormida.

Estaba en una casa con gente desconocida, sin poder moverme y sin recordar nada.

¿Cómo habré llegado a esa situación?

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¿IMPRESIONES?

No sé cuándo subiré episodios pero esta es la idea

¿Preparadas?

¿Me echaban de menos?

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FÖRLUST // ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora