45. Besos

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NATALIA POV

"Tenemos la localización exacta dónde se encuentran" habló Tinet señalando una parte de la pizarra y rodeando con un boli un mapa en la mesa "uno de nuestros agentes ha conseguido acercarse lo suficientemente como para certificar que la banda de Miki Núñez se esconde en la antigua fábrica de madera"

Me giré observando a Pablo apuntar en su libreta todas las cosas que iba diciendo Tinet. A mí otro lado Tyra mantenía la mirada seria y de concentración ante el caso.

Desde que nos habían ascendido, Tyra y yo pasábamos más tiempo juntas a pesar de que estaba bastante con Alba.

La notaba más distante pero a la vez más madura, no me llaméis loca pero creo que está empezando a aceptar a Alba y eso me pone un poquito más feliz.

Aunque no me guste, Tyra es una gran amiga mía aunque no la soporte cuando se pone en modo orgullosa.

"Necesitamos un poco de tiempo para tener todos los datos y la certeza de que todo va bien" habló Pablo volviéndome a la realidad de la situación en la oficina de Tinet.

"No tenemos mucho tiempo, no podemos arriesgarnos a que cambien de ubicación, son muy valiosos" habló Tinet bastante serio.

"No pienso mandar a Alba sin saber con certeza que no se huelen nada" hablé por primera vez desde que crucé la puerta "podrían matarla y no serviría de nada"

"Se nos acaba el tiempo Lacunza, más te vale que en un par de días lo tengas todo, porque la semana que viene no habrá vuelta atrás" zanjó la conversación recogiendo las cosas y haciendo una señal a los oficiales que había allí para que vuelvan a sus puestos de trabajo.

Salimos de la comisaría cada uno a su casa en sus correspondientes coches. Cuando llegué justo María se ponía la cazadora para ir a trabajar.

Habíamos conseguido cambiar los turnos de manera que Alba nunca estuviera sola, bastante tiene con no recordar nada y tener la presión de esa maldita misión, como para dejarla sola con la casa.

"Nos vemos luego" me guiñó un ojo dándome en la espalda a modo de despedida. Le cerré la puerta y caminé hasta el salón.

Dejé la cazadora en el respaldo de éste y caminé hasta la habitación. Alba estaba tumbada aparentemente dormida boca arriba con las mantas hasta el cuello.

Caminé intentando no hacer mucho ruido hasta el armario. Me quité las zapatillas y los pantalones para ponerme los de pijama "..." Me giré observando a Alba balbucear en sueños y moverse de manera extraña.

Me quité la camiseta y me puse la de pijama para sentarme en la cama tocando la frente de Alba.

"Sh..." Susurré acercándome hasta besar su frente. Apenas tardó unos segundos en dejar de emitir ruidos y volver a estar tranquila "así mejor" sonreí.

Era tan bonita

Me levanté para ir al baño de la habitación cuando escuché como me llamaba. Me giré con las cejas levantadas.

"Ya estás aquí" susurró retirándose el pelo de la frente, le crecía bastante rápido la verdad.

"Si, nada nuevo, bueno, nos da una semana antes de todo" hablaba quedándome en frente de la cama.

Ella suspiró cerrando los ojos con la mano en la frente y los abrió con una sonrisa triste.

"¿Podemos no hablar de eso? Me agota" habló sincera girándose para quedar de lado. Asentí y fui al baño a mear, luego volví y me senté en la cama observándola.

"¿Cómo estás?" Pregunté de nuevo, ella asintió con una pequeña sonrisa que me tranquilizó.

Se reincorporó y me besó pillándome desprevenida, un susto que da gusto desde luego.

Acaricié su nuca durante el beso. Un beso lento, sensual, su lengua pedía permiso muy sutilmente hasta que terminó encontrando a la mía en este pequeño baile improvisado.

Me incliné sin dejar de besarla hasta conseguir tumbarla boca arriba y yo encima para estar más cómodas.

Nos separamos del beso apenas escasos centímetros y observando como sonreía. Bajó sus besos a mi cuello mientras me acariciaba la espalda y notaba cosas en el bajo vientre.

"Alba..." Susurré cerrando los ojos por el placer que me daba esa situación. Ella dejó de besarme y me cogió de las mejillas con ojos de preocupación "¿Quieres...?" Pregunté con algo de miedo.

"La última vez que tuve ese contacto estaba en la cárcel" dijo algo triste, fui a hablar pero me cortó "si necesito un psicólogo te lo diré Nat, de momento no, solo necesito que vayamos despacio" asentí sacando una sonrisilla de sus labios.

Fui yo esta vez la que comenzó un beso en sus labios y que fui bajando lentamente hasta llegar a su cuello. El tierno cuello de Alba Reche.

Escuchaba los suspiros de ella y eso me provocaba más, pero no sabía si quería seguir así. Me separé sujetando mi camiseta y ella asintió mordiéndose el labio. Definitivamente quería más.

Nos quitamos las camisetas y ambas nos quedamos desnudas, yo encima de ella torso con torso sin poder dejar de mirar sus ojos.

Me retiró mi pelo rebelde de la frente y asintió con otra sonrisa. Volví a mi labor de besar su cuello dejando leves mordidas hasta bajar a uno de sus pechos.

Lo lamí y relamí con cariño sin dejar de escuchar esos suspiros casi jadeos de la situación. Mi entrepierna empezaba a quemar como las brasas de un fuego salvaje y ella lo notó, llevó una de sus manos a mi entrepierna notando la humedad.

"Dios, cómo me pone eso" susurró contra mis labios comenzando un beso más salvaje y lleno de lujuria.

Nos quitamos los pantalones entre jadeo y jadeo hasta que inconscientemente empezamos a tocarnos mutuamente.

Besaba su cuello con lascivia y suspiraba jadeos contra él mientras con uno de mis dedos empezaba a hacer círculos en el botón mágico de Alba.

Ella tocaba mi clítoris con algo de miedo pero apenas fueron los primeros segundos. Cuando solté el primer gemido, empezó a hacerlo con más certeza.

"Ah" gemí de nuevo contra su cuello intentando no dejar de besarlo y lamerlo. Moví mi dedo con más velocidad acompasado con el suyo sumergiendo aquella habitación en una orquesta de gemidos y suspiros que cada vez subían más de nivel.

"V..va" gimió Alba teniendo pequeños espasmos por su cuerpo. Sonreí besando su barbilla comenzando un vaivén más fuerte.

Nos tocábamos y gemimos mutuamente hasta que empecé a notar el hormigueo subirme desde los pies hasta mi centro.

Se lo hice saber con un montón de suspiros y gemidos muy continuados. Ella estaba en la misma situación que yo y lo supimos finalmente cuando ambas estallamos en un increíble orgasmo que nos dejó sin saber muy bien como habíamos llegado a esta situación.

Dejé caer mi cabeza contra su pecho cansada. Ella besó mi pelo rebelde y me abrazó la espalda contra ella.

"Te quiero" susurró haciendo que mi corazón latiera más fuerte por última vez, antes de caer dormida fruto del cansancio del trabajo y de querer a Alba.

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Perdonad que no haya podido subirlo el finde, tuve unos cuántos problemas personales sorry

Cómo compensación este regalito, que ya tenía miedo de que os metierais en un convento al teneros en escasez JAJA

Os quiero!

🍐🖤

FÖRLUST // ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora